El avance sostenido sobre la justicia


La comisión de Justicia del Senado que preside el neuquino Oscar Parrilli retomará mañana las audiencias sobre la reforma del Ministerio Público Fiscal.


En un encuentro virtual, el miércoles, en la Universidad Torcuato Di Tella, el expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso mencionó lo que considera una paradoja de las democracias contemporáneas. “La democracia requiere instituciones, y sin embargo -dijo- con las crisis nos hemos dado cuenta de que también necesita liderazgo. Sin liderazgos, las instituciones pueden morirse”. Cardoso casi se disculpó por el razonamiento. Dijo que seguramente su audiencia esperaba de él, como sociólogo, que valorara más el papel de las instituciones que el de las personas en una democracia liberal. Sin embargo insistió: “Cuando las personas no son capaces de alumbrar el camino de las instituciones, las instituciones empiezan a morir”.

Liderazgo e instituciones son dos cuestiones de enorme relevancia hoy en la Argentina. El poder político avanza por estas horas con una iniciativa, según lo declarado, de “fortalecimiento” de la Justicia y del Ministerio Público Fiscal, que implicaría, entre otros, cambios en la composición de la Corte Suprema y en el mecanismo para el nombramiento y la duración del mandato del procurador general, a cargo de la investigación de los delitos federales en el marco del sistema acusatorio establecido en el nuevo Código Procesal Penal. Todo indica que el verdadero impulsor de ese proyecto no es el presidente Alberto Fernández. Quien busca balizar el camino de la Justicia es la vicepresidenta Cristina Kirchner.

El martes se reunirá por última vez el consejo consultivo que trabaja en recomendaciones al Poder Ejecutivo para el funcionamiento de la Justicia. Un periodista agudo lo llamó la “Comisión Beraldi”, por el abogado de la expresidenta, que es uno de sus integrantes. Las propuestas del consejo deberían ser presentadas el miércoles, según lo previsto en ocasión del anuncio del proyecto de reforma de la Justicia federal penal. Una iniciativa que sí pertenece a Fernández, pero que la vicepresidenta desestimó en Twitter meses atrás, cuando dijo que reformas de verdad eran las de ella. El proyecto encalló en Diputados.

Otro periodista sostuvo el domingo pasado en un sitio web que el consejo recomendará la ampliación de la Corte a nueve miembros, con mayoría femenina, lo que representaría el ingreso de cuatro mujeres al tribunal. Si se confirma la versión que publicó Horacio Verbitsky, habrá que estar atentos al temperamento que adopte el presidente, quien reiteradamente ha dicho que el problema de la Corte no radica en el número de miembros.

Fernández no es un hombre que tema cambiar de opinión, pero sostuvo esa idea en 2016, cuando aún enfrentaba a la expresidenta, y la reiteró hace unos meses, ya en la era de la reconciliación (si es que esa era no ha concluido ya). Verbitsky mencionó otras iniciativas en consideración del consejo, como la creación de una instancia intermedia que libere al máximo tribunal de cuestiones ajenas al control de constitucionalidad y la transferencia al Consejo de la Magistratura de la administración de los fondos del Poder Judicial.


Como se escuchó días atrás en un concurrido despacho del Senado: “Tendremos una crisis institucional si Cristina obliga al presidente a bajar su candidato a procurador”.


La comisión de Justicia del Senado que preside Oscar Parrilli retomará mañana las audiencias sobre la reforma del Ministerio Público. Especialistas recomendaron allí que se mantenga la exigencia de los dos tercios de los senadores para la elección del procurador. La controversia por la designación del jefe de los fiscales atraviesa a oficialismo y oposición. El presidente nominó para el cargo al juez Daniel Rafecas, quien ha recibido apoyo de un sector de Juntos por el Cambio. El cristinismo busca sin embargo reducir la exigencia de mayoría agravada e impulsar eventualmente un candidato propio. Inesperadamente, el senador por Río Negro Alberto Weretilneck presentó un proyecto en esa dirección.

Rafecas dijo que desistirá del cargo si se flexibilizan las mayorías en el Senado. El desenlace podría ser crucial para la estabilidad de la coalición de gobierno. Como se escuchó días atrás en un concurrido despacho de la Cámara alta: “Tendremos una crisis institucional si Cristina obliga al presidente a bajar su candidato”.


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