Reducción de la jornada laboral: punto por punto, cómo son los proyectos en Diputados

Tras los cambios en Ganancias, la ministra de Trabajo se manifestó a favor de la reducción de la jornada laboral a 40 horas en forma escalonada. Hay varios proyectos en el Congreso, las posturas del oficialismo y la oposición.

Tras la reducción del piso del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, la ministra de Trabajo, Raquel ‘Kelly’ Olmos anunció que el próximo paso a dar es analizar la propuesta de reducción de la jornada laboral semanal. «Es una propuesta que desde el Ministerio de Trabajo en su momento respaldamos porque la Argentina ha quedado muy retrasada todavía con las 48 horas semanales que se implementa desde 1930», afirmó.

Para la ministra de Trabajo, la jornada laboral semanal «debería ir reduciéndose en forma escalonada y, para mí, debería ser de 40 horas». En ese punto, planteó que «podría pasar primero de 48 a 44 horas, y luego a 40 horas en algunos años». «La Argentina tiene un retroceso importante en esta área del mundo laboral», agregó.

Los proyectos de reducción de la jornada laboral podrían confluir en una iniciativa de entre 36 a 40 horas semanales de trabajo como máximo, que se repartan entre cuatro o cinco días obligatorios. Si se trabaja más, los empleadores deberían pagar horas extras. La actual Ley N° 11.544 de Jornada de Trabajo sostiene que la duración del día laboral no podrá exceder las ocho horas diarias o 48 semanales.

Reducción de la jornada laboral: qué dicen los proyectos que hay en Diputados y Senadores


En mayo se anunció que el oficialismo buscaba avanzar en el Congreso Nacional, antes de las elecciones de octubre, con un proyecto de consenso para reducir la jornada laboral que contemple textos presentados por legisladores de varios bloques, entre ellos del socialismo, que podrían confluir en una iniciativa para llevar de 48 a 40 o 36 horas la jornada de trabajo semanal, con lo que se busca mejorar la productividad de las empresas y generar más empleo.

Las iniciativas parlamentarias ya contaban con el visto bueno de la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, quien se había manifestado en apoyo a un despacho de consenso para aprobar la inciativa que ya tenía «importantes niveles de acuerdo», según la funcionaria.

Sobre el tema el oficialismo intentó acercar posiciones y tejer acuerdos con otras bancas. La oposición ya manifestó su desacuerdo con la reducción de la jornada laboral, aunque no descartó la idea de discutir una reforma integral.

En el Senado están para ser discutidas una serie de iniciativas del oficialista porteño Mariano Recalde, entre los que se destacó uno que impulsa una reducción de la jornada de trabajo de 48 a 36 horas semanales con el objetivo de promover la semana de cuatro días.

En ese sentido, la propuesta busca reducir todos los máximos legales: régimen diurno, nocturno, trabajo insalubre y regímenes especiales.

Según Recalde, esta reducción «permitirá mejorar la distribución del trabajo existente y crear empleo, incrementar la productividad, mejorar la calidad de vida, disminuir los accidentes, reducir los costos empresarios, el impacto ecológico y sanitario».

En Diputados, en tanto, se encuentra el proyecto impulsado por el diputado nacional por el FdT y secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky.

«Planteamos reducir horas en la jornada laboral de manera tal que la semana se completen 40 horas de trabajo«, dijo Yasky sobre su iniciativa que plantea una semana laboral con un máximo de 8 horas diarias y no más de cuarenta horas semanales.

También, en la cámara baja, hay otro proyecto de la diputada y dirigente de la Asociación Bancaria, Claudia Ormaechea, que plantea una reducción a 36 horas; y otras iniciativas en ese sentido, impulsadas por un lado por el diputado del FdT, Eduardo Valdés y un texto de Sergio Palazzo, por otro, así como otra propuesta del socialismo impulsada por Mónica Fein y de Enrique Estévez.

Reducción de la jornada laboral: la postura de otros bloques


Desde el bloque Evolución Radical, Alejandro Cacace, no descartó en declaraciones la posibilidad de discutir una reforma laboral integral, al considerar que «hay estudios que indican que la reducción de la jornada laboral puede bajar el desempleo pero debemos discutirlo de manera más integral con la mejora en la productividad y un análisis completo del mercado de trabajo».

En tanto, Miriam Bregman, por el Frente de Izquierda -desde donde también se presentaron proyectos en este sentido- señaló a Télam: «Nuestro planteo es la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo para que esa horas que quedan vacantes sean nuevos puestos de trabajo genuinos, con derechos para los trabajadores y trabajadoras en un país donde constantemente se discuten planes sociales, hay que discutir trabajo genuino».

Si bien el ejemplo más cercano es el de Chile, que recientemente redujo la jornada laboral a 40 horas, diferentes países de Europa, entre ellos España y Suecia, llevaron adelante una disminución de la jornada de trabajo, incorporando la jornada laboral de 6 horas diarias, tanto en instituciones públicas y privadas de servicios, como geriátricos, con interesantes resultados.


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