“El despojo de la riqueza del norte neuquino”
Hago referencia a la nota aparecida el martes 18 de agosto en vuestro prestigioso diario en Cartas de lectores firmada por el señor Eduardo Vega: Con su versión manifestada coincido totalmente, porque soy nacido y criado en esas venditas tierras de inigualables riquezas, precisamente en la mina Tungar, que con seguridad la mayoría de los neuquinos desconoce dónde queda. Ya en una oportunidad me manifesté en una carta del lector sobre la falta de planificación de los gobiernos que nunca planearon el crecimiento de la provincia. Se refiere el señor Vega a los despojos del olvido y hasta de los saqueos que ocurrieron hace medio siglo o más, con la actividad minera del carbón. Aquí hago un poco de historia: la mina Tungar nació en 1943 precisamente con la llegada de tres alemanes que vinieron conociendo de antemano que ahí existía carbón (nosotros no sabíamos que había). Ello sí lo necesitaban porque estaban en plena Guerra Mundial y les urgía fabricar armas. El carbón era uno de los elementos para ello. La mayoría de los crianceros dejaron sus animales para convertirse en mineros porque tenían mejor paga. Terminada la guerra, la abandonaron sin reparos dejando la gente a la deriva –entre ellos mi padre–. En 1945 Perón la nacionalizó, convirtiéndose en Cosomi, y más tarde en Yacimientos Carboníferos Fiscales, siguiendo por Auca Mahuida y después a la famosa mina San Eduardo. Ahí pasé mi infancia. Había escuela, terminé la primaria. Vivíamos confortablemente: escuela, hospital, policías y más de 2.000 obreros con sus familias. Quien quiera conocer esta historia, está reflejada en un libro: “San Eduardo, volver a su memoria”. En 1951 la mina explotó y permaneció encendida hasta 1959. Era tan o más importante que la mina de Río Turbio. Daba fuente de trabajo y un efecto multiplicador tremendo, ya que desde Zapala viajaban 30 ó 40 camiones diariamente para trasladar el carbón hasta el ferrocarril y de allí a los centros industriales. El carbón dejó de ser negocio y la mina desapareció sin quedar nada, sólo recuerdos y los mineros dispersados por Chos Malal, Malargüe y Río Turbio, etc. Un despojo total. El gobierno provincial, ausente. Abandonaron rutas, quedó el norte más incomunicado, cambiaron el trazado de la Ruta 40 (que igual lo podían haber hecho, quedando más incomunicadas las localidades de Covunco y El Agrio, y les hubiera venido bien ahora a los chinos) y quedó desamparada la balsa Huitrin que comunicaba con agilidad a Curacó, Pampa Tril y por supuesto Buta Ranquil (la balsa debe tener más de 80 años y está igual). Con mi familia llegamos a la zona del petróleo, nos radicamos en Villa General San Martín, anexa al Campamento Dadin (Esso). Hoy nada existe. Vivo actualmente en Cutral Co. El auge del petróleo, incluido Vaca Muerta, no se ve reflejado, y eso que por ley Nº 1604 estas localidades fueron declaradas para la radicación del polo petroquímico. A pesar de los años que lleva desde que fue dictada, nunca más se habló. Hay responsabilidad de la fuerzas por supuesto, y de los gobiernos. Aparentemente nos están ganando de mano: Añelo, ¿ciudad emergente y sostenible? Según dicen, y me caben dudas, ¿puede ser sustentable una ciudad planificada sin participación gubernamental, hecha por un banco, el BID, una empresa petrolera y el sector privado? Hace más de un siglo que se conoce que existen en esa zona gas y petróleo. ¿Nunca se planificó nada? ¿Y Cutral Co y Plaza Huincul tienen montada una mejor infraestructura para ser tenidas en cuenta, y aun prepararse y adaptarse mejor? ¿Quién manda? ¿Las empresas privadas o el gobierno provincial? Vuelvo a insistir, no existe ni está proyectada una planificación. Luis Alberto Aguilera DNI 7.575.776 Cutral Co
Luis Alberto Aguilera DNI 7.575.776 Cutral Co
