El municipio de Bariloche acumuló 52 millones de deuda con la CEB

El exintendente Marcelo Cascón firmó el primer convenio con la CEB para colocar tableros comunitarios en las tomas y asumir desde el municipio la responsabilidad de pagar las facturas. Sus sucesores Omar Goye, María Martini y Gustavo Gennuso renovaron esos acuerdos, pero nunca pagaron.

Las facturas eléctricas impagas que acumula el municipio por los consumos de sus propias dependencias y de las tomas de tierra superan ya los 50 millones de pesos y todavía no hay un acuerdo de pago para poner esas cuentas en cero.

El presidente de la Cooperativa, Carlos Aristegui, dijo que la CEB a su vez tiene deuda por tasas y derechos de uso de espacio público, que no paga desde hace años, a la espera de una compensación . Señaló que conversan del tema en forma permanente con el intendente Gustavo Gennuso, quien hace pocos días prestó su conformidad para llevar el planteo a la comisión de Transacciones, integrada los representantes del Ejecutivo, el Concejo y el Tribunal de Contralor. 

Aristegui lo señaló como un avance, pero no es seguro que allí se alcance un acuerdo que ponga fin a la controversia, iniciada hace más de una década, cuando el exintendente Marcelo Cascón firmó el primer convenio con la CEB para colocar tableros comunitarios en las tomas y asumir desde el municipio la responsabilidad de pagar las facturas. 

Sus sucesores Omar Goye, María Martini y Gustavo Gennuso renovaron esos acuerdos, pero nunca pagaron, ya que al mismo tiempo le reclaman a la CEB por sus obligaciones incumplidas. Las dos partes señalan que el camino es la compensación, pero siempre hubo discrepancia a la hora de cotejar las liquidaciones.  

De todos modos, el año pasado la deuda se achicó porque la municipalidad compró un camión desobstructor para el servicio de saneamiento de la CEB por 17 millones de pesos. Y el gobierno de Gennuso avanza en la cesión de un terreno para una subestación transformadora de electricidad en la zona sur de la ciudad, a cuenta también de la deuda.

Aristegui dijo que a esta altura ya no hay duda de que la CEB tiene un abultado saldo a favor, que  cifró en 52 millones de pesos. Señaló sin embargo que esa suma bajará entre 14 y 16 millones al restar el valor del camión desobstructor que el municipio compró el año pasado en una operación de leasing para cederlo a la Cooperativa. 

Los tableros de luz en los barrios se multiplican y la suma demandada por la CEB no paró de aumentar. Una nota anterior de este diario, en noviembre de 2017, señalaba que la deuda reclamada por la distribuidora eléctrica al municipio era por entonces de 12 millones de pesos y desde entonces creció más del 400%. 

No sé si el municipio reconoce estos números, pero es lo que llevaremos a la comisión de Transacciones”, afirmó Aristegui.

Dijo que al menos es “alentador” que Gennuso aceptado ese ámbito de conciliación y entendió que la solución estaría más cerca. Aseguró que no ese encuentro para cotejar “los créditos de ambas partes” no tiene fecha pero sería “en breve”. 

La mayor parte de la deuda municipal corresponde a los consumos eléctricos de las tomas 29 de Septiembre y Alun Ruca, donde los vecinos no tienen medidores individuales y se conectan al servicio mediante tableros comunitarios. 

El municipio subsidia una parte de las facturas y les cobra el resto a los usuarios, que en algunos casos acumulan considerables atrasos.

Los montos son importantes porque muchos no tienen gas y usan la electricidad para calefacción y también para calentar agua y alimentos. Esos acuerdos nunca fueron validados por ordenanza y serían cuestionados también por el Tribunal de Contralor.


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