«Houston, tenemos un problema»: Nación confundió a Nucleoeléctrica Argentina con la NASA estadounidense

Fue en la transcripción de las respuestas previas a las consultas realizadas por el Senado. La firma estatal es la encargada de la operación y mantenimiento de las centrales nucleares del país.

Si hubiera sucedido el 28 de diciembre habría tenido mucho más sentido, pero no fue así. En el reciente informe elaborado por Jefatura de Gabinete de Ministros sobre la presentación que se realizó ante el Congreso, el organismo transcribió una respuesta sobre los planes para la construcción de la central nuclear Atucha III pero incurriendo en un llamativo error: confundieron a la firma estatal Nucleoeléctrica Argentina con la agencia espacial de los Estados Unidos, la NASA.

De acuerdo al Informe 134 de Jefatura de Gabinete de Ministros, se transcribe la pregunta 48, en la que los senadores consultan sobre el Anexo 37 del presupuesto 2023 en el que se detalla la autorización de un endeudamiento público para la construcción de la cuarta central nuclear del país, Atucha III, mediante un esquema de cooperación con China.

Desde el Ministerio de Economía se explicó que el acuerdo binacional data de 2016 y que anualmente se reitera la previsión en los presupuestos. Y, ante la pregunta puntual sobre el precio de la energía que se vendería se respondió que el precio será acordado en su momento entre la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa) y Nucleoléctrica Argentina S.A, la firma estatal encargada de la operación y mantenimiento de las centrales nucleares del país.

Sin embargo, la transcripción de las respuestas de la Jefatura de Gabinete de Ministros no dice eso, sino que textualmente publicaron que «el precio de la energía vendida por la nueva central dependerá de las condiciones que oportunamente se fijen entre la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio NASA, (según sus siglas en inglés) y la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa).

La confusión, del tamaño de una casa, radica en que la abreviatura de Nucleoeléctrica Argentina es también NA-SA, por ser una sociedad anónima. Pero sorprende que el personal del organismo nacional haya confundido a una empresa estatal, que está en todos los organigramas nacionales, con nada más y nada menos que la agencia espacial de los Estados Unidos.

El traspié no pasó inadvertido y fue nada menos que el ex subsecretario de Energía Nuclear de la Nación, Julián Gadano, quien se encargó de remarcar el error.

En una publicación en redes sociales en la que señaló la confusión, planteó «Alguien que le explique a la gente de Jefatura de Gabinete de Ministros que la NASA a la que aluden no es la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio, sino Nucleoeléctrica Argentina SA». Y enfatizó «Pilas al hacer los informes muchachos. Menos Google y más cabeza».

Sin lugar a dudas, un error de un organismo oficial por el que cabe muy bien la frase del accidentado viaje del Apollo 13, «Houston, tenemos un problema».


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