La mayoría de los millennials no sacan cuentas a futuro

7 de cada 10 jóvenes no planifican sus finanzas ni se plantean metas de largo plazo. Casi un 60% admite que no tiene saberes profundos sobre cómo manejar la economía personal.

Ella estudia diseño en la Universidad Nacional de Río Negro y está terminando la carrera. El próximo año, una vez egresada y con el título en la mano, viajará a España donde tiene planificado seguir con un posgrado y trabajar al mismo tiempo.

Con sus 23 años tiene en claro que “un sueño se transforma en proyecto cuando puedo traducirlo en dinero y accedo a ese financiamiento. Si al proyecto no lo puedo sostener con mis finanzas pasa de inmediato a ser solo un deseo para alguna vez”, comenta.

Ahora, la millennial trabaja part time porque “no quiero atrasarme un día en terminar la carrera. Por ello –por mis tiempos y mis ingresos– mis planes son a inmediato, corto y mediano plazo”.

Esta valletana es parte del 64% de los trabajadores de entre 20 y 45 años de edad a nivel global que asegura que no tiene metas de largo plazo establecidas, ni un plan financiero para llevar adelante de cara al futuro, según un estudio realizado por una consultora internacional.

El director de la consultora de inversiones “Resolvé tu deuda”, Rodrigo Nadal, consideró que la mayoría de este grupo etario, los millennials, no lleva una correcta administración de sus finanzas por lo que “pueden caer en deudas impagables o demorar sus metas personales”.

Un 59% dijo también que no tiene conocimientos profundos sobre finanzas personales, y el 28% reconoció necesitar apoyo de profesionales para establecer un presupuesto y gestionar sus deudas.

Nadal, por su parte, remarcó los riesgos de no planificar gastos, porque “si bien una tarjeta de crédito nos facilita la compra de muchos productos, tener muchas puede confundirnos y marearnos”.

Entre sus sugerencias, destaca la importancia de “planear el futuro desde hoy”, porque “no se es joven por siempre, y conforme pasen los años las necesidades de la vida cambiarán”.

En este punto, la estudiante de diseño de Roca coincide con Nadal. “Hay que planear aunque el plan se vaya modificando de algún modo todos los días. El plan marca un eje y nos determina en qué gastar y en qué no gastar. Vivir bien es caro hoy; por lo tanto hay que hacer números todo el tiempo”, afirma.

En la Argentina los especialistas ubican a esta generación en el rango etario que va de los 20 a los 35 años, y constituye el grupo “más estudiado” por su acceso a nuevas herramientas tecnológicas que cambiaron la forma de consumir, de educarse, y de trabajar, según un informe de la consultora Randstad.

Diferentes economistas plantean como una deuda la falta de alfabetización financiera de esta generación, que abarca tanto a los que buscan su primer empleo como a los que ya tienen puestos de conducción en empresas.

“En mi caso, afirma la estudiante de diseño de la UNRN, el libro que me ayudó muchísimo en esta cuestión es La economía de tu vida, de Tomás Bulat. Es genial porque te ayuda a pensarte de acá a la adultez”.

Economistas plantean como déficit de esta generación la falta de alfabetización financiera, tanto para los que buscan empleo como para los que trabajan.

“Es importante planear el futuro desde hoy porque no se es joven por siempre. Las necesidades de la vida cambian”.

Rodrigo Nadal, director

de una consultora de inversiones.

¿Proyectar desde la precariedad? Imposible

Datos

Economistas plantean como déficit de esta generación la falta de alfabetización financiera, tanto para los que buscan empleo como para los que trabajan.
“Es importante planear el futuro desde hoy porque no se es joven por siempre. Las necesidades de la vida cambian”.
Para la economista Mercedes D’Alessandro, cuando se habla de los millennials y el manejo de las finanzas que hacen “la imaginación nos trae a una joven tomando un café de alguna cadena internacional mientras diseña unicornios sentada con sus auriculares en algún cómodo sofá”, cuando en “la Argentina hoy más de un tercio de los trabajadores permanece en la informalidad y precariedad laboral”.
También el economista Ezequiel Baum contextualizó la situación al considerar “crítico” el nivel de bancarización en la Argentina, “con sólo un 50% de la población integrada a través de algún producto financiero”.
Agregó que “los millennials salieron al mercado de trabajo muchas veces sin estabilidad laboral; y al mismo tiempo, se convirtieron en consumidores con acceso a crédito y a una oferta de bienes y servicios creciente en rubros como tecnología, ocio y turismo. Todo esto sucedió sin recibir pautas claras sobre cómo organizar las finanzas personales”, lo que “aumenta las posibilidades de encontrar una gran mayoría de gente joven con crisis de deudas o sin ahorros para emergencias”, indicó el economista.

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