El municipio de Bariloche tiene listo su nuevo planeamiento para el oeste

Luego de un trabajo participativo que demandó 18 meses e involucró a unas 600 personas, el Ejecutivo municipal le dio las puntadas finales al plan urbano ambiental para la zona oeste del ejido, que tiene una alta proporción de bosque nativo y está considerada la de mayor riesgo ecológico.

El Consejo de Planeamiento Estratégico presentará el trabajo en público en un encuentro convocado para hoy a las 18 en el Club de Regatas. El 12 de agosto será debatido en audiencia pública y luego ingresará como proyecto de ordenanza al Concejo, que debe dar la aprobación final.

El secretario de Desarrollo Urbano, Pablo Bullaude, aseguró que el objetivo central del trabajo es “la protección del recurso natural”. La zona Oeste desde el kilómetro 10 hasta Llao Llao tiene parámetros urbanísticos que quedaron superados y actualmente existe allí existe una prohibición de nuevos loteos y desarrollos establecida por Carta Orgánica hasta que exista un nuevo planeamiento integral para el área.

Cuando se puso en marcha la ronda de consultas algunas juntas vecinales y referentes ambientalistas habían manifestado su recelo porque entendieron que abriría la puerta a proyectos inmobiliarios que hoy están vedados. Pero luego la preocupación cedió en parte, a medida que avanzó el proceso participativo.

Según Bullaude, el plan establece “un sistema de gestión del paisaje”. Aseguró que en casi el 90% del territorio habrá alto grado de restricción, al punto de que “no se puede hacer lo que antes sí”.

Mientras que en el 13% habrá parámetros de uso acotados, que no aumentarían la densidad sino que buscan “un ordenamiento del cómo” se urbaniza. Ese 13% comprende las áreas que ya están más pobladas e impactadas, explicó el funcionario.

El plan también apunta a “mejorar la calidad del espacio público y el acceso a las costas”, agregó Bullaude.

Dijo que “hoy no hay instrumentos ni recursos para tomar decisiones” y esa carencia será resuelta con el nuevo plan urbano. El criterio, subrayó, es “tener algo más que un Código, es una herramienta para que el Estado la lleve adelante, sin esperar a que sucedan las cosas”.

En la zona hay lagos como el Nahuel Huapi, el Moreno y varios cursos de agua. En relación con las costas, el secretario dijo que la idea es “recuperar y hacer nuevos accesos”, con la previsión de asegurar espacios ribereños “para la construcción de un futuro paseo costanero, “aunque sea peatonal”.

También está prevista la ampliación de la reserva natural Casa de Piedra (una de las áreas más frágiles del Oeste) y la protección del mallín del kilómetro 12, que está loteado y tiene propiedades privadas. Dijo que allí no se podrá construir de ningún modo y que la idea es alcanzar algún acuerdo con los titulares, “sin llegar a la expropiación, que es la última opción, y la más cara para el Estado”.

Un modelo a seguir

Bullaude afirmó que el proceso participativo, que estrenaron para este caso incluyó entrevistas, “aulas” y grupos focales, se desarrolló durante un año y medio y fue “muy positivo”. Dijo que ya está en marcha un proceso similar para el área centro y sur de la ciudad y luego continuarán con el este.

Un caso especial son las tierras del Ejército y otros organismos del Estado nacional, donde está proyectado un “parque central”. Según Bullaude, demandarán un abordaje específico, que fue encargado a un grupo de trabajo que se conformó hace no más de 15 días.