“El almacén de Saturnino”

Cuando uno quiere intentar entender hacia dónde vamos o de dónde venimos puede hacerse planteos simples, entendibles para el común de nosotros, los ciudadanos de a pie, y luego extrapolar esos mismos planteos a lo macro, para intentar entender nuestro futuro.

Nadie en su sano juicio puede ignorar a las potencias mundiales, si realmente quiere entender cuáles son las variables que nos sacuden hacia arriba o hacia abajo. Hace muchos años que China viene copando el mundo con sus productos, y hace muchos años también que las economías de los países desarrollados vienen soportando al gigante asiático en detrimento de ellos mismos. Hace unos años, tal vez no más de 5, Estados Unidos bajó drásticamente los niveles de sus gastos de producción, más precisamente el valor de sus energías, necesarias estas para fabricar, manufacturar o producir. Así es que los costos de gas, combustibles, diesel, fuel oil y energía eléctrica están en uno de los valores más bajos que se pueden mantener en EE. UU. Esta política de bajar los costos energéticos ha impactado directamente en la producción local, y en la producción para exportar, de allí que se han puesto a la par de China para competir con el mundo. Antes China estaba en vendedor compulsivo, ahora Estados Unidos también lo está.

Si comparamos estos hechos con el almacén de Don Saturnino de nuestro barrio, los EE. UU. serían un hipermercado que le abrió a tres cuadras y los chinos otro híper que le abrió a la vuelta (obviamente nosotros somos el almacén).

El actual gobierno dice que, bajando las retenciones al agro, subiendo la tarifas, devaluando al 50%, bajando las retenciones a la mineras y arreglando con los fondos buitre vendrán inversiones… la pregunta es: ¿usted apostaría por el almacenero Saturnino que está rodeado por hipermercados, y al que encima le subieron la luz, el gas, el teléfono y sus mercaderías? Claro que no. Y no se preocupe, los inversores mundiales tampoco van apostar a un país en baja, o en recesión. ¿Entonces para qué vendrían capitales?

Hoy Brasil, con todos los problemas económicos y políticos que tiene, paga una tasa internacional del 5%, Chile un 3 o 4%, Uruguay un 4% y nosotros graciosamente vamos a pagar con este festival de bonos que el gobierno actual implementó al 8%; para eso van a venir los capitales, para que les paguemos el doble de lo que ganan en el mundo. Pero ni un peso para inversión productiva o empleo, salvo para compra de algún campo y producción de alimentos. ¿Y por qué? No porque seamos el antaño granero del mundo, sino porque las medidas de este gobierno han provocado un aumento brutal en el precio de los alimentos, o sea que si en algo van a invertir (tampoco se volverán loquitos) es en la industria de los alimentos o en la producción primaria de cereales o carnes.

Con este panorama Saturnino va a cerrar su almacén, y se va a ir comiendo su stock hasta que venga otro gobierno y realmente se preocupe por reactivar la economía interna. En los casos de expansiones y ofertas mundiales de productos, como la que estamos viviendo hoy en día, lo único que puede garantizar el bienestar general de toda la población, no solo de un sector concentrado, es aplicar políticas donde por ejemplo se impida que Don Saturnino cierre, y para muestra basta un botón. El actual gobierno se está cansando de decir a través de sus funcionarios, uno de ellos la vicepresidenta, que tenemos que aguantar 4 o 5 años para “salir” adelante. Tienen muy claro que este tipo de planes económicos y sociales no cierran con todo el pueblo adentro, por lo que lamentablemente debemos esperar que los Saturninos se transformen en millones de personas sin trabajo, o con trabajo precarizado, o simplemente viviendo de migajas que este sistema les quiera dar.

Jorge L. Fernández Avello

DNI 12.862.056

Jorge L. Fernández Avello

DNI 12.862.056


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