El asesino de Argaña implicó a Oviedo y Cubas

Asunción (EFE).- La situación jurídica del ex general golpista Lino César Oviedo se complicó. Uno de los detenidos que confesó haber sido uno de los autores del asesinato del vicepresidente paraguayo Luis María Argaña lo acusó de haber «autorizado» el atentado junto con el ahora ex presidente Raúl Cubas.

Oviedo, quien huyó a la Argentina el 28 de marzo pasado, cinco días después del magnicidio, está procesado desde el principio en esta causa, debido a que otro de los testigos claves, Gumersindo Aguilar, dijo a la Justicia que el ex jefe del Ejército planeó la muerte de Argaña con algunos políticos.

Los abogados «oviedistas» rechazaron siempre cualquier posible responsabilidad de su clien-te en el hecho, alegando que todo forma parte de una persecución política.

Este argumento le permitió a Oviedo mantener su asilo en la Argentina, aunque actualmente está confinado en una zona austral de ese país por haber violado las condiciones de su amparo.

Sin embargo, Pablo Vera Esteche, quien en una extensa declaración que duró hasta las primeras horas de ayer confesó su participación directa en el magnicidio, señaló a Oviedo y a Cubas como las personas que «autorizaron» el asesinato.

Vera figura en los registros policiales y judiciales con unos frondosos antecedentes por robo de vehículos y asalto a mano armada, al igual que las otras dos personas a las que citó como cómplices: Luis Alberto Rojas y Fidencio Vega, que están prófugos.

Según el texto de la declaración hecha por Vera ante el juez Jorge Bogarín González, la muerte de Argaña fue acordada en 300.000 dólares en conversaciones con el mayor Reinaldo Servín, un oficial leal a Oviedo.

Servín fue detenido la semana pasada por orden de la Justicia castrense, pero ayer pasó a cargo de los tribunales ordinarios luego de haber sido incluido en el proceso por el magnicidio.

Los planes para el atentado comenzaron en noviembre de 1998 y en algún momento de los preparativos, los pistoleros contratados se echaron atrás por las dificultades que encontraron para cumplir la misión y a raíz de ello fueron amenazados por el mayor Servín.

«¿Para qué te comprometiste si no vas a poder hacer este trabajo?», fue la frase utilizada por el mayor -siempre según Vera-para advertirle que podía conseguir otro sicario para sustituirlo, pero que eso sería peligroso para su integridad.

Vera añadió que luego Servín le mencionó al ex general en los siguiente términos: «Si eso sucede (es decir, si se retiraba), Lino Oviedo los va a mandar a matar a todos, porque ustedes ya están enterados de su plan».

«Ahí nos comprometimos nuevamente a realizar el trabajo», comentó el confeso, quien fue detenido el sábado pasado, paradójicamente en la localidad de Coronel Oviedo, a unos 140 kilómetros al este de Asunción.

El «robacoches» reveló que un día, que no precisó, recibieron un mensaje de Oviedo por medio de una persona identificada como Constantino Rodas para que estuviesen preparados para cumplir el trabajo en cualquier instante.

La idea era que Cubas hiciese un viaje a Brasil para dejar provisionalmente la presidencia a Argaña, circunstancia en la que se debía ejecutar el plan a fin de dejar el camino libre para que Oviedo tomase el poder, expresó Vera ante el juzgado.

El declarante comprometió también en el plan al diputado Conrado Pappalardo y al senador Víctor Galeano Perrone (ambos leales al ex general y sin paradero conocido), como quienes concretaron el pago por el «servicio» prestado.

Paraguay había solicitado la extradición de Oviedo. Sin embargo, el gobierno argentino la rechazó a principios de setiembre pasado por la vía administrativa y no por la judicial, lo que generó una grave crisis diplomática -aún no superada- entre ambos países.

Oviedo está confinado en Tierra del Fuego por haber violado las condiciones del asilo político que le fue concedido.

Pide perdón y da detalles

Pablo Vera Esteche pidió ayer perdón a los familiares del político asesinado e instó a sus cómplices a entregarse «para no encubrir más a los corruptos» que les contrataron.

Vera concedió una rueda de prensa en la sede asunceña de la Fuerza de Operaciones de la Policía Especializada (FOPE), donde está recluido bajo estrictas medidas de seguridad.

«Ahora yo sólo quiero justicia y, tras decir la verdad con bases concretas, afrontaré con orgullo cualquier condena, ya sea de 25 ó 30 años», dijo a la prensa. «Pido perdón a los familiares de Argaña y la ciudadanía y me comprometo a aclarar con pruebas fehacientes» lo relacionado con el magnicidio, subrayó.

Reiteró asimismo que los tres pistoleros que participaron en el atentado fueron contratados por el mayor Servín por orden de Oviedo y que a cambio del «trabajo» debían recibir un total de 300.000 dólares, aunque finalmente sólo percibieron el 40%, de los cuales le correspondieron 25.000 dólares, dinero que aseguró haber utilizado en los últimos siete meses para esconderse. Por otro lado, Vera comentó que en los últimos meses, el mayor Servín lo amenazó varias veces telefónicamente para que no se le ocurriera decir la verdad y que, incluso, le aconsejó que saliera del país.

El detenido relató a la prensa, detalle por detalle, la forma en que actuaron el día del atentado, habló de las armas y vehículos utilizados y de cómo se enteró luego por la televisión de que el chófer de Argaña, Víctor Barrios Rey, se había salvado.