El derecho a la ilusión

Sé que en este país raramente los derechos a las cuestiones básicas, “garantizadas” por la Constitución, se puedan obtener en forma irrestricta y fluida sin antes tener que romper algo para llamar la atención o recibirlo.

Lamentable, pero cierto. Ya sabemos quiénes escapan a eso, lo vemos todos los días.

Pues, en mi afán de llamar la atención de la forma más simple y pacífica, es que recurro a este medio para llegar a nuestra gobernadora, sobre el derecho a la salud.

Mi madre tiene 87 años, hace un año ya que está cuidándose estrictamente siguiendo todos sus decretos para no caer en el Covid-19. ¿Sabe qué significa eso en una bisabuela, abuela, madre y hermana?

Pero la “llegada” de las vacunas le dieron otro brillo a sus ojos porque le daban una nueva esperanza, aun con cuidados, de poder ejercer otros derechos que le han sido restringidos.

Al saber eso, su edad casi le hizo estar lista y arreglada cada día, para cuando la fuéramos a buscar y llevarla a vacunar, porque por supuesto quiso la anotáramos de inmediato. A cambio todos los días le decimos: “No hay novedades, quizás mañana”. Entonces vuelve a sentarse frente al televisor, más apagada, y ve cómo pasan las colas de vacunados vips, o vacunas robadas o peor, no escucha nada de su gobernadora defendiendo su ilusión (la de mi madre), de que pronto va a estar vacunada. Entiende que le tema al presidente (la gobernadora), pero en su nueva inocencia de la edad cree que ella vale la pena que lo haga y se enfrente a quien sea para tener más vacunas y aplicarlas a toda la gente de salud, de seguridad y a los viejitos. A esta carta la preceden 30 días sin noticias. Gracias.

Mario Armando López

DNI 11.233.474

VILLA REGINA


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios