¿El asesino de ´Agos´ comprendía lo que hacía?
Dijo que escuchaba voces que le decían que saliera a matar. Tuvo una infancia traumática y seguramente la estrategia de la defensa será plantear su inimputabilidad. Lo citaron para hoy.
CIPOLLETTI (AC).- ¿Comprendía Alex Barrientos Velázquez la criminalidad de su acto? Es ahora la gran incógnita en la investigación. Todavía el detenido por el crimen de Agostina Mazzina (17) no fue sometido a pericias psicológicas y psiquiátricas que determinarán su estado de salud mental.
Sus dichos ante quienes lo detuvieron el lunes dejaron traslucir «un trastorno de personalidad grave» al decir que por las noches escuchaba «voces» que le decían que tenía que salir a matar. Una de las personas que oyó su testimonio dijo que esta circunstancia comenzó cuando aún «era adolescente» luego de haber tenido una infancia difícil, en la que fue víctima de un abuso sexual. También le comentó que en la madrugada del pasado sábado se levantó «con ganas de matar», que actuó solo y que atacó a la menor cuando estaba dormida.
«Esa noche la voz me dijo que tenía que ir ahí», le mencionó, haciendo referencia a la casa de la familia Mazzina.
Por eso, si bien policial y judicialmente el caso se considera esclarecido, para los investigadores queda aún la duda si al momento del crimen, el por ahora presunto autor del homicidio comprendía qué estaba haciendo; es decir, si puede ser declarado imputable. Cárcel o internación serán los caminos, según los resultados de los estudios y si las pruebas lo siguen manteniendo en el centro de las sospechas.
La defensa, apuntará a la inimputabilidad.
Ayer se conocieron detalles de la historia de este joven que está por cumplir los 29 años y que sólo tenía un ingreso en la policía por una simple averiguación de antecedentes. Se supo que durante su infancia en Chile, cuando tendría unos siete años, fue abusado sexualmente por un familiar (no directo) y que cada tanto comentaba que iba a viajar a su país natal para hacer justicia por lo que le pasó.
Llegó a la Argentina cuando aún era niño y actualmente vivía con sus padres y hermanos menores en una chacra de Allen próxima a la jurisdicción de Fernández Oro. Allí, por datos que él mismo aportó, la policía encontró el cuchillo presuntamente utilizado para herir a la víctima. También los efectivos secuestraron revistas que hablaban de Satanás, un libro de Agatha Christie con imágenes de una persona apuñalada y CDs de pastores. «Había literatura llamativa», comentó una fuente del caso.
Sus padres, humildes y trabajadores, quedaron consternados cuando el lunes policías y funcionarios judiciales invadieron la propiedad para allanarla. La mamá ni siquiera sabía que habían matado a una menor en Fernández Oro y mucho menos que su hijo mayor estaba involucrado.
Fueron momentos duros en los que el padre habría dicho que no quería saber más nada de su hijo, mientras que la mujer, shockeada, lloraba.
Ayer iba a ser indagado por el juez Gustavo Herrera pero esta instancia se pasó para hoy. Barrientos Velázquez no designó ningún abogado particular.
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