El avión volaba a sólo 1.000 metros, de regreso a Neuquén

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Lo único visible desde el aire: la huella carbonizada del horror.

Tragedia en Río Negro

La investigación de la tragedia del avión Sol en la línea sur rionegrina arroja nueva información e hipótesis.

* El vuelo 5428 intentó volver al aeropuerto de Neuquén, tras 42 minutos de trayectoria y luego de que su piloto declara la emergencia con tres SOS. De hecho ya iba en dirección a su lugar de partida.

* El Saab 340 A volaba a apenas 1.000 metros de altura.

* Al fracasar el intento de retorno, el piloto buscó hacer un desesperado aterrizaje de emergencia a oscuras y en plena estepa patagónica, en inmediaciones de Los Menucos.

* El comandante Juan Raffo había informado a la torre de control de Comodoro Rivadavia que tenía problemas de congelamiento.

* Todo indica que al “engelamiento” se le sumó una falla técnica que ahora los peritajes deberán precisar.

* El avión podría haber impactado contra una formación rocosa. Al estrellarse a 35 km de Los Menucos, el Saab habría caído “de panza”, rebotó y quedó invertido. El incendio del combustible dejó partes reconocibles.

Estos y otros detalles se desprenden del expediente de la investigación, y fueron recogidos ayer por los diarios La Nación y Clarín.

La acción del hielo parece haber sido, efectivamente, el origen de la tragedia que le costó la vida a 22 personas, entre ellas a un bebé de 10 meses.

Fue el propio piloto quien dio aviso del “engelamiento” a las 20.38 en una comunicación al control de Comodoro Rivadavia. Por ese motivo pidió alterar su altitud de vuelo y descender de 5.800 a 4.300 metros con el objeto de procurar una temperatura externa más elevada. Es posible que esto haya sido producto de la falta de resolución técnica a un problema corriente en los vuelos y que los aviones resuelven automática o manualmente. El Saab 340 A tiene un mecanismo que se enciende ante determinado nivel de formación de hielo.

Se sabe que el Servicio Meteorológico Nacional informó el día del accidente que en la ruta a Comodoro había elevada probabilidad de “engelamiento”. Otros pilotos ratificaron que se estimaba un 50 por ciento de posibilidad de “engelamiento” en niveles de vuelo entre los 2.200 metros y los 5.400 metros.

La Justicia tiene ya el dato de que hubo una comunicación de Raffo a mil metros de altura y en ruta a Neuquén. La Junta de Investigaciones de Accidentes de la Aviación Civil está realizando los peritajes preliminares, cuyas conclusiones definitivas tardarán meses en conocerse.

Una fuente judicial señaló que ya no quedan restos del avión de Sol en el paraje Prahuaniyeu. Los cinco representantes de la empresa sueca que fabricó la nave, junto a técnicos enviados por la General Electric (fabricante del motor) y los peritos de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil concluyeron las pericias en el lugar de la tragedia, ocurrida el miércoles 18 de este mes.

El juez federal Leónidas Moldes ordenó trasladar las partes encontradas a Bariloche y designó a una ingeniera aeronáutica como perito judicial.

Directivos de Sol Líneas Aéreas aseguran que el avión accidentado, matrícula LV-CEJ, pasó por una rigurosa inspección en agosto del año pasado y aún le faltaban 2.000 horas de vuelo para el próximo control. La nave había sido incorporada a la flota precisamente en agosto. Fue construida en 1985.

Mientras se realizan los peritajes técnicos de los expertos, en la morgue federal de Buenos Aires se trabaja en la penosa y difícil identificación de los restos humanos a partir de la comparación de ADN de familiares de las 22 víctimas.