“El jesuita”, un retrato del porvenir del pontífice y no del pasado de Bergoglio
Lo escribieron los periodistas Sergio Rubín y Francesca Ambrogetti.
FERIA DEL LIBRO DE BUENOS AIRES
Una nueva edición del libro “El jesuita” fue presentada en el marco de la 39ª Feria del Libro, donde se destacó que la obra del periodista Sergio Rubín, especialista en temas religiosos de Clarín y de la italiana Francesca Ambrogetti, es la única biografía autorizada de Francisco, el argentino que se convirtió en Papa.
El filósofo y escritor Santiago Kovadloff aseguró que la obra es “un retrato” del porvenir del pontífice y no del pasado de Jorge Bergoglio, mientras el sacerdote José “Pepe” Di Paola subrayó el carácter “paternal” del entonces arzobispo de Buenos Aires, quien supo darle protección cuando, siendo responsable de la pastoral de las villas de emergencia, fue amenazado de muerte por narcos.
“Su austeridad, su sencillez, no es una postura. El Papa no está haciendo marketing con eso”, sostuvo el sacerdote.
La obra fue presentada ayer en la sala Jorge Luis Borges del predio de La Rural, tras lo cual Rubin y Ambrogetti firmaron ejemplares del libro.
Rubin recordó el afectuoso saludo que le brindó el Papa durante un encuentro con 6.000 periodistas en el Vaticano y afirmó que su estilo “cercano a la gente, no cambio”.
En tanto, Ambrogetti dijo que el libro no habla “con sorpresa” del papa Bergoglio, sino que es una recopilación de lo que “él es, de su personalidad”.
La actual edición de “El Jesuita” tiene nueva tapa y reemplaza la de 2010, que se agotó en horas tras la elección pontificia de Bergoglio, y ya fue traducida a 14 idiomas en 20 países.
En Portugal, es actualmente primera en venta.
La obra editada por Vergara reproduce las conversaciones que los periodistas mantuvieron con el entonces primado argentino sobre temas clave de su vida privada y religiosa.
En el libro, el hoy Papa habló por primera vez de su actuación durante la última dictadura militar, cuestionada por algunos sectores que lo acusaron de haber supuestamente “entregado” a dos sacerdotes jesuitas cuando, en 1976, era el superior de esa orden religiosa en el país.
“Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba para abogar por las personas secuestradas. Me moví dentro de mis pocas posibilidades y mi escaso peso”, aseguró en el capítulo titulado “La noche oscura que vivió la Argentina”.
También afirmó que los curas abusadores tienen “perversiones” previas a la opción del celibato, por lo que reclamó una estricta selección de los aspirantes al seminario para evitar que quienes padecen estas desviaciones “de tipo psicológico” puedan ser ordenados.
Asimismo, se refirió a su gusto por el tango, la literatura y a su pasión por San Lorenzo. (Telam)
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