El sur promete trabajo y miles llegarán a levantar la cosecha

Trabajadores golondrinas son mayoría en las chacras del Valle en plena temporada. Estiman que en Río Negro y Neuquén se emplearán unos 16.800 hombres y mujeres, principalmente de Tucumán para cosechar la pera y la manzana.

Cada mañana 6:40 suena su despertador, otra agobiante jornada lo espera a pocos metros de la que se convirtió en su casa en el último año. Su nombre es Facundo Beites, tiene 23 años y eligió Roca para asegurar un futuro mejor a su familia.

El joven nació en General Güemes, Salta. “Es un lugar en donde falta mucho el trabajo. Hice cosecha de tomate, caña y tabaco, pero era un tiempo y después esperar hasta 9 meses para empezar otra vez a trabajar. Acá se lleva otra vida, porque se trabaja todo el año. Un tío mío ya estaba acá y me dijo que acá había tras oportunidades, y no lo dudé”, comentó.

A las 7 empieza su día laboral y hasta las 12 cosecha sin pausa en las filas de frutales en una chacra ubicada al sur de la Ruta Nacional 22 y al oeste de la ciudad, muy cerca de la Ruta Provincial 6. Luego del almuerzo y un breve descanso, a las 16 vuelve a recorrer los cuadros de duraznos, peras y manzanas para seguir su tarea hasta las 19. Los sábados trabaja medio día, de 8 a 12.

“Son ocho horas de trabajo, te desgasta mucho, sobretodo el calor, pero tenemos trabajo, algo que no hay en el norte”, expresó el joven.

“Aprender a usar la escalera es lo que más me costó, pero siempre con cuidado lo logré y no me caí nunca”, dijo orgulloso Facundo, quién luego de dos veranos de venir en temporada y volver en marzo a su ciudad natal, decidió quedarse a vivir en el Valle junto a Teresa (22), su pareja, y su pequeño hijo Máximo Aron Eliseo (3). Ya cumplieron un año en Roca.

La familia reside en la misma chacra en donde trabaja Facundo, en una amplia casa que los propietarios de la tierra destinaron para su instalación. “Al menos por un tiempo más vamos a vivir acá los tres, porque cuando empecé a venir sólo por el verano dejé a mi hijo bebé allá en Salta, y a la distancia fue muy difícil”.

Encontrar la suerte

“Me vine a probar suerte a Río Negro en el 2003. Primero estuve en Huergo, después en Mainqué y terminé acá en Roca. Hace dos años que no voy al norte ni de vacaciones, se extraña el lugar, pero acá estoy bien porque tengo trabajo”, explicó el salteño Elías Beite (46), tío de Facundo.

“En el Valle hay otra clase de trabajo. Allá es más difícil porque se corta, acá hay posibilidades de trabajar todo el año en las chacras”, puntualizó. El trabajador aprendió y sabe la técnica de cosecha, raleo y poda en invierno.

“Voy a estar acá hasta que pueda seguir trabajando, vivo con mi esposa, y la verdad estamos bien”, finalizó.

De a miles

La llegada de norteños cada enero es un clásico en el Valle, ya que son una de las principales fuerzas de mano de obra en las chacras.

“El año pasado no se estaba haciendo mucho, había chacras abandonadas y estuvo bastante tranquilo, pero este año se va a levantar la cosecha. En plena temporada tendremos entre 26.000 y 28.000 trabajadores en actividad entre Río Negro y Neuquén”, estimó el referente roquense de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Sergio Alarcón.

¿Cuánto cobran?

“Vienen hombres y mujeres por una opción de empleo”

Para hoy se espera el arribo de un centenar de colectivos repletos de personal de distintas localidades del Norte para sumarse a las tareas frutícolas en las chacras de Alto Valle Río Negro y Neuquén.

Así se adelantó desde el gremio que los nuclea, la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) al cierre de la semana anterior.

Según el gremio, levantar la fruta demandará el trabajo de unas 28.000 personas, entre hombres y mujeres. En Roca, por ejemplo, se dedicarán a dicha tarea unos 8.000 agentes.

“En su mayoría provienen de Tucumán, te diría el 50 por ciento. Los demás son de otras provincias, como Mendoza y Salta”, amplió el secretario de la seccional roquense de Uatre, Sergio Alarcón.

Entre los trabajadores “golondrina” son mayoría los jóvenes de entre 30 y 45 años, que se quedan en la región al menos hasta la primer semana de marzo, cuando culmina el fuerte del trabajo de cosecha.

“La gente de acá busca otra alternativa que no sea esto, dicen que no les conviene, la gente que llega del norte viene con necesidad, porque allá están parados, no hay otra actividad en este momento”, agregó el referente gremial.

Lo que se destacó desde Uatre es que cada propietario les debe dar albergue, y en ese sentido se anticiparon fuertes controles para chequear el modo en que permanecen los obreros de la fruta.

“Este año van a ser muy rigurosas las inspecciones de las chacras para evitar las irregularidades de otros años”, adelantó Alarcón.

“Vamos a exigir la vivienda en una habitación no duerman más de cuatro personas, que los baños cumplan con los niveles de seguridad e higiene necesarios”, amplió el dirigente, quien además indicó que “el grueso de la gente que viene ya viene con trabajo, convocada por las empresas frutícolas”.

Respecto al salario, se comunicó continuarán la mesa de negociación en paritarias en donde el gremio Uatre solicitó un 30 por ciento de incremento salarial para la temporada en curso.

“Vamos a ver si conseguimos aumento, sino el martes (por hoy) vemos si hay medidas de fuerza”, finalizó.

“Son ocho horas de trabajo, te desgasta mucho, sobre todo por el calor que hace, pero tenemos trabajo, algo que no hay en el norte”

Facundo Beites (24), salteño que vino dos veranos y decidió radicarse en Roca

La llegada de norteños cada enero es un clásico en el Valle, ya que son una de las principales fuerzas de mano de obra en las chacras en la temporada.

En su mayoría del norte de Tucumán, te diría el 50%. Los demás provienen de otras provincias, como Mendoza y Salta. (…) la gente que llega del norte viene con necesidad, porque allá están parados”

Sergio Alarcón, referente roquense de Uatre

Datos

$ 456
por ocho horas de trabajo es lo que les pagan por jornada. Los sábados su tarea se reduce a media jornada.
30%
de incremento salarial es lo que pide Uatre para aplicar a los salarios de la temporada de cosecha 2018.
“Son ocho horas de trabajo, te desgasta mucho, sobre todo por el calor que hace, pero tenemos trabajo, algo que no hay en el norte”
La llegada de norteños cada enero es un clásico en el Valle, ya que son una de las principales fuerzas de mano de obra en las chacras en la temporada.

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