Las 5 claves para entender de qué se trata el plan del GNL y por qué es importante para el país
La firma de un acuerdo entre YPF y ENI con la árabe XRG marcó un hito en el proyecto exportador. En este artículo analizamos las condiciones que atrajeron a las firmas extranjeras y el impacto económico que implica para el país.
Por desconocimiento o desconfianza, no son pocas las personas que no han tomado dimensión del cambio que implica para múltiples sectores del país el proyecto para exportar gas natural licuado (GNL) a partir del gas de Vaca Muerta que esta semana tuvo un enorme hito al sumar a la firma XRG, subsidiaria de la gigante ADNOC de Emiratos Árabes Unidos. Para comprenderlo, abordaremos cinco puntos clave que explican el interés de las empresas extranjeras.
Antes de comenzar a desmenuzar el tema, vale recordar el proyecto integral Argentina LNG (por la sigla en inglés) tiene 3 fases. La primera ya está en marcha a través de Southern Energy (SESA), el consorcio formado por Pan American Energy (PAE), Golar, YPF, Harbour Energy y Pampa Energía para exportar a partir de 2027 hasta 6 millones de toneladas anuales de GNL (MTPA).
En este caso la decisión de inversión (FID) que es punto en el que ya las firmas no pueden dar marcha atrás, está tomada e implica una inversión de 15.000 millones de dólares en los 20 años del proyecto que prevé ventas por 2.500 millones de dólares al año.
La fase 2 es también por 6 MTPA pero sigue aún en negociaciones entre Shell e YPF, que espera poder desarrollarla en sinergia con la fase 3.
Esta fase 3 es la que por ahora integran formalmente YPF y la italiana ENI, pero que acaba de sumarse con un acuerdo vinculante la firma del Grupo ADNOC. Es la fase más grande con 12 MTPA previstos, una inversión global de 45.000 millones de dólares y exportaciones por 10.000 millones de dólares anuales, que por su alto número ya dan la pauta del interés de las extranjeras.
Claves domésticas para el GNL
Este es el gran gancho de todo el plan de YPF, y la clave más importante de todas: la alta rentabilidad del proyecto, que al utilizar gas húmedo, contará con tanto petróleo y líquidos como el butano y propano que duplica el valor de las ventas del GNL.
En detalle, las exportaciones por GNL de esta fase se estiman en 5.000 millones de dólares por año, pero hay otros 5.000 millones de dólares anuales que se espera capturar con la venta del petróleo que darán los mismos pozos y que se calculó en 100.000 barriles por día. Y a eso se suman el propano y butano, que se estimaron en otros 150.000 barriles equivalentes diarios.
Esta multiplicidad de productos saliendo de los mismos pozos es lo que hace diferente el proyecto de GNL de YPF de otros que están en carpeta en el mundo, porque dispara la rentabilidad y a la vez protege al plan ante una posible caída del precio del GNL.
Y es una característica propia de Vaca Muerta, que cuenta con una amplia ventana de producción de este tipo, dual, que además tiene poca actividad y por ende, un enorme potencial productivo.
La segunda clave local está en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), el programa del gobierno que -en resumen- iguala las condiciones de exportación sin aranceles y libre disponibilidad de divisas de otros países.
O visto desde otro ángulo, le quita el “riesgo argentino” al proyecto ya que sin la garantía del giro de divisas difícilmente llegarían al país inversiones extranjeras del calibre buscado.
Las claves externas del proyecto
Las restantes tres claves son externas, y responden a las condiciones del mercado internacional, pues después de todo se trata de un proyecto exportador. La primera, y central, es la ventana de oportunidades a la que apunta el proyecto de YPF, ENI y ADNOC.
Las petroleras buscan empezar a exportar en 2030, pues recién el año que viene se espera tanto el FID como las licitaciones de obras como el enorme gasoducto y un oleoducto propio.
Esta fecha es clave porque las proyecciones globales marcan que se dará una situación fundamental: más demanda de GNL que oferta en función de la cantidad de instalaciones para recibir GNL que ya están en construcción en el mundo versus las de licuefacción.
Esto promete hacer subir los precios, y con ello garantizar buenos contratos de venta. Esta ventana de tiempo es la razón por la cual desde YPF se minimizó la salida de Petronas del proyecto, pues la malaya pretendía demorarlo al menos hasta el 2034.
La segunda clave externa son los socios de YPF. Se trata de dos operadoras supermajor, muchas veces más grandes que YPF, que no solo cuentan con robustos balances para poner su parte de la inversión, sino que en especial darán un respaldo implícito al financiamiento externo que se espera llegue a los 12.500 millones de dólares bajo la modalidad de finance proyect.
Para dimensionar esto, el histórico finance proyect que consiguió el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) fue por 2.000 millones de dólares.
Y la tercera clave está en la ubicación de Argentina, dado que mientras geográficamente le permite evitar el paso por el Canal de Panamá para ir a Asia, ahorrando tiempo, también la coloca en una zona geopolíticamente alejada de conflictos bélicos, dando así algo que hoy se revaloriza en el mundo, como es la seguridad energética.
La importancia del GNL para el país
Para las autoridades de YPF, el proyecto de GNL será transformacional, tanto en la actividad de la petrolera que se deberá triplicar en solo un par de años, como también en su incidencia económica y laboral.
En términos de empleo, las fases 2 y 3 implican la generación de hasta 50.000 empleos, entre directos e indirectos, y exportaciones por 10.000 y 5.000 millones de dólares anuales, que casi equiparan a los 19.000 millones de dólares que el año pasado exportó todo el complejo sojero.
Pero sobre todo, para el CEO de YPF, Horacio Marín, “es un cambio enorme, esto va a ser posiblemente la mayor inversión extranjera directa en Argentina de los últimos 20 años”. Pues de los 45.000 millones de dólares de la etapa con ENI y ADNOC, serían más 30.000 millones de dólares los que llegarían del exterior.
Y lo más importante, va como yapa. A diferencia de proyectos que tuvieron buena difusión pero luego se cancelaron, como el de Petronas, en este caso, los compromisos firmados no son simples memorandum de entendimiento, sino compromisos en firme, del más alto nivel en la industria petrolera global.
Por desconocimiento o desconfianza, no son pocas las personas que no han tomado dimensión del cambio que implica para múltiples sectores del país el proyecto para exportar gas natural licuado (GNL) a partir del gas de Vaca Muerta que esta semana tuvo un enorme hito al sumar a la firma XRG, subsidiaria de la gigante ADNOC de Emiratos Árabes Unidos. Para comprenderlo, abordaremos cinco puntos clave que explican el interés de las empresas extranjeras.
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