El papa instó a preservar a los cristianos en Medio Oriente

Recibió en el Vaticano a patriarcas coptos, maronitas, sirios, armenios y de la India y pidió unidad y paz en el área.

AP

CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- El papa Francisco lanzó ayer un vibrante llamamiento a la preservación de la presencia de cristianos en Medio Oriente, amenazada por los conflictos y el islamismo radical. “No nos resignamos a pensar en un Oriente Medio sin cristianos”, afirmó en un discurso ante los patriarcas y arzobispos de las Iglesias orientales reunidos en el Vaticano. Manifestó su “enorme preocupación” por las condiciones de vida de los cristianos en esa región, que emigran en masa debido a tensiones internas y conflictos. “En Siria, Irak, Egipto y otras regiones de la Tierra Santa abundan las lágrimas”, clamó Francisco. Dijo que no tendrá paz “mientras hombres y mujeres de cualquier región y religión sean heridos en su dignidad, privados de lo necesario para sobrevivir, sin un futuro y obligados a vivir en la condición de refugiado o desplazado”, afirmó. Es la primera vez que el papa argentino se reúne con la jerarquía de los cristianos de Oriente, católicos de rito oriental y ortodoxos, que viven en difíciles condiciones religiosas, sociales y de seguridad. El papa improvisó en una ocasión para denunciar la “persecución encubierta” que padecen cristianos de esa región. Se estima que entre 10 a 13 millones de cristianos viven en esa zona, de los cuales 36% en Líbano, 10% en Egipto, 5,5% en Jordania, 5% en Siria, 2% en Irak, 2% en Israel, en tanto que 1,2% son palestinos, según las estadísticas de la Obra de Oriente. Buena parte de ellos sufren presiones para que abandonen su tierra, suelen ser amenazados o han sido blanco de atentados. “Desde hace dos mil años profesan el nombre de Jesús, son ciudadanos radicados en la vida social, cultural y religiosa de sus naciones”, recordó el pontífice. “Hoy, junto con los pastores de las Iglesias orientales, lanzamos un llamado para que se respete el derecho de todos a tener una vida digna y a profesar libremente la propia fe”, dijo. Recordó a Jerusalén, la ciudad santa para las tres religiones monoteístas -judía, cristiana y musulmana-, “donde nacimos todos espiritualmente”, el lugar escogido por Dios para que “Oriente y Occidente se unan”, afirmó. Patriarcas maronitas, coptos católicos, greco-melquitas, católicos sirio, caldeos y armenios se reunieron junto a los representantes de las iglesias orientales de India (sirio-malabar y sirio-malankara), del este de Europa (Ucrania, Rumania) y el patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal. Francisco elogió la “vitalidad” de esas iglesias, algunas de las cuales fueron acosadas por regímenes comunistas, y alabó “la colegialidad”, “sobriedad” y “gestión transparente de sus bienes.


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