El misterio de la mochila de Muñoz que nunca apareció

Es una de las piezas que podría aportar información para esclarecer el homicidio. Se cree que el policía llevaba ropa en ella. Llamó la atención que la víctima estaba con un uniforme limpio cuando se halló su cuerpo, tras varias semanas de secuestro.

Cuando apareció el 10 de agosto del año pasado el cadáver del policía Lucas Muñoz ejecutado de un tiro en la nuca en un descampado en las afueras de Bariloche, los investigadores quedaron sorprendidos por la frialdad del crimen. También quedaron desconcertados porque Muñoz estaba con su uniforme limpio y en el lugar hallaron su arma reglamentaria, sus documentos y hasta su celular. Sin embargo, nunca encontraron la mochila que tenía cuando salió de su domicilio, para ir a trabajar en la comisaría 42 de esta ciudad.

El fiscal Martín Govetto está a cargo de la investigación. Desde el inicio de la causa intenta armar el rompecabezas para esclarecer el homicidio, que sigue impune, pero faltan demasiadas piezas. La mochila es una de esas piezas. Fuentes con acceso directo a la investigación confiaron que una de las principales hipótesis es que Muñoz llevaba ropa en su mochila cuando salió el 14 de julio del año pasado de su casa, ubicada en Moreno y Frey.

La imagen del policía portando la mochila quedó grabada en una de las cámaras de seguridad. Las fuentes comentaron ayer que Muñoz salió con ropa de su casa y eso explica porqué el uniforme estaba limpio cuando hallaron el cuerpo. “Es imposible que una persona que estuvo 27 días desaparecido tenga la ropa limpia”, explicaron.

Los investigadores sospechan que Muñoz “se prestó posiblemente para algo”, pero todo salió mal. Una de las hipótesis que exploran apunta a que algunos policías enfrentados con la conducción de entonces de la Policía de Río Negro, querían enviarle un mensaje. Otros creen que el mensaje era para el gobernador Alberto Weretilneck.

Algunas pistas sostienen esa hipótesis. Daniela Rodio, que se presentó tras la desaparición de Muñoz, como la novia del oficial ayudante, declaró que el joven le había pedido que se marchara el 14 de julio de Bariloche y regresara a Villa Regina, donde tiene su domicilio. La mujer afirmó que Muñoz le indicó que en tres o cuatro días pasaría por Villa Regina. Muñoz, de 29 años, estaba angustiado porque no le salía el pase para regresar a Viedma, para estar más cerca de sus hijos.

Ayer, otras fuentes que conocen la investigación recordaron que el chofer del colectivo que trasladó desde el centro de Bariloche hasta la avenida Juan Marcos Herman, donde Muñoz descendió, declaró que el policía cruzó la ruta en dirección al barrio Cooperativa 258.

Ese testimonio contradice la versión que dieron dos agentes policiales que aseguraron que habían visto a Muñoz en la avenida dialogando con el conductor de un vehículo gris. Lo que está corroborado es que no llegó a la comisaría 42.

Más información: El hallazgo de una vaina de una bala no cambia la hipótesis del caso; Buscan pistas del crimen de Lucas Muñoz en el celular de un ex jefe policial

Falta peritar la bala hallada en octubre

El fiscal Martín Govetto se reunió esta semana con los padres de Lucas Muñoz. Les informó sobre las diligencias últimas y algunas medidas pendientes. Falta hacer la peritación balística de la vaina servida y del resto de plomo que hallaron el 2 de octubre pasado en el lugar donde hallaron el cadáver. La expectativa es que la peritación determine que fue la bala que usaron para ejecutar al policía, porque, ahora, están convencidos de que en el descampado asesinaron a Muñoz.


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