El Senado define hoy la suerte de la ley sobre la legalización del aborto

De un lado, sonrisas celestes y, del otro, una mezcla de escepticismo y la intención dar pelea hasta el último minuto para conseguir la aprobación. Luego de tres meses de debate en el Congreso y media sanción en Diputados, finalmente llegó el día para el Senado de votar el proyecto de ley de interrupción del embarazo. Con los números como están, no habría aborto legal en Argentina, por lo menos este año legislativo. Pero los votos se cuentan cuando se emiten en el recinto. Quienes rechazan el proyecto, aunque seguros de que el resultado es inmodificable, trabajan para evitar alguna fuga inesperada. Y en el lado verde algunos apuestan aún al efecto “calle” y la presión que pueda ejercer la multitud. En el radicalismo el debate es intenso, presiona mucho la Juventud, sin demasiado efecto por ahora, y preocupa el costo político.

La sesión comenzará hoy a las 9:30. La intención es que el debate no se extienda más de 12 horas. Cada senador tendrá 10 minutos para exponer su posición; los jefes de bloque tendrán media hora.

No estaba definido anoche cómo se resolvería la “cuestión reglamentaria”; quienes apoyan la iniciativa sostienen que hubo dictamen de mayoría, y el proyecto que debe tratarse es el que incluye modificaciones consensuadas la última semana. Del lado celeste aseguran que no. Según fuentes del PJ y la UCR, el senador Miguel Pichetto podría plantear la discusión en el recinto, para que se vote allí mismo. Se definiría esta misma mañana.

Los números dan una ventaja al no con 37 votos, contra 31 a favor, una abstención y una ausencia. Siguen permaneciendo indefinidos Omar Perotti (PJ-Santa Fe) y José Alperovich (PJ-Tucumán).

“Tenemos que dar vuelta cuatro, no es nada fácil: dos nosotros y dos el peronismo. Pero lo vamos a pelear hasta que se vote”, dicen cerca de uno de los tres radicales que se pronunciaron a favor de la ley. Tanto en el radicalismo como en el PJ consideran que, si hay chances, también depende de la presión social fuera del Congreso.

Las discusiones dentro de la UCR son constantes. La Juventud Radical, la Franja Morada, acompañados por referentes como Ernesto Sanz, Facundo Suárez Lastra, Jesús Rodríguez, exigen a sus senadores, tanto públicamente como en privado, votar a favor.

Dentro del radicalismo y entre otros miembros de Cambiemos que están a favor, preocupa que el oficialismo sea el gran señalado de la posible no sanción, lo que acarrearía un gran costo político. Quienes están en contra desestiman costos políticos y al mismo tiempo contestan que cualquier responsabilidad será compartida por todos los bloques.

Los datos pueden dar razón a ambos planteos. De los 24 senadores del PJ federal, sólo 10 están a favor y 12 en contra; las expresiones más provinciales del peronismo se inclinan claramente por el no; el FpV votará mayoritariamente a favor, pero el cambio de bando de último momento de la rionegrina Silvina Larraburu generó un duro golpe en las expectativas de alcanzar los votos y fue muy criticada. Sin embargo, también es cierto que Cambiemos será el bloque que menos votos a favor aportaría: sólo 6 de 25; y dentro del radicalismo, sólo 3 de 12 senadores.

Los números definitivos los sabremos hoy.

El plenario de comisiones del Senado, la semana pasada. No hubo consenso para sacar un dictamen y hoy se juega en el recinto la suerte del aborto legal.

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Movilizaciones en todo el país

Será un día movido en todo el país, pero sobre todo en Buenos Aires. Las actividades comenzaron, de hecho, anoche: miembros de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito y grupos de izquierda comenzaron a instalar carpas en la zona de la plaza del Congreso donde se realizarán hoy talleres y paneles de debate. Según los organizadores, se espera una movilización aún más multitudinaria que las del 14 de junio cuando se trató el proyecto en Diputados. Se instalarán tres escenarios y cuatro pantallas gigantes para seguir la sesión en vivo. Si el debate se extiende a la madrugada, habrá vigilia.

La Plaza estará esta vez totalmente dividida con vallas. Del otro lado concentrarán los grupos “pro vida”, organizaciones de la Iglesia católica y de las evangélicas.

La duda sobre la única abstención

La duda: Lucila Crexell. La senadora nacional del Movimiento Popular Neuquino mantiene por ahora su decisión de abstenerse si el proyecto que se trata es el que vino de Diputados con los cambios consensuadas entre los senadores a favor. Pero la senadora presentó su propio proyecto, uno que se limita a la modificación del Código Penal, despenalizando la interrupción del embarazo hasta la semana 12 siempre que sea practicado por un médico en un establecimiento de salud. Es decir, no incluye expresamente cobertura de obras sociales ni acompañamiento del Estado, y deja fuera cualquier regulación de objeción de conciencia. Cerca de Crexell aseguran que hubo contactos con senadores tanto a favor y en contra, y sobre todo con Omar Perotti, uno de los dos que se mantienen indecisos.

En la UCR y entre otros miembros de Cambiemos que están a favor, preocupa que el oficialismo sea el gran señalado por una posible no sanción del proyecto.

Aún en ventaja, quienes rechazan el proyecto trabajan para evitar fugas inesperadas. Y en el lado verde algunos apuestan aún al efecto “calle”.

“Quién sabe si entre esos niños no nacerá un santo”

La Iglesia, activa pero medida durante el debate en Diputados, salió a jugar con todo el último mes con la discusión del aborto en el Senado. Ayer, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, lanzó un fuerte llamado a los senadores a votar en contra: ”No interrumpan la tradición de legislar para el bien común”. Esta noche, cerca de la votación, Poli y Oscar Ojea, Obispo de San Isidro y Presidente del Episcopado –máxima autoridad eclesiástica en el país, que llamó a marchar contra la ley–, darán una “Misa por la Vida” en la Catedral metropolitana.

Poli ofició ayer en la tradicional misa por San Cayetano y se centró claramente en el tema aborto: “Hoy vivimos en nuestra Nación serios desafíos. Pero ninguno es tan serio y grave como el que tienen en sus manos los legisladores . Todos sabemos que se juega la aventura de niños y niñas concebidos y que esperan nacer. La interrupción del embarazo, de aprobarse, pone a los indefensos y vulnerables seres humanos que se están gestando en un camino sin salida. Excluidos de la legítima defensa, sin juicio, ni proceso. Sólo les corresponderá el deber de aceptar morir sin más”, dijo el Cardenal.

Poli aseguró que el “verdadero problema de los argentinos” es la pobreza y que el debate no debía ocultarlo y llamó a los senadores a legislar “a favor de la cultura de la vida”. Sobre el “niño por nacer”, sostuvo: “Quién sabe si entre ellos no nacerá un santo que haga más feliz nuestras vidas”.

Poli y Ojea –la mano del Papa en Argentina– darán misa a las 20 en la Catedral de Buenos Aires. A quince cuadras, el Senado estará votando el proyecto de ley.

El nacimiento de un hijo no debe ser una imposición social. La ley de interrupción voluntaria del embarazo es perfectible, pero es un paso más que importante para sumar a una lucha de grandes mujeres”.

María Catalfamo, senadora (San Luis). Está embarazada y se ausentará de la sesión por consejo médico