El negocio de Irak, sólo para EE. UU. y sus aliados

WASHINGTON (AP) – El gobierno estadounidense defendió firmemente ayer su decisión de prohibir que las empresas de países opuestos a la guerra contra Irak pujaran para obtener contratos para la reconstrucción del país árabe, valorados en más de 18.000 millones de dólares.

La decisión fue criticada de inmediato por Canadá, Alemania, Francia y Rusia. La Unión Europea dijo ayer que examinará si la decisión del gobierno estadounidense de excluir a ciertos países de contratos para la reconstrucción de Irak viola las regulaciones de la Organización Mundial de Comercio.

Ante el clamor de ciertos aliados, el vocero de la Casa Blanca Scott McClellan dijo ayer que esa política es «apropiada y razonable».

El vocero avanzó el argumento -popular en período pre-electoral-de la utilización del dinero de los contribuyentes estadounidenses solamente en beneficio de las firmas nacionales o de países aliados.

«Los principales contratos para la reconstrucción, financiados con dólares de los contribuyentes estadounidenses, deberían ir al pueblo iraquí y aquellos países que trabajan con Estados Unidos en la difícil tarea de ayudar a construir un Irak libre, democrático y próspero», dijo McClellan.

El vocero agregó que otras naciones que desean obtener una participación en los 18.600 millones que suman los contratos de reconstrucción, suma que aprobó el mes pasado el Congreso tras un pedido presupuestario especial por el presidente George W. Bush, podrán hacerlo participando militarmente. Además, podrán pujar por los contratos financiados por un fondo internacional separado que sumará unos 13.000 millones de dólares.

«Estados Unidos y los países de la coalición, así como otros que contribuyen con fuerzas (en Irak), y el propio pueblo iraquí son los que han ayudado y se han sacrificado para construir una nación libre y próspera para el pueblo iraquí, y creo que es totalmente apropiado que esos dólares de los contribuyentes estadounidenses vayan a las entidades y acabo de mencionar», agregó.

La Casa Blanca está «al tanto de la decisión, y la respalda plenamente». Además, circuló por varios organismos gubernamentales antes de ser anunciada el martes por el Pentágono agregó el vocero.

El fallo impide a las empresas de países como Francia, Alemania, Rusia y Canadá pujar para obtener esos contratos, ya que sus gobiernos se opusieron a la guerra. Esos gobiernos criticaron duramente la decisión. «Si esos comentarios son ciertos … será difícil que aportemos más dinero para la reconstrucción de Irak», dijo el viceministro canadiense de Relaciones Exteriores, John Manley.

«Excluir a los canadienses por el mero hecho de ser canadienses sería inaceptable si (los estadounidenses) aceptan fondos de los contribuyentes canadienses para la reconstrucción de Irak».

Steven Hogue, vocero del primer ministro Jean Chretien, dijo que Canadá contribuyó más de 190 millones de dólares para la reconstrucción de Irak.

Desde alemania, el ministro alemán de Relaciones Exteriores Joschka Fischer dijo que «vemos hoy con sorpresa esas informaciones y hablaremos de ellas con la parte estadounidense».

Por su parte, su par ruso Igor Ivanov, dijo que la orden cursada el viernes por el subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz es incomprensible. «Creo que (la reconstrucción de Irak) redunda en interés común, y todos los que están dispuestos a participar en ello deberían tener la posibilidad de hacerlo», dijo Ivanov. Para Thomas Carothers, especialista en política exterior de la Fundación Carnegie de Washington, la administración Bush «perdió una buena ocasión de ganarse el apoyo de aliados importantes».

Caen asesinos de españoles

MADRID(AFP) – El gobierno español anunció la detención en Irak de los presuntos autores del asesinato de ocho agentes secretos españoles ocurridos en fechas distintas, esperando que «paguen por lo que han hecho», en palabras de José María Aznar.

El primer anuncio lo hizo el ministro español de Defensa, Federico Trillo, al indicar que el fin de semana en Bagdad fueron detenidas cinco personas sospechosas del asesinato a principios de octubre de un agregado militar de inteligencia en la capital iraquí. El segundo anuncio corrió a cargo del presidente del gobierno, al asegurar que fueron detenidos los presuntos autores del ataque que a fines de noviembre costó la vida a siete espías españoles en Irak, confiando en que «paguen por lo que han hecho».

Un operativo conjunto de 4 compañías estadounidenses y la policía iraquí, apoyado por los servicios británico, norteamericano y español, permitió «a primera hora de la mañana la captura de 41 personas, entre las que se hallarían los presuntos responsables directos, ejecutores y organizadores» del atentado.