Potenciar Trabajo: qué sucederá con los beneficiarios que no validaron sus datos

«Vinimos a ordenar el Ministerio», había dicho Victoria Tolosa Paz, la ministra de Desarrollo Social de la Nación en alusión a la voluntad política de que no dar nuevas altas en el programa Potenciar Trabajo y suspender el pago del beneficio en caso de que correspondiera.

Hasta este domingo 15 de enero los titulares del programa Potenciar Trabajo tenían tiempo para realizar el trámite de validación de datos. A la modalidad virtual-remota, a través de la aplicación Mi Argentina, se le sumó la posibilidad de hacer el trámite de manera presencial. Para ello, el Ministerio de Desarrollo Social, la Jefatura de Gabinete y la Secretaría de Innovación montaron Operativos Móviles en todo el país para alcanzar y facilitar el acceso a la totalidad el padrón.

Hasta el pasado 11 de enero, fuentes oficiales informaron que aproximadamente 190 mil titulares del Potenciar Trabajo aún no habían completado el trámite. Hasta este domingo 15 de enero (último día para hacer la revalidación de datos) esa cifra se redujo a 160.673, informó Clarín. Finalmente, se confirmó que en total fueron 154.441 las personas que no revalidaron su identidad, lo que equivale al 11,3% del padrón.

La pregunta es qué sucederá con esos beneficiarios. Desde el Ministerio de Desarrollo Social habían sido claros: completar la revalidación de datos era condición obligatoria para sostener la permanencia en el programa. Por tanto, era de esperar que se proceda a la baja del beneficio de las personas que no cumplieran con el trámite.

Pero la baja será la segunda instancia. Quienes no completaron la reinscripción pasarán a cobrar el 50% del beneficio de enero, y tendrán 60 días para reclamar ser incluidos nuevamente. En caso de persistir en el incumplimiento o si las autoridades evalúan que el reclamo no es procedente, dejarán de cobrar la totalidad del beneficio luego y serán dados de baja, de acuerdo a lo anunciado con anticipación.

Es esperable que tras la comunicación de esta decisión haya reacción por parte de los movimientos sociales, cuya relación con el Gobierno nacional es de permanente tensión.

“Cuando terminemos la validación, lo más importante es avanzar con la terminalidad educativa, acercando las escuelas primarias y el Plan Fines para adultos, para que puedan terminar su escolarización, posibilitar la inclusión laboral, y fortalecer las capacidades productivas con los bancos de herramientas”, señaló Tolosa Paz.