El misil del Granadero
Rossi contó con un auto tremendo y se decidió a ganar en Olavarría, sin pensar en los kilos de lastre.
Gentileza
El Granadero se olvidó de las especulaciones, tuvo un auto que fue una aplanadora y se llevó la victoria en la quinta fecha del certamen que se realizó en Olavarría.
En una prueba con un final electrizante en Olavarría, Matías Rossi ganó de punta a punta su primera final del actual certamen del TC con el Chevrolet que alista el Donto Racing. Lo siguieron Diego Aventín con el Ford que atacó con todo en las últimas vueltas y Josito Di Palma, en su mejor resultado en la categoría con el Torino. Mariano Werner terminó quinto, cerró un buen negocio y se mantiene al frente de la etapa regular. De punta a punta y con un poco de incertidumbre en el epílogo, Rossi mandó en la quinta fecha del certamen. Sólo amagó en el principio José M. López y en el cierre el Pumita Aventín. Los duelos entre Rossi y López se convirtieron en un clásico. Cambian las categorías, los circuitos o los autos, pero el mano a mano se repite. En Olavarría volvieron a cruzarse, nada menos que en la primera fila de la final del TC. Igual que en Rosario hace una semana atrás en Súper TC 2000, el Granadero le ganó la pulseada a Pechito manoteó la punta. Pasaron las primeras vueltas y López no le perdía pisada a Rossi, soldados uno con otro y haciendo tiempos casi calcados. Ambos se despegaron, al igual que Juan M. Silva y Aventín de Werner. Josito Di Palma fue la sorpresa, siendo uno de los más rápidos. En la sexta vuelta dio cuenta de Werner y saltó al quinto lugar, para luego alejarse y salir en búsqueda del Pumita. Un poco más atrás, Guillermo Ortelli, Norberto Fontana y Christian Ledesma se las arreglaban para abandonar el fondo del pelotón e iban avanzando. En diferentes sectores también había lucha, como la de Mauro Giallombardo con Emanuel Moriatis por el décimo lugar, o la de Omar Martínez con Jonatan Castellano por ingresar entre los 20 mejores. En la novena vuelta, el Pumita sacó las garras y lo ejecutó al Pato, ubicándose tercero. Promediando la final, los tiempos se fueron para arriba y Aventín intensificó la presión sobre Pechito. Rossi se alejó y López dejó de preocuparse por atacarlo al líder para concentrarse en defenderse del ataque del Falcon. Poco después, los dos se tranquilizaron, y Di Palma pudo superar a Silva. El puntero, quien edificó una amplia diferencia y puso la prueba en el freezer, vio todo reducirse a fojas cero cuando el auto de seguridad a pista por un trompo de Luciano Ventricelli que lo depositó en la tierra arada. Otra vez todos juntos en la 22 vuelta. El Granadero salió disparado cuando se reanudó y López debió esforzarse para contener a Aventín. El golpe de escena fue el abandono de Pechito por la rotura del motor de su Dodge. Entonces, Aventín salió a la caza de Rossi y le puso emoción al buscar el hueco para pasar a liderar por todas partes. El Granadero se defendió como pudo y llegó con lo justo, con las banderas amarillas que lo salvaron en la horquilla. Pese a que hace unos días sostuvo que el triunfo tenía que llegar en las últimas prueba, durante la Copa de Oro, Rossi quiso ganar. Quizás sea porque en la próxima prueba en Termas cambie la fisonomía de los autos con la modificación reglamentaria de la quita de cargas y la incertidumbre que genera lo haya motivado a no dejar escapar este logro.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios