El primer corte de césped
Suele ser una gran preocupación. Consejos prácticos.
Parece que los “locos por las plantas” han estado bastante activos en la siembra de céspedes, porque he recibido varias consultas sobre cómo hacer con el primer corte, que es obviamente el más complicado, especialmente con aquellos sembrados a partir de agosto.
Lo que se pide, es saber en qué momento se debe hacer ese primer corte y cómo. En mi opinión cuanto más tiempo se demore, mejor, porque habrá más superficie foliar para que las plántulas fotosinteticen y por ende se fortalezcan… el punto máximo es hacerlo antes de que esas hebras largas se vuelquen, de modo que ni bien se observe esta tendencia, es el mejor momento de ese primer corte.
EL CORTE
Hay una diferencia muy importante entre las siembras de otoño con las de primavera. Las de otoño siempre dan mejores resultados, porque el césped puede germinar y crecer con mejores condiciones climáticas… especialmente el sistema radical tiene tiempo de afianzarse mucho más que en una siembra de primavera.
Para el corte en sí conviene tomar algunas precauciones. Como en los jardines dentro de la ciudad estas cortadoras son mayoritariamente eléctricas, vamos a analizar cómo hacerlo con ellas.
Todas las cortadoras eléctricas son perfectamente aptas para cortar, independientemente de la extensión de la superficie… obviamente se va a tardar más con una máquina de 1/4 HP que con una de 1 HP, que creo son las de mayor potencia en el mercado. Lo realmente importante es que esa máquina tenga las revoluciones que marca el manual, que por lo general ronda las 3.000 rpm o más, lo que se comprueba en un taller si es necesario.
Esa velocidad de rotación permite un corte neto de las hebras y con el mínimo de efecto de “tironeo”, que puede ocasionar que se desarraiguen sectores de plántulas. El problema se presenta cuando se es muy ansioso y se le quiere pedir “peras al olmo” y la máquina se atora… al bajar las revoluciones de la cuchilla, el corte es deficiente y peligroso.
Si la máquina es de poca potencia o el césped está muy alto, hay que hacerlo con mucha paciencia en dos pasos… el primer “ataque” se hace presionando hacia abajo la manija, de modo que la máquina se apoye en las dos ruedas posteriores y se corta alto, luego se retrocede y con cuidado se repite el ataque con la máquina en posición normal, o sea se corta en dos pasadas. Siempre con el oído atento a las revoluciones del motor y si nota que éstas bajan, repita inmediatamente esa operación de levantar las ruedas delanteras.
Preste atención a la descarga lateral o trasera de la cortadora, para evitar atoramiento con las hebras tiernas de este primer corte. Siempre voy a recomendar usar máquinas sin bolsa recolectora, por el peso mismo que toma la máquina y porque en nuestra región es muy importante dejar que las hebras cortadas formen un colchón sobre el suelo, al pie de las plántulas, que protegerán del desecamiento por viento y sol, ahorrarán gastos de agua y al descomponerse y la ayuda de la vida del suelo y las lombrices retroalimentarán el césped.
Tenga sumo cuidado cuando gire con la máquina, porque las ruedas pueden arrancar plántulas… paciencia… vaya girando levantando alternativamente la parte trasera y la delantera.
Obviamente, deberá haber revisado la superficie, para que no haya objetos sobre o entre el césped, como ser juguetes, huesos o alambres. Tampoco corte con el césped húmedo o el suelo muy mojado, no sólo por razones de seguridad eléctrica sino porque la humedad sobre las hebras actúa de lubricante y el corte se desflecará, lo que no sólo se verá muy feo, marrón, sino que dificultará el cierre de las heridas que de por sí ocasiona el corte.
Párrafo especial para el dichoso cable de alimentación… es muy común que el jardinero inexperto lo corte. Eso se puede minimizar si se tiene planificado el punto de inicio. Por ejemplo, junto a un tomacorriente en un extremo del jardín, se deja el cable enrollado y se va realizando el corte alejándose de él. Con máquina eléctrica común, es muy probable que deba retroceder para cortar y levantar con la punta del pie las franjas que las ruedas al pisar han dejado fuera del alcance de las cuchillas y al mismo tiempo con leves “latigazos” alejar el cable que ha quedado tendido sobre esa franja… ese es el momento de mayor riesgo.
ALTURA DE CORTE
En mi opinión, la altura de corte mínima para esta región es de 5 centímetros… no es cierto que un corte más bajo deje un mejor aspecto. A esa altura recomendada, se tendrá la certeza de que el mismo césped sombreará el suelo lo que, junto con las hebras que se sequen y formen el colchón, minimizarán el desecamiento de este y, como queda dicho, lo retroalimentarán. También se tendrá una mayor superficie para fotosintetizar y se amortiguará el pisoteo, lo que es muy importante para la respiración de las raíces y la circulación del agua en el suelo.
No se apure a resembrar si ve sitios un tanto ralos. Espere un mes más, porque la festuca, al igual que el raigrás, tienen la propiedad de macollar, es decir emitir vástagos desde la altura del suelo, lo que aumenta la superficie que cubre cada plántula (foto superior). Cuando haga esa resiembra es suficiente con distribuir la semilla sobre los sitios necesarios y luego incorporarla con una carpida con el rastrillo… no se preocupe si queda algo de ella en superficie y se la comen los pajaritos.
A mí me ha dado muy buen resultado cubrir esa resiembra con una capa de 1 centímetro de aserrín de álamo e incluso he usado la misma técnica para aumentar la protección del suelo, especialmente en el otoño, para aislar algo el frío, con lo cual he logrado mantener verde la festuca en el otoño, un defecto bastante usual de esta especie, que se vuelve marrón en invierno.
TEODORICO HILDEBRANDT
eljardin@rionegro.com.ar
El aserrín de álamo es ideal para cubrir resiembras y proteger del frío invernal. Aplique capas finas de un centímetro.
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