El Poder Judicial de Neuquén pasa a trabajar en burbujas para recuperar el atraso

Uno de los objetivos es volver a agendar juicios orales, en especial con jurados populares. Además harán ajustes para que no se retrasen ni reprogramen las audiencias.

Aforo es una de las palabras aclimatadas al lenguaje cotidiano desde que comenzó la pandemia. Equivale a capacidad. En el caso del Poder Judicial de Neuquén, por ejemplo, desde el 18 de junio tenía vigencia el decreto 323/10 sobre la atención al público y la presencialidad en dependencias y organismos «hasta el límite que permita un aforo máximo de 30%».

Ese decreto y el concepto de aforo acaban de ser reemplazados por otro término que también frecuenta el vocabulario a partir de la pandemia: burbujas.

La presidencia del Tribunal Superior de Justicia acaba de disponer mediante el decreto 418/21 que la conformación de equipos de trabajo para la prestación de servicio normal presencial en las dependencias judiciales deberá hacerse asegurando la conformación de burbujas de trabajo.

Ordena además que deberán observarse el cumplimiento de todas las medidas de distanciamiento contenidas en el protocolo vigente y hasta el límite que permita el espacio físico del organismo, dejando sin efecto el límite del aforo del 30% establecido por el decreto del 18 de junio.


Se reactiva la agenda


Una de las consecuencias directas es que se reactivará la agenda de juicios orales, y de juicios por jurados populares.

Como alertó Río Negro en varias notas, hay un atascamiento importante de legajos por varias razones. La emergencia sanitaria es una de ellas. El 1 de julio pasado hubo una reunión cumbre entre las cabezas del Colegio de Jueces (Estefanía Saulí y Mauricio Zabala), del Tribunal de Impugnación (Florencia Martini y Richard Trincheri) y la Dirección de Coordinación General (Gabriela Villalobos y David Ojeda) en la que se dejó constancia de que hay 136 juicios pendientes, y ponerse al día llevará casi un año.

A partir del nuevo decreto del presidente Germán Busamia, mañana lunes se reunirán representantes de los ministerios públicos de la Fiscalía y de la Defensa con Gabriela Villalobos para comenzar el agendamiento. La supervisión de la tarea quedó a cargo del vocal Alfredo Elosu Larumbe.

Por otra parte hay cinco juicios por jurados pendientes que corresponden a la fiscalía de Delitos Sexuales. Se contemplará que el mismo equipo forme una burbuja y se encargue de la realización.

Cuando se planificó la Ciudad Judicial, se reservó una sola sala con amplitud para jurados populares. Es la número 12. El distanciamiento que requiere una pandemia no entró en las previsiones.

Con la nueva estrategia de burbujas se la podrá utilizar para un juicio por jurados en el que hay cuatro imputados, algunos con dos defensores, más el equipo de la fiscalía y dos querellantes. Es la tentativa de homicidio del taxista Miguel Sisterna. El aforo de 30% no lo permitía.


Sorpresa: llegamos a un acuerdo


Como se expresa en esta nota, la emergencia sanitaria es una de las razones por las cuales se atrasó la agenda de juicios orales. Hay otras: las medidas de fuerza dispuestas por el sindicato en reclamo de un incremento salarial que acompañe la inflación; los inesperados cambios de defensores con el consiguiente pedido de postergación de audiencias ya fijadas; la falta de jueces en algunos casos; el pedido de acumulación de legajos.

Hay un motivo más, que algunos magistrados y magistradas observan con atención porque va en contra del modelo adversarial del Código Procesal Penal: los acuerdos (pleno o parcial) entre partes presentados como cuestión previa el primer día de juicio; la consiguiente solicitud de aplicación de las reglas de juicio abreviado (algo en lo que incurre la fiscalía incluso en contra de directivas específicas del fiscal general en la Instrucción número 8); los desistimientos masivos de testigos…


Ejemplo práctico


Ejemplo práctico del lunes 2 de agosto: la Oficina Judicial programó tres días de audiencia en un juicio por homicidio. Designó a tres jueces a los cuales retuvo la agenda por el plazo estimado de duración del mismo. Pero el primer día, fiscalía, querella y defensa anunciaron que habían llegado a un acuerdo pleno sobre responsabilidad y pena, y el caso se resolvió en unas pocas horas.

Según el Código Procesal Penal, los acuerdos sólo puede realizarse antes de la audiencia de control de acusación. Pero es una práctica ya instalada que se presentan el día en que comienza el juicio oral. Si es en beneficio de las y los ciudadanos, adelante. Pero habrá que encontrar un mecanismo para compensar el impacto en el sistema.

¿Qué consecuencias traen estos acuerdos de última hora?

«Piénsese en todas las audiencias, incluso de otros juicios, que los magistrados podrían llevar adelante en esos días u horas mal utilizadas o directamente no utilizadas, cuando los juicios concluyen antes por acuerdos o desestimientos de testigos. ¿Cuál sería el costo económico en estos supuestos?», plantea el juez Richard Trincheri en «Los costos del juicio por jurados, ¿cuáles costos?», parte del tomo II de la publicación Juicio por Jurados, dirigida por Rubén Chaia, que en estos días circula por el Poder Judicial de Neuquén.


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