El regreso del rey Messi en el desierto fue con triunfo para Argentina

El lujo innecesario de Juan Foyth y la displicencia de Gabriel Jesús que perdona a Argentina. El rey mago Messi que provoca la pena y el gigante Alisson que salva a Brasil, aunque no tanto. Una segunda oportunidad para el genio y Argentina encuentra el agua en el desierto de Arabia para quedarse con el clásico sudamericano.


Así fue el momento caliente de un nuevo capítulo entre los dos grandes del continente, que mantuvo en vilo desde el comienzo a los espectadores en el majestuoso King Saud Stadium, de Riad. En apenas un puñado de minutos, un penal para cada lado provocó las primeras emociones en el amistoso que poco tiene de ello cada vez que se enfrentar Argentina y Brasil, sea por los puntos o no.
La presencia de Lionel Messi trasciende los idiomas y las distancias. Ayer en Arabia se comprobó una vez más que la atracción del ‘10’ no sabe de fronteras. En cada ataque argentino donde Lio era protagonista, un atronador coro con su nombre acompañaba cada una de sus acciones.
 El capitán albiceleste volvió tras dos fechas de suspensión que le aplicó la Conmebol tras la Copa América de Brasil y como casi siempre, fue el alma del equipo en un partido donde la pelota fue de Brasil y las ocasiones de gol para la Argentina.

Penal tras penal
Iban 5’ y casi golpea de entrada la verdeamarela cuando Foyth la quiso pisar en el área ante la presencia de Firmino. El balón fue para Gabriel Jesús, quien fue derribado por Leandro Paredes en el área. Él mismo tomó el tiro pero el disparo se fue ancho sobre el palo izquierdo de Esteban Andrada.


Sin descanso, Argentina respondió con Messi quien estuvo cerca de claudicar ante Alisson, el gran arquero del Liverpool. La veloz reacción del mejor del mundo en el rebote del penal, le permitió adelantar a Argentina.

Contrariamente a lo que se esperaba, el zapalino Marcos Acuña arrancó en el banco (ingresó a los 13’ del ST). Lionel Scaloni apostó por Lucas Ocampos por derecha y Gio Lo Celso más tirado a la izquierda, con Paredes y De Paul como volantes centrales. A pesar del buen pie argentino en el mediocampo, Brasil impuso su presencia a base de presión, un arma que ambos equipos buscaron implementar a lo largo del partido, principalmente cuando se pretendía salir jugando por abajo desde el arco.

A Brasil le costaba cuando Argentina apostaba a un juego asociado, aunque en ocasiones la postura de contra del equipo de Scaloni lo obligaba a ceder la iniciativa.
A pesar de contar con el balón, los de Tite nunca pudieron llegar con peligro real al arco de Andrada. Por el contrario, Argentina tuvo cerca del final en seis minutos, tres situaciones muy claras para romper la ventaja mínima.
A los 34’ Lautaro se lo perdió solo ante el ‘1’ brasileño a la salida de un córner; a los 39’ Guido Rodríguez (ingresó en lugar de Paredes) probó desde afuera pero el oportuno cierre de Militao salvó a Alisson. A los 40’, Otamendi no pudo meterle la cabeza a un exquisito centro de Messi al segundo palo.

El Huevo Acuña asiste al golpeado Messi, ante la presencia de Firmino y Coutinho. El volante neuquino ingresó en el complemento. (Foto AP)


Fue prueba superada para el seleccionado. La Argentina de Scaloni aguarda ahora por Uruguay el próximo lunes, en otro clásico amistoso, que hasta el momento fue confirmado en Tel Aviv a pesar del conflicto en la zona de Gaza.
El duelo rioplatense le brindará más conclusiones al entrenador de cara a las Eliminatorias rumbo a Qatar 2022 y la Copa América 2020. Hay equipo, falta maduración, pero este seleccionado va por buen camino.


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