El fanatismo religioso y la desinformación frenan la vacunación en tres regiones de Bolivia

“Pudimos percibir que se conjeturó una fantasía en torno a la vacuna contra la Covid-19, por ejemplo, dicen que es ‘la marca de la bestia’ y por eso te pedirán carnet para todo”, explicaron para referirse a las campañas antivacuna.

El fanatismo religioso y la desinformación han bloqueado el avance de la vacunación contra el coronavirus en tres regiones de Bolivia, informaron hoy las autoridades, mientras el recrudecimiento de la pandemia llevó a la ciudad de Cochabamba a reducir los horarios de circulación, en un intento de contener la propagación de la enfermedad.

Las campañas antivacuna de algunos cultos religiosos y la desinformación en torno a la gravedad de la enfermedad han ralentizado el proceso de inmunización en los departamentos orientales de Beni y Pando, al igual que en el sureño Potosí.

“Pudimos percibir que se conjeturó una fantasía en torno a la vacuna contra la Covid-19, por ejemplo, dicen que es ‘la marca de la bestia’ y por eso te pedirán carnet para todo”,

dijo la asambleísta departamental de Beni, Claribel Sandoval, quien denunció una «intensa» campaña contra el inoculante por parte de algunas iglesias evangélicas, reportó el diario Página Siete.

Según Sandoval, estos grupos evangélicos piden a las personas que no se vacunen porque serán parte de «este entorno mundial que ya recibió esta marca de la bestia». «Es increíble pero lo escuché de compañeras y hermanas que deberían estar vacunándose y difundiendo otro tipo de mensaje”, sentenció.

Según el Ministerio de Salud boliviano, Beni es la región del país con menor cantidad de vacunas aplicadas, donde sólo se administró el 22% del total de dosis entregadas por el Gobierno.

Si bien en un principio el Servicio Departamental de Salud (Sedes) atribuyó la demora a la falta de conectividad o equipos para elevar los registros, las campañas de desinformación presentan un nuevo problema y parte de la población se muestra renuente a las dosis.

Ante esta situación, el jefe de epidemiología del Sedes de Beni, Antonio Castro, advirtió que no se entregarán más vacunas hasta que acaben las dosis y precisó que, en caso de no usarse, la entidad pedirá su devolución antes de su fecha de vencimiento.

“Si ya se acerca la fecha de vencimiento y continúan sin uso, pediremos que nos las envíen en un avión de regreso. Sería una barbaridad dejar que se pierdan”,

esgrimió Castro.

También en la región vecina de Pando, pese a tener un avance del 41% de aplicación de las dosis, las autoridades aún tienen problemas con el plan de vacunación en las áreas rurales, aseguró el director del Sedes local, Danny Mendoza.

“En el área rural tenemos el mismo problema que en todo el país, la gente no quiere vacunarse”, afirmó Mendoza, quien atribuyó el desinterés al miedo a la vacuna e incluso a la desinformación que se generó sobre las coagulopatías.

La región suroccidental de Potosí, fronteriza con Argentina, también registra índices bajos de vacunación con un 30% de aplicación de la primera dosis, algo que las autoridades adjudican a la desinformación, en particular en el área rural. De hecho, un líder comunitario del norte de esa región, Sebastián Felipe Gabriel, minimizó recientemente la gravedad de la Covid-19 y afirmó que «la gente siempre muere” y «esa enfermedad sólo se presenta en la ciudad y no en el campo».

En tanto, Bolivia es golpeada por un nuevo rebrote de la pandemia, con 1.501 positivos -concentrados en su mayoría en las localidades de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba- y 25 muertes en la última jornada. En total, el país ya acumula 296.892 infectados y 12.783 fallecidos desde el inicio del brote.

Ante el deterioro de la pandemia, la ciudad de Cochabamba, la tercera más poblada del país, decretó ayer una reducción de los horarios de circulación, que sólo estará habilitada entre las 5 y las 22 horas, vigente al menos hasta el 7 de mayo.

Las autoridades ordenaron, asimismo, limitar las actividades de los restaurantes, locales y centros de eventos a menos de 50 personas, y los eventos deportivos deben realizarse con el 15% del público.

Mientras, el transporte público trabajará con el 75% de aforo sin pasajeros parados y también se decidió fortalecer el control en los mercados para que se cumplan las medidas de bioseguridad, como el uso obligatorio de tapabocas.

Agencia Télam.


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