Emotivo abrazo de los hermanos separados por la dictadura

Ramiro Menna Lanzillotto, un hijo de desaparecidos criado por sus tíos, pudo encontrarse con su hermano biológico tras años de búsqueda a través de Abuelas.

Tras 40 años de espera se conocieron y vivieron el momento más fuerte de sus vidas. En este tiempo hubo un par de posibilidades de terminar con esa búsqueda pero la tercera fue la vencida.

Ramiro Menna Lanzillotto conoció a su hermano biológico que nació cuando los padres de ambos -Ana María Lanzillotto y Domingo “El Grinco” Menna- estaban secuestrados y luego fueron desaparecidos, en 1976 durante la dictadura.

De su hermano, el último nieto recuperado, sólo se sabe que se llama Maximiliano, que tiene dos hijos, que es pelado y usa barba, igual que Ramiro, que creció en Patagones junto a sus tíos Quela Lanzillotto y Oscar Gagiotti y sus primos hermanos.

La indescriptible emoción de ese primer abrazo fue el principal comentario de quienes fueron testigos de ese momento, seguido por el innegable parecido entre ambos.

Del encuentro también participaron una tía integrante de “Abuelas” y la esposa del hermano recuperado, a quien la vida le dio un vuelco a sus 40 años.

El tema tuvo una gran repercusión en la Comarca Viedma Patagones, donde Ramiro conserva amigos, compañeros de primaria y secundaria, quienes lo apodaban “cerebro” porque antes de las pruebas explicaba al grupo las dudas que “no habíamos entendido al profesor y nos salvaba”, recordó con emoción el periodista local Daniel “el turco” Etman. Esos mismos amigos protegieron con afecto y silencio al Ramiro adolescente.

“Cuando a los 13 mis padres me contaron la verdad sobre mi origen y se las comenté a los chicos, ya lo sabían pero nunca dijeron nada para protegerme”.

Ramiro regresó a Chepes, La Rioja, donde hace unos años eligió junto a su mujer e hijos para continuar un proyecto de vida de trabajo social.

“Cuando a los 13 mis padres me contaron la verdad sobre mi origen y se las comenté a los chicos, ya lo sabían pero nunca dijeron nada para protegerme”.

Ramiro comenta cómo sus amigos cercanos sabían de su dura realidad de origen.

Datos

Ramiro regresó a Chepes, La Rioja, donde hace unos años eligió junto a su mujer e hijos para continuar un proyecto de vida de trabajo social.
“Cuando a los 13 mis padres me contaron la verdad sobre mi origen y se las comenté a los chicos, ya lo sabían pero nunca dijeron nada para protegerme”.

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