El Mercosur le da un portazo a Venezuela y la deja cerca del divorcio

Los cuatro países fundadores del bloque asumieron conjuntamente la presidencia en lugar de transmitirla a Caracas y le advirtieron que debe cumplir los tratados o será suspendida. Para Maduro “pretenden destruir” la unión regional “mediante artimañas”.

En pleno temporal político y económico, Venezuela recibió un portazo diplomático. El Mercosur le impidió formalmente ejercer la presidencia del bloque y advirtió que podría definir su salida definitiva por incumplir con los tratados básicos del acuerdo, con lo que expone al gobierno de Nicolás Maduro al aislamiento internacional.

Los fundadores del Mercosur –Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– bloquearon la presidencia rotativa de Venezuela y advirtieron con suspender al país petrolero si no cumple con “sus obligaciones” en materia comercial y política (incluida la de derechos humanos).

“Por razones de urgencia y a fin de asegurar el funcionamiento del Mercosur, los cuatro Estados Partes signatarios del Tratado de Asunción definirán los cursos de acción y adoptarán las decisiones necesarias en materia económica y comercial y otras materias esenciales”, indica el texto de la Declaración Conjunta.

La declaración –firmada por Argentina, Brasil, Paraguay, y Uruguay– indica que es “necesario asegurar el funcionamiento del Mercosur y considerar la participación de la República Bolivariana de Venezuela en base a los principios y al objeto y fin del Tratado de Asunción”.

En ese marco, establece “el 1 de diciembre de 2016” como fecha tope para que Venezuela “de cumplimiento a las obligaciones asumidas en su Protocolo de Adhesión al Mercosur”, y aclara que la “persistencia del incumplimiento” significará “el cese del ejercicio de los derechos inherentes a la condición de Estado”.

Además, indica que los cuatro países podrán “adoptar las decisiones necesarias en materia económico-comercial y en otros temas esenciales para el funcionamiento del Mercosur”, así como “en las negociaciones comerciales con terceros países o con bloques de países”.

Alegando que las decisiones en Mercosur se toman por “consenso y respetando las normas de funcionamiento”, el gobierno de Maduro desconoció la medida y dijo que no tolerará “violaciones a los Tratados” del grupo. La canciller venezolana enfatizó: “Pretenden destruir el Mercosur mediante artimañas antijurídicas. Es reflejo de la intolerancia política y desesperación de burócratas”. La medida se produce justo cuando Venezuela acoge la cumbre de Países No Alineados, un foro de 120 naciones surgido en la Guerra Fría. Pero apenas han confirmado asistencia 11 países.

Para la internacionalista Elsa Cardozo el Mercosur veló por sus “reglas –que incluyen protocolos democráticos y de derechos humanos– y propósitos, como las negociaciones con la Unión Europea”, en las que Venezuela “no quería ni podía” comprometerse. Los incumplimientos “eran tolerados (…) hasta finales del gobierno de Chávez. Pero ese balance cambió junto con la pérdida de capacidades materiales y legitimidad del gobierno de Maduro”, agregó.

“Venezuela usaba sus recursos para tener influencia, pero hoy, asediado por la crisis, Maduro está a la defensiva y sus apoyos son reducidos”.

Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, con sede en Washington.

La crisis se produce en un momento delicado para el bloque, que negocia un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE), que Venezuela rechaza.

Un drástico cambio de escenario

Venezuela logró unirse al Mercosur en el 2012 tras la suspensión temporal de Paraguay, que se opuso por años.

Con aval de Argentina, Brasil y Uruguay, Hugo Chávez veía en el bloque una garantía de abastecimiento para una economía que importa casi todo. El bloque ganaba en provisión energética.

En cuatro años la situación viró radicalmente: murió Chávez, Venezuela cayó en un coma económico por el desplome del crudo, Argentina optó por un gobierno de centroderecha y Brasil cambió en forma similar tras la destitución de Dilma Rousseff.

Datos

“Venezuela usaba sus recursos para tener influencia, pero hoy, asediado por la crisis, Maduro está a la defensiva y sus apoyos son reducidos”.
La crisis se produce en un momento delicado para el bloque, que negocia un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE), que Venezuela rechaza.

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