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Efecto ExxonMobil en Vaca Muerta: petroleras escuchan ofertas y Neuquén va tras un bono

El elevado monto que selló ExxonMobil por sus activos en la formación llamaron la atención de las petroleras extranjeras que tienen áreas. Paralelamente, Provincia desempolva una vieja ley para hacer caja con las potenciales ventas.

Vaca Muerta es un activo conocido en el mundo, y la muestra más clara está en la presencia de varias de las principales petroleras a nivel global. Pero así como su desarrollo viene condicionado por la sombra de las restricciones que deja la política monetaria, la reciente venta de las áreas de la norteamericana ExxonMobil disparó la atención que había sobre Vaca Muerta y desencadenó no solo una ola de consultas sino también una atención especial en el gobierno neuquino. Vayamos por parte.

A mediados del 2023, la gigante norteamericana ExxonMobil le puso el cartel de «en venta» a las áreas que tenía en Vaca Muerta. La firma era una de las que poseía la mayor cantidad de kilómetros cuadrados concesionados sobre el play, pero por eso le puso un piso muy alto a sus pretenciones de venta.

La posición de ExxonMobil era que debía recibir como base 1.000 millones de dólares por las 7 áreas que había puesto en oferta, y para sorpresa de locales y foráneos, terminó cerrando el proceso de venta sobre los 2.000 millones de dólares.

La compañía argentina Pluspetrol fue finalmente la que hizo la oferta más alta y se quedó con seis de las 7 áreas y su participación sobre el oleoducto troncal de Oldeval, con una oferta impactante de unos 1.700 millones de dólares. El área remanente, una participación en Sierra Chata, fue adquirida por YPF por 327 millones de dólares.

Entre ambas transacciones, ExxonMobil hizo una caja de poco más de 2.000 millones de dólares, el doble de la base que inicialmente buscaba pero además, un monto -US$ 2B en la jerga norteamericana- que hizo sonar las campanas del resto de las firmas que tienen activos en Vaca Muerta.


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La repercusión no tardó mucho en darse. Al menos dos petroleras extranjeras están en estas semanas abriendo procesos de diverso tipo para conocer el potencial precio que podría tener su porción de Vaca Muerta.

En algunos casos, como es el de la noruega Equinor, el proceso que se abrirá en unas semanas parte del interés de la firma de conocer la caja que podrían sumar con la venta de sus participaciones. Una especie de sondeo de mercado, en el que todo dependerá de los resultados que se obtengan.

La firma pondrá en manos del Bank of Americas ese proceso para las áreas Bajo del Toro Norte -donde posee el 50% del activo- y Bandurria Sur, en donde su participación es del 30%.

Un proceso con similar objetivo, pero con un punto de partida opuesto, es el que la francesa TotalEnergies estaría también por lanzar. En este caso, la «curiosidad por el precio» parte de que la firma habría tenido ofertas por sus bloques Rincón de la Ceniza y La Escalonada, según reveló meses atrás el sitio Econojournal.

Se trata de dos áreas ubicadas en el norte de Vaca Muerta, muy cerca de los bloques vendidos por ExxonMobil, en las que la francesa tiene una participación del 45%, y la titularidad de la concesión está en manos de la estatal neuquina Gas y Petróleo del Neuquén (GyP).


Neuquén busca sumar fondos con las ventas


Si bien desde firmas como Equinor se bajó el tono a intensiones de venta, y se aclaró que lo que se busca es precisamente conocer el valor de estos activos, el interés también picó en la gobernación neuquina, que como poder concedente ya comenzó a desempolvar viejas leyes locales para aprovechar la danza de los dólares.

La primera avanzada ya dio rindes, pues en medio de la venta de los activos de ExxonMobil el gobierno de Rolando Figueroa terminó embolsándose 100 millones de dólares en una negociación que partió del hecho de que el concesionario original de las áreas cuyos activos vendió la norteamerica es en realidad la estatal GyP.

En ese caso, el acuerdo se dio entre el gobierno provincial y las empresas entrante y saliente, y contempló además que los fondos en lugar de ser percibidos por la petrolera provincial, fueran girados directamente a la cuenta general de Provincia.

Según confiaron fuentes al tanto de las gestiones, ahora el Gobierno apunta a no solo cobrar un bono ante cambios en concesiones de GyP, sino que buscan aplicar para ello la vieja Ley de Prórrogas Petroleras, la 2615 del 2008, para aplicar una suerte de bono de cesión.

En detalle, el eje del cobro que se pretende poner en práctica, apunta a contabilizar una especie de incumplimiento de los planes piloto, utilizando para ello como base de cálculo las reservas probadas, desarrolladas pero no producidas.

Esto no es un punto menor ante tres situaciones: la primera es que lo que se busca desalentar es que las petrolera puedan especular con sus áreas, sin sumar inversiones, a la espera de un momento para vender. Algo que en la industria se conoce en broma como la especulación inmobiliaria con áreas.

En segundo lugar, abarcaría a una gran cantidad de concesiones en que ya cumplieron con los años del plan piloto pero sin haber pasado a la fase de máxima actividad. Y como tercer punto y no menor, afecta de mayor forma a YPF, dado que la petrolera de mayoría estatal es la que más áreas y permisos tiene sobre Vaca Muerta.


Vaca Muerta es un activo conocido en el mundo, y la muestra más clara está en la presencia de varias de las principales petroleras a nivel global. Pero así como su desarrollo viene condicionado por la sombra de las restricciones que deja la política monetaria, la reciente venta de las áreas de la norteamericana ExxonMobil disparó la atención que había sobre Vaca Muerta y desencadenó no solo una ola de consultas sino también una atención especial en el gobierno neuquino. Vayamos por parte.

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