El bi del supercorredor y la sorpresa de la mucama

Miguel Heras y Natalia Castillo Salazar fueron las figuras del K42. Sólo tienen en común la posición final de la prueba.

La undécima edición del K42 de Villa la Angostura que organizó Patagonia Eventos contó con cerca de 1.000 participantes y la misma cantidad de sueños e historias. Cada uno de los corredores que largó, sea de elite o un simple aficionado, y transitó los duros caminos de esta cita deportiva, se encargó de escribir la suya. Miguel Heras ganó entre los hombres y Natalia Castillo Salazar entre las damas, ambos hicieron historia en el mismo escenario y con idénticos testigos. Es que el español, un profesional en estas pruebas a nivel mundial, conquistó su segundo K42 consecutivo y la chilena, una deportista amateur que trabaja de mucama, logró su primera victoria en el maratón de montaña más conocido del país ante la atenta mirada de miles de personas. Miguel y Natalia transitaron el sábado por los mismos caminos, pero suelen ir por senderos muy diferentes en sus vidas. Los antecedentes de los héroes de la carrera no tienen nada en común. Es que Heras en esta temporada se transformó en un atleta profesional y desde Salamanca corre para una de las marcas más importantes que tiene esta actividad, pues Salomon le paga por ello y además se encarga de vestirlo para cada competencia. El atleta de 38 años y padre de dos niñas viaja por el mundo participando en las citas más convocantes y prestigiosas de esta actividad, algo que se ganó gracias a su conducta y condiciones. Hace pocos días se quedó con un ultramaratón de 80 kilómetros en Bariloche y tras retener el título en Villa la Angostura se prepara para cruzar el atlántico y cerrar la temporada 2013, la mejor de su carrera, en España. La vida de Natalia Castillo Salazar es digna de una película. La chilena tiene una historia ideal para ser aprovechada por cualquier director de cine con ganas de motivar y emocionar al público. Hasta hace dos meses era una auténtica desconocida en la Argentina pero luego de ganar, por amplio margen, el medio maratón de Villa Pehuenia, el 1 de septiembre, llamó la atención y comenzó a ganarse el respeto de todos. A diferencia de Heras, la mujer de 47 años que vive en Temuco, no cuenta con apoyo de ninguna empresa privada ni del Estado, por lo que trabajando por horas como mucama se gana la vida para sobrevivir y alimentar “ las boquitas de mis dos chiquitos que viven en casa”, contó entre lágrimas Castillo Salazar, una veterana atleta que entrena en sus ratos libres, que no son muchos. Los grandes triunfadores viven realidades encontradas. Él tiene pagina de internet propia y en Facebook y Twitter lo siguen casi 10.000 personas, mientras que ella no utiliza las redes sociales. Pero el fin de semana, cuando Castillo cruzó la meta, hubo algo que llamó la atención de todos. La chilena había recorrido los 42 kilómetros de montaña con un viejo par de zapatillas de calle, algo impensado y llamativo si tenemos en cuenta que Miguel Heras cambia de calzado cada 300 kilómetros.

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