Hago referencia a la nota aparecida el martes 18 de agosto en vuestro prestigioso diario en Cartas de lectores firmada por el señor Eduardo Vega: Con su versión manifestada coincido totalmente, porque soy nacido y criado en esas venditas tierras de inigualables riquezas, precisamente en la mina Tungar, que con seguridad la mayoría de los neuquinos desconoce dónde queda. Ya en una oportunidad me manifesté en una carta del lector sobre la falta de planificación de los gobiernos que nunca planearon el crecimiento de la provincia. Se refiere el señor Vega a los despojos del olvido y hasta de los saqueos que ocurrieron hace medio siglo o más, con la actividad minera del carbón. Aquí hago un poco de historia: la mina Tungar nació en 1943 precisamente con la llegada de tres alemanes que vinieron conociendo de antemano que ahí existía carbón (nosotros no sabíamos que había). Ello sí lo necesitaban porque estaban en plena Guerra Mundial y les urgía fabricar armas. El carbón era uno de los elementos para ello. La mayoría de los crianceros dejaron sus animales para convertirse en mineros porque tenían mejor paga. Terminada la guerra, la abandonaron sin reparos dejando la gente a la deriva –entre ellos mi padre–. En 1945 Perón la nacionalizó, convirtiéndose en Cosomi, y más tarde en Yacimientos Carboníferos Fiscales, siguiendo por Auca Mahuida y después a la famosa mina San Eduardo. Ahí pasé mi infancia. Había escuela, terminé la primaria. Vivíamos confortablemente: escuela, hospital, policías y más de 2.000 obreros con sus familias. Quien quiera conocer esta historia, está reflejada en un libro: “San Eduardo, volver a su memoria”. En 1951 la mina explotó y permaneció encendida hasta 1959. Era tan o más importante que la mina de Río Turbio. Daba fuente de trabajo y un efecto multiplicador tremendo, ya que desde Zapala viajaban 30 ó 40 camiones diariamente para trasladar el carbón hasta el ferrocarril y de allí a los centros industriales. El carbón dejó de ser negocio y la mina desapareció sin quedar nada, sólo recuerdos y los mineros dispersados por Chos Malal, Malargüe y Río Turbio, etc. Un despojo total. El gobierno provincial, ausente. Abandonaron rutas, quedó el norte más incomunicado, cambiaron el trazado de la Ruta 40 (que igual lo podían haber hecho, quedando más incomunicadas las localidades de Covunco y El Agrio, y les hubiera venido bien ahora a los chinos) y quedó desamparada la balsa Huitrin que comunicaba con agilidad a Curacó, Pampa Tril y por supuesto Buta Ranquil (la balsa debe tener más de 80 años y está igual). Con mi familia llegamos a la zona del petróleo, nos radicamos en Villa General San Martín, anexa al Campamento Dadin (Esso). Hoy nada existe. Vivo actualmente en Cutral Co. El auge del petróleo, incluido Vaca Muerta, no se ve reflejado, y eso que por ley Nº 1604 estas localidades fueron declaradas para la radicación del polo petroquímico. A pesar de los años que lleva desde que fue dictada, nunca más se habló. Hay responsabilidad de la fuerzas por supuesto, y de los gobiernos. Aparentemente nos están ganando de mano: Añelo, ¿ciudad emergente y sostenible? Según dicen, y me caben dudas, ¿puede ser sustentable una ciudad planificada sin participación gubernamental, hecha por un banco, el BID, una empresa petrolera y el sector privado? Hace más de un siglo que se conoce que existen en esa zona gas y petróleo. ¿Nunca se planificó nada? ¿Y Cutral Co y Plaza Huincul tienen montada una mejor infraestructura para ser tenidas en cuenta, y aun prepararse y adaptarse mejor? ¿Quién manda? ¿Las empresas privadas o el gobierno provincial? Vuelvo a insistir, no existe ni está proyectada una planificación. Luis Alberto Aguilera DNI 7.575.776 Cutral Co
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