«El progreso en Rusia pasa por la democracia»

Bill Clinton le dio un claro mensaje al presidente ruso.Lanzó un fuerte anhelo: "Quisiera que aquí imperara la ley".

MOSCU.- El presidente norteamericano Bill Clinton aprovechó ayer la cumbre con su homólogo ruso Vladímir Putin para decirle que el progreso pasa por la democracia y que la guerra de Chechenia «no puede tener éxito» sin arreglo político.

«Quisiera que en Rusia imperara la ley», dijo Clinton en una intervención por una emisora de radio en la que contestó en directo a preguntas de los oyentes.

Fue una de sus muchas alusiones antes de y durante la cumbre a los riesgos para las libertades en Rusia tras la llegada al poder de Putin, un antiguo espía del KGB que ha apretado las tuercas en diversos frentes, entre ellos, el de la prensa.

Clinton acudió simbólicamente a la radio «Eco de Moscú», uno de los órganos del grupo independiente Media-Most, asaltado y registrado recientemente a punta de los fusiles kalashnikov del servicio secreto por sus críticas a la guerra y a Putin.

Horas antes, la secretaria de Estado, Madeleine Albright, hizo una aparición similar en Radio Libertad, emisora norteamericana que sufrió la detención y desaparición temporal en Chechenia a manos del ejército de uno de sus reporteros rusos, Andrei Babitski.

Entre las luces y las sombras de la cumbre, el peligro del deslizamiento de la Rusia de Putin hacia un centralismo férreo y un régimen autoritario no ha estado ausente, si bien sutilmente.

«Comparto con Putin lo que él mismo ha dicho, que Rusia no tiene futuro si aplasta la libertad de los ciudadanos y de la prensa», declaró Clinton en conferencia de prensa.

Pero junto a esta protocolar palmada en la espalda, Clinton también dejó caer no pocas referencias indirectas a los recelos que le inspiran los últimos acontecimientos en Rusia.

«Creo que Putin es bien capaz de construir una Rusia próspera y lograr que sea próspera sin perder la libertad, el pluralismo y el imperio de la ley», afirmó en una suave y velada crítica a la famosa promesa del presidente ruso de imponer «la dictadura de la ley».

«Un presidente debe controlar su cólera» frente a la prensa que lo acosa, afirmó el mandatario norteamericano por la radio, y dijo seguidamente que era «absolutamente ilegal» que un jefe de estado envíe caprichosamente a la policía a una redacción.

Clinton recordó que «nadie en nuestra historia ha tenido una prensa tan negativa como yo», recalcó para recomendar paciencia.

«El ex presidente Borís Yeltsin llevó la libertad a Rusia, y bajo el presidente Putin, Rusia tiene la posibilidad de ser fuerte y próspera sin renunciar a las libertades», añadió.

Fuentes próximas al Kremlin dijeron que la intervención por radio de Clinton era potencialmente el momento más incómodo de la visita, y hasta indicaron que podría estropear la cumbre.Pero el presidente norteamericano se mantuvo dentro de una exquisita diplomacia repleta de gestos y analogías, aunque sobre la guerra de Chechenia habló sin rodeos. Clinton afirmó en la rueda de prensa que en sus reuniones con Putin, Chechenia «es otro de los asuntos en los que estamos en desacuerdo».

(EFE y Reuters)

Un encuentro correcto pero frío

Moscú (EFE).- Correcto pero sin calor, el esperado encuentro en Moscú entre Bill Clinton y Vladimir Putin tuvo ayer poca chispa, ya que la frialdad del presidente ruso pareció contagiar a la espontaneidad del gobernante estadounidense.

Los dos presidentes fueron muy correctos entre sí, cruzaron algunas cortas miradas antes de su declaración, pero ahí quedó todo.

No hubo sonrisas abiertas, ni chistes, ni apretones de manos enérgicos ni palmaditas en la espalda.

Y aunque ambos hablaron bien de sus respectivos interlocutores, lo hicieron sin mucho entusiasmo, lo que es más extraño en Clinton, hombre proclive a los halagos y la alegre improvisación cuando se siente feliz.

Puede que un factor para ello fuera el imponente Salón de San Jorge del Kremlin, en el que se celebró la declaración y la conferencia de prensa, pero ni siquiera cuando los presidentes intentaron lanzarse halagos fueron muy afortunados.

Clinton puso a Putin en un brete al recordar que fue Borís Yeltsin quien llevó la democracia a Rusia, y por que tanto le toca al actual jefe del Kremlin «crear una Rusia próspera y fuerte a la vez que preserva la libertad, el pluralismo y el imperio de la ley», cosas que según Washington no deben sobrar actualmente en este país.

(Reuters)


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