Gabriela Luchetti, médica: “No podés tratar de imponerle tus valores a los pacientes”

La profesional cuestionó el fuerte sentido de jerarquía y conservadurismo en los sistemas de salud.

“El campo de la medicina tiene su propia cultura que influencia fuertemente a la mayoría de los trabajadores de la salud, y todos a su vez se ven influenciados por esta cultura. Aunque con algunas diferencias regionales, y siempre casuales, es casi universal, y se caracteriza por un fuerte sentido de la jerarquía y conservadurismo”, aseguró la médica, a cargo de la cátedra de ginecología y obstetricia de la facultad de medicina de la Universidad Nacional del Comahue, Gabriela Luchetti.

Crítica respecto de esta posición hegemónica remarcó que “el secreto profesional implica que vos no podes compartir ninguna de las cosas que tu paciente te confíe en el ámbito de la consulta. Dentro de esas obligaciones que vos tenés con tu paciente, que son las de profesionalismo y empatía, está saber lo suficiente para dar la información que hay que dar. Si vos no estás lo suficientemente formado no estás dando buena información. Y la otra obligación es la de transparencia activa, vos activamente tenés que darle la información como una herramienta para que tome sus decisiones. No podés tratar de imponerle tus valores a los pacientes.”

En cuanto a la objeción de conciencia, que le permite al personal médico dejar constancia que no se realizará una práctica, Luchetti opinó que es “un privilegio para no cumplir con algo que es legal.” Y agregó: “las únicas objeciones que existen en la medicina están relacionadas con la muerte digna y con cuestiones de salud sexual y reproductiva.”

En materia de aborto no punible, la guía para la interrupción voluntaria del embarazo señala que la objeción es un acto individual y no institucional, y que los profesionales objetores están obligados a cumplir con el derecho a informar. Las demoras innecesarias, el brindar información falsa o negarse a llevar a cabo el procedimiento constituyen actos pasibles de sanciones administrativas, civiles y/o penales.


Neuquén

LAURA LONCOPAN BERTI

El hospital Castro Rendón implementó en el 2013 un protocolo de atención para los abortos no punibles, luego del fallo de la Corte Suprema de Justicia. Según cifras oficiales desde entonces y hasta el 2015 se realizaron diez interrupciones voluntarias del embarazo, en función de los supuestos previstos por la ley: que esté en peligro la salud o la vida de la mujer, o que haya sido producto de una violación.

Los especialistas además aseguraron que se redujeron las muertes maternas por aborto debido al uso del misoprostol.

La directora asociada de atención médica del hospital, Teresa Kantolic, explicó que desde 2010 a 2015 hubo 693 egresos por aborto. “Se trata de mujeres que vinieron con un aborto en curso, y que las atendimos. Puede ser un aborto espontáneo o provocado. Nosotros eso no lo cuestionamos. En esta institución jamás se penalizó a la mujer. No judicializamos la causa del aborto”, afirmó.

El jefe del servicio de ginecología, Guillermo Suttora, señaló que “los abortos no punibles los empezamos a registrar en el 2013, porque antes sólo se hacían por la causal salud.”

Desde el 2013 la institución cuenta con un procedimiento estandarizado para los abortos no punibles. Foto: Juan Thomes.-

Qué dice el protocolo

Respecto de los lineamientos que marca el protocolo, el médico dijo que cuando se presenta un caso fundado en el riesgo para la salud “se hace una reunión de todos los especialistas y se decide cuáles son los riesgos reales que conlleva el intentar el aborto o que el embarazo finalice”.

En cuanto a la causal violación, se le pide a la mujer que firme una declaración jurada. En todos los casos se suscribe un consentimiento informado. “Si es hasta las 13 semanas (edad gestacional) ya hay un equipo determinado dentro del servicio que se encarga de hacerlo, a partir de las 13 a las 24 semanas ya lo decido yo, en cooperación con todo el equipo porque aumenta el riesgo”, manifestó Suttora. Si se trata de mujeres menores de 16 años, sus representantes legales deben participar en la firma de la declaración y el consentimiento.

Actualmente el hospital está en tránsito de realizar el listado de objetores de conciencia. (Ver aparte)

Kantolic subrayó que no han tenido muertes maternas por aborto en los últimos años. La directora lo asoció a que “las mujeres pueden acceder sin miedo a la institución”. Suttora sumó que se debe al uso del misoprostol, un antiinflamatorio que produce contracciones y provoca el aborto. Está recomendado por la OMS, preferiblemente antes de las 12 semanas: “ya no se recurre al aborto instrumental, que es el que genera infección. Tomando de 2005 para atrás era común una y dos muertes por año, y era común entre dos y cinco histerectomías (extracción del útero) por año por aborto infectado. Ahora ya no tenemos. El colocar al misoprostol dentro de la base de medicamentos permitidos por el Anmat como abortivo, eliminaría los precios elevados”, evaluó.

En el hospital funciona también un área que asiste a las mujeres luego de la intervención. La consejería postaborto, el consultorio TEA (te acompaño), funciona los viernes a las 10:30. Tiene como función central acompañar a las mujeres que necesiten contención.

Agencia Neuquén.-


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