Terremoto en Japón: Hubo derrame de agua radioactiva en la principal central nuclear

El fuerte terremoto que sacudió a la isla este 1 de enero afectó a la central Kashiwazaki-Kariwa, la más grande del mundo. Afortunadamente, el agua con material radiactivo derramada fue menor y quedó contenida en las instalaciones.

Hace poco no más de dos años comenzó en Japón el proceso de reactivación paulatina de las centrales nucleares de ese país, que tras el desastre de Fukushima en 2011, habían sido paralizadas. Pero nuevamente un terremoto seguido de tsunami encendió las señales de alertas, y si bien se registró un incidente en la central de Kashiwazaki-Kariwa, el mismo fue menor.

A las 16.10 del primer día de este año, un terremoto de 7,6 grados en la escala de Richter golpeó nuevamente a Japón. El epicentro estuvo en la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa, y tuvo la particularidad de darse a una reducida profundidad, incrementando así sus efectos y el consiguiente tsunami.

Mientras los efectos del terremoto y el posterior tsunami fueron graves y causaron la muerte de más de una decena de personas y aún existen otras desaparecidas, los ojos de la nación estuvieron en las centrales nucleares que avanzaban en un proceso de reactivación progresiva luego de su cierre preventivo tras el desastre de Fukushima I.

El 11 de marzo de 2011 un terremoto de magnitud 9 golpeó también a Japón, pero en este caso afectó gravemente a la central nuclear en donde, por los daños generados días después se registraron explosiones de hidrógeno y aire en las Unidades 1, 3 y 4 que causaron daños estructurales y el filtrado de aguas con materiales radiactivos al mar.

El incidente en este complejo, que en agosto pasado recibió el visto bueno para volcar al Pacífico millones de litros de aguas de tratamiento, terminó siendo catalogado tiempo después en el mismo nivel de gravedad que el registrado en la planta ucraniana de Chérnobil, esto es Nivel 7 en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INE).

La central Kashiwazaki-Kariwa, ubicada en la prefectura de Niigata es el complejo nuclear más grande de mundo, con una potencia instalada de 8.212 MW y fue una de las instalaciones que se mantuvo cerrada para inspecciones profundas. Recién la semana pasada había obtenido el visto bueno para poder comenzar a inyectar energía.

Sin embargo, la firma responsable de las centrales nucleares, Tokyo Electric Power Company Holdings (Tepco), reportó poco después del terremoto de este lunes que se detectó que «el agua de las piscinas de combustible en los pisos superiores de los reactores 7 y 2 se derramó» debido al terremoto. Según detalló Tepco, se trató de derrames menores y contenidos dentro de las instalaciones.

«Se derramaron aproximadamente 10 litros del reactor 2 y aproximadamente 4 litros del reactor 7. TEPCO está midiendo los niveles de radiación», informó la compañía que precisó que no se registraron daños, ni fugas.

En tanto que la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón explicó que no se encontraron irregularidades en las plantas nucleares a lo largo del Mar de Japón, tanto las que están en actividad como las que se encuentran fuera de servicio.

En ese repaso sin irregularidades se contabilizó a la planta Shika de Hokuriku Electric, la más cercana al epicentro, ya había detenido sus dos reactores antes del terremoto para realizar inspecciones periódicas y no registró ningún efecto negativo. Al igual que las plantas Ohi y Takahama de Kansai Electric Power en la prefectura de Fukui, en donde estaban en operación cinco reactores.


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