El ex jefe se negó a declarar y un guardia negó todo

Carlos Britos guardó silencio ante el juez Norry, en la causa iniciada tras las denuncias por presuntas golpizas policiales. Un guardia negó las acusaciones. Declararán otros dos policías.

ROCA (AR).- El ex jefe de la alcaidía de Roca, comisario Carlos Britos, se abstuvo de prestar declaración indagatoria en el juzgado Nº2 a cargo de Rubén Norry, «hasta tanto no conocer en profundidad las acusaciones en su contra», se informó ayer. Britos fue citado el lunes pasado tras varias denuncias de internos de la alcaidía roquense, quienes aseguraron que durante el tiempo en que el comisario estuvo al frente de la cárcel local, recibieron golpes, especialmente al momento de requisados.

Las acusaciones de los presos apuntan también al jefe del grupo de requisa y a dos celadores, señalados por los internos como los más violentos dentro de la unidad de detención. Uno de los guardias prestó declaración indagatoria el viernes de la semana pasada, y según se informó, negó todas las acusaciones.

Para la próxima semana está prevista la citación del otro celador acusado por los presos, y del jefe de grupo de requisas.

Esta causa se originó tras una «lluvia» de hábeas corpus que el 13 de agosto del año pasado recayó en la Cámara Segunda del Crimen de esta ciudad. En ellos -un total de 171- se denunciaban las pésimas condiciones de alojamiento, la mala comida, la falta de medicamentos y atención médica, y los malos tratos del personal policial hacia los internos. De todos modos, ayer se aclaró que en no todos los hábeas corpus, se mencionaban los castigos físicos.

En los casos en que no se denunciaban golpes policiales, la Cámara Segunda envió un informe al Superior Tribunal de Justicia, mientras que en aquellos en los que se hacía mención a posibles excesos policiales, se los envió a la fiscalía -por sorteo fue la de Ana Benito- para que se investigue.

Fue así que la fiscal Benito, promovió acción penal contra el comisario Britos -quien fue reemplazado en la conducción de la cárcel por su par Leonardo Riveros-, dos celadores y el jefe de requisa de la unidad de detención.

Una vez que la causa llegó al juzgado Nº2 de Norry, se llamó a indagatoria a los policías acusados por los detenidos.

En la mayoría de los casos, los internos aseguran haber recibidos castigos durante las requisas policiales. También hicieron referencia a tratos humillantes. Otros también hacen mención a la utilización de celdas de castigo.

Sin embargo, varios de los internos que en sus escritos denunciaban el mal desempeño policial, se negaron a ratificar la denuncia ante la justicia.

Para los investigadores, esta actitud podría tener dos razones: que hayan sido obligados a firmar los pedidos de hábeas corpus y acusar bajo amenaza a los policías, o que tras ratificar las denuncias ante la justicia, teman ser blanco de represalias por parte de los uniformados.

 

Otra causa

La investigación que se sigue contra Britos y los otros tres policías, no es la única que se tramita por denuncias de excesos policiales. En otra causa, varios detenidos denunciaron humillaciones, como por ejemplo, que los uniformados los hacían desnudar sin motivo aparente y sin que se estuviera ante una requisa. «Esta modalidad se vendría repitiendo desde no hace mucho tiempo», informó ayer una fuente ligada a la investigación.

De todos modos, en esta causa se esperaba la recepción de más testimonios de detenidos, para luego definir si se puede identificar a los responsables e indagarlos.


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