Medalla para Vaca Muerta: por primera vez, el shale superó al convencional en el registro anual
El año pasado fue el primero en el que Vaca Muerta obtuvo más barriles de petróleo que los extraídos con el método convencional.
El 2024 cerró como uno de los mejores años para el petróleo de Vaca Muerta. Por primera vez en la historia, la producción de barriles desde la roca madre fue mayor a la obtenida con métodos convencionales en Argentina. Los registros del Gobierno nacional arrojan que el 55,6% del crudo salió de Vaca Muerta, mientras que el 43,6% restante vino de la explotación convencional y apenas el 0,8% salió del tight.
El año pasado se obtuvieron de Vaca Muerta 386.600 barriles de petróleo, mientras que el convencional dejó un promedio de 304.190 barriles, según datos de la secretaría de Energía.
Era un hito de esperarse. Desde iniciada la explotación de la formación en 2010 y con un registro bisagra en 2016, año en el que casi el total de las perforaciones fueron horizontales, era cuestión de tiempo – inversión, estudio y tecnología mediante – para que el shale superara a la producción convencional en términos anuales.
Si hablamos de porcentajes, el aporte fue en crecimiento año a año. Pero recién en 2023 hubo un antecedente clave a este hito: en noviembre los datos de Nación arrojaron que el petróleo de Vaca Muerta superó al convencional en el recuento mensual. Por primera vez, representó más de la mitad de la producción del país con el 50,3%.
Ese mismo año, la participación del shale oil fue del 47,5% y el 51% el convencional. Así, era de esperarse que en los próximos registros anuales el petróleo shale se convierta por primera vez en el tipo de crudo más extraído en el país, dejando en segundo lugar al convencional, que protagonizó durante largo tiempo la historia de los hidrocarburos en el país.
Como se mencionó más arriba, el año bisagra para el sector fue el 2016, cuando los diseños de los pozos hacia Vaca Muerta apuntaron a la perforación horizontal. Prácticamente el 94% de los pozos tuvieron ramas laterales y más etapas de fractura en ellas. Ese año, la participación del no convencional en el total nacional fue del 5,7%.
Apenas el 5% de las perforaciones fueron verticales y el 1% dirigidos en 2016. Aquí se dio el punto de inflexión para Vaca Muerta, ya que permitió multiplicar los rindes de cada pozo. De hecho, en la actualidad ya no se emplean los pozos verticales para obtener hidrocarburos de la roca madre.
El impacto de Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina y en Neuquén
La participación de Neuquén en la producción nacional de petróleo creció de forma sostenida gracias al desarrollo de Vaca Muerta. Con el mismo criterio mencionado antes, en 2016 la provincia tenía una participación del 20,5% en el total nacional con unos 106.760 barriles diarios, mientras que en 2024 llegó al 58%, con nada menos que 417.440 barriles por día.
En 2024, las empresas que lideran estos registros son: YPF, con 234.407 barriles diarios extraídos en Neuquén. El 92% del total parte de Vaca Muerta. Le sigue Vista, la petrolera de Miguel Galuccio, cuya actividad se concentra en la formación shale. En 2024 obtuvo un promedio de 60.431 barriles diarios.
El tercer lugar en la producción neuquina lo tiene Pan American Energy (PAE). La petrolera liderada por Marcos Bulgheroni produjo 22.595 barriles diarios, de los que el 93,7% se extrajeron de Vaca Muerta. En la lista, siguen otras grandes jugadoras, como Shell, Tecpetrol y Pluspetrol, que a fines del 2024 adquirió las áreas de ExxonMobil por lo que suma margen de crecimiento.
Del 2016 al 2024, Neuquén sumó un promedio de 310.680 barriles por día, un crecimiento que ronda el 300% en los registros.

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El aumento es tal, que la Cuenca Neuquina pasó de cubrir el 41% con 214.255 barriles diarios en 2016 a casi el 69% del total de Argentina en 2024. El año pasado, la producción diaria rondó los 489.174.
En el 2016, la cuenca que aportaba a la producción de crudo era la del Golfo San Jorge, con 249.331 barriles por día. Chubut y Santa Cruz, las tierras del petróleo Escalante, lideraron la producción nacional por largos años.
En la actualidad, de esta cuenca sale el 26,8% del crudo, que es más pesado que el que se extrae en Vaca Muerta. Cumple un rol fundamental en el mix implementado en las refinerías del país, que están en pleno proceso de adaptación para tratar el crudo que se obtiene de la formación shale.
El aporte de las otras cuencas al total del país
El protagonismo de la Cuenca Neuquina por Vaca Muerta y la del Golfo San Jorge fue hasta abrumador en el total nacional durante 2024. Entre ambas, cubrieron prácticamente el 95,8%. Sin embargo, vale aclarar que en el país son cinco las cuencas con operaciones activas: se suma la Cuyana, la Noroeste y la Austral, todas ellas de producción convencional.
La primera, cuyos barriles se extraen sobre todo de Mendoza, cubrió el 2,2% del total nacional el año pasado. Allí, el Gobierno provincial busca sumar actividad a través de la licitación de un área.
A la vez, en esta cuenca se replica la tendencia de las empresas con más espalda que salen de algunos activos para concentrarse en los más rentables. Así, días atrás la firma CGC acordó con VenOil, una pyme mendocina, la cesión de dos áreas en la cuenca.
En el caso de la Cuenca Austral, la participación es de 1,5%. Sin embargo, su gran aporte es en el segmento del gas, con el 17,4% de la producción total de la mano de las operaciones offshore, siendo Fénix el último proyecto puesto en marcha. Se ubica el segundo lugar después de la Cuenca Neuquina.

Vale marcar, en la Cuenca Austral YPF y CGC exploran Palermo Aike, la roca madre, también referida como la hermana menor de Vaca Muerta. Por el momento, los resultados del pozo puesto en producción son modestos, pero se mantienen las expectativas con nuevos relevamientos sísmicos en otras dos áreas de la mano de la petrolera de mayoría estatal.
La Cuenca Noroeste es la que arroja un aporte más bajo, con 3.586 barriles diarios, representa el 0,5% del total nacional. En esta cuenca, cuya época de esplendor se remonta a la década del 80, las áreas en producción requieren una importante inyección de capital para tratar de frenar el declino ante la falta de otros proyectos que revivan su actividad.
El 2024 cerró como uno de los mejores años para el petróleo de Vaca Muerta. Por primera vez en la historia, la producción de barriles desde la roca madre fue mayor a la obtenida con métodos convencionales en Argentina. Los registros del Gobierno nacional arrojan que el 55,6% del crudo salió de Vaca Muerta, mientras que el 43,6% restante vino de la explotación convencional y apenas el 0,8% salió del tight.
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