El reggae de la Resistencia Suburbana

Resistencia Suburbana no usa vientos para no "endulzar" su música. Sus integrantes defienden la independencia de la banda que gana espacio desde abajo con sus letras.

BUENOS AIRES (Télam).- En su mejor momento a nivel de convocatoria, Resistencia Suburbana, la banda más roquera y contestataria de la escena del reggae en el país, desembarcará hoy en el microestadio Malvinas Argentinas del club Argentinos Juniors junto a Nonpalidece.

Con cuatro discos a cuestas y 14 años de una trayectoria forjada en la senda de la independencia y tras haber sufrido varios cambios en su formación, el septeto disfruta de una popularidad que le dio el boca en boca y desde el que profundiza un estilo personal definido por la potencia y la crudeza.

Allá, a principios de los 90, el cantante y letrista Luis Alfa y el guitarrista y mánager Fabián Leroux fundaron Resistencia Suburbana y formaron una dupla imbatible en la composición de los temas del combo.

«A esta altura somos como un matrimonio, con los mismos vicios», graficó Leroux en charla con Télam.

«Nuestra ideología pasa un poco por no tener patrones, queremos ser nuestros propios jefes», dijo el guitarrista intentando resumir el espíritu de la formación que desde hace tres años viene creciendo en masividad y estructura y ya tiene un reconocimiento en todo el país.

El motor que sostuvo a la banda reside en «el trabajo y en la respuesta de la gente», según afirmó Fabián, quien recordó que en los primeros tiempos no se podía vivir de la música.

«El compromiso era menor y por eso muchos han optado por ser sesionistas en otros grupos: para tocar en Resistencia había que estar con la camiseta», expresó el guitarrista, quien se reconoció como un fanático del rock de los 70 y que confesó que le gustan bandas como Los Ratones Paranoicos e Intoxicados.

«Tener discos y sentir la respuesta de la gente es lo que nos mantiene unidos -indicó-, porque a veces las cosas no se hacen como uno quiere, pero das media vuelta, mirás para atrás y decís ¿a dónde llegué… de qué me quejo? Ese es mi motor para olvidar las boludeces en pos de lo que ya logré».

«El nombre de la banda pesa, yo no soy la cara visible pero soy el que sostiene desde abajo, administro la guita, mando a fabricar los discos, coordino, corrijo las letras, los shows, pido las combis y facturo», señaló Fabián, de 43 años, quien vive en Avellaneda y tiene un trabajo fijo en el microcentro porteño, un ejercicio que lo ayuda a sostenerse en ese rol activo en el grupo.

Tras el recital de hoy en el estadio del barrio de Paternal, Resistencia Suburbana ofrecerá una serie de presentaciones junto a Nonpalidece, otro exponente del reggae local. Entre otros shows tienen previsto tocar en el Atenas de Mar del Plata y tomarán parte del Tributo a Bob Marley el próximo 2 de mayo en el estadio Luna Park.

Para grabar un nuevo disco (ya tienen siete temas que integrarán el sucesor de «Cosas que nadie oía»), «no tenemos eso conceptual como si fuéramos Los Beatles. La música surge en base a lo que nos va pasando, las cosas fluyen», explicó.

«La marihuana, la desigualdad, relatos que nacen en los guetos de Buenos Aires y el impulso de seguir aunque te sientas acabado», son ejes centrales de las letras de Luis Alfa (autor de «Cada vez más yanquis» y «Va a seguir», entre otros emblemáticos) que, punzantes y sensibles, saben mantenerse al margen del positivismo que aflora en el universo del reggae rastafari.

-¿Cómo es la relación de la banda con los sellos discográficos?

-Hoy en día no nos puede comprar la plata, amamos mucho lo que hicimos. Mucha gente que se proclama independiente lo es porque nadie le ofreció un mango por su música. Pero hay que ser realistas y decir la verdad… nosotros durante mucho tiempo nos mantuvimos independientes porque nadie nos llamó. La contradicción está dentro del ser humano. El día de mañana podemos desilusionar a más de un fan porque somos seres humanos. Hasta hace poco podía llegar a pensar que una discográfica no te ofrece lo que vale tu música.

En una compañía está la presión de hacer un hit. Nosotros ganamos más plata vendiendo la tercera parte de los discos que en una discográfica. Así y todo nuestro CD en una disquería está más barato.

-¿En dónde sentís que reside la diferencia de Resistencia Suburbana con otras bandas locales del género?

– Podés tocar un tema de Resistencia con la criolla y no se cae nunca; hay bandas que si le sacás la música te queda «que lindo día, vamos a bailar reggae». Además no usamos caños (instrumentos de vientos) que endulzan la música. Hay grupos que los meten sólo porque hay que meterlos. Creo que esa decisión acompaña la crudeza de las letras.

– Además la voz de Alfa sobresale del resto, por su aspereza y su modo de decir.

-Sí, es perfecto. Antes me costaba distinguir a los cantantes de reggae, aunque los quiero mucho y cantan muy bien (risas). Admito que a mí también me gusta el reggae playero, me gusta la música spasatista también, me gusta dejarme llevar.

Yo sé que hacemos una música simple, que trata de llegar por el lado de la letra. A veces es una química que uno logra sin querer. Acá podés ser el mejor músico y estar tirado o ser el más pedorro y ganar plata.


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