Un vehículo robótico aterrizará en Marte con energía nuclear capaz de soportar hasta -38°C

La NASA y la Agencia Espacial Europea desarrollan su primer vehículo espacial (rover) para explorar Marte en busca de vida. El equipo aterrizará con un sistema nuclear, capaz de soportar las bajas temperaturas del Planeta Rojo.

La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) firmaron un acuerdo para desarrollar el primer vehículo robótico (rover) destinado a explorar en busca de vida en Marte. Aterrizará con un sistema de energía nuclear, diseñado para soportar hasta -38°C en el Planeta Rojo. Después, se abastecerá con energía solar.

El rover lleva el nombre de Rosalind Franklin, una química británica que aportó al conocimiento de la estructura en hélices del ADN. Su lanzamiento está previsto para 2028 y estará equipado con tecnologías avanzadas para buscar indicios de vida antigua en Marte.

«La capacidad de perforación y el laboratorio de muestras a bordo del rover Rosalind Franklin tienen un valor científico excepcional para la búsqueda de pruebas de vida en Marte«, subrayó la administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en Washington Nicola Fox.

El rover perforará hasta dos metros en la superficie para tomar muestras del suelo, analizar su composición y buscar evidencia de vidas pasadas o presentes bajo tierra. «La NASA apoya la misión Rosalind Franklin para continuar la sólida asociación entre Estados Unidos y Europa para explorar lo desconocido en nuestro sistema solar y más allá», destacó.

La NASA expuso que apoyará la misión dirigida por ESA y brindará componentes esenciales, como un vehículo de lanzamiento comercial estadounidense, unidades de calentamiento de radioisótopos (RHU) y la tecnología del sistema de propulsión necesaria para el aterrizar en suelo marciano.

El vehículo utilizará un dispositivo de energía nuclear para aterrizar en un entorno complejo, donde las temperaturas pueden caer hasta los -38°C. Para que se mantenga en funcionamiento, tendrá unidades de calentamiento de radioisótopos.

Estas unidades usan isótopos en descomposición, como el americio-241, para generar calor y electricidad para las naves espaciales. Esta tecnología proporciona una fuente de calor con mayor rentabilidad en Marte, en particular, durante las operaciones de aterrizaje comparado con la energía generada por paneles solares.

Un antecedente clave es el Rover Perseverance de la NASA, que ya funciona con un sistema de energía nuclear. Convierte el calor de la desintegración radiactiva natural del plutonio-238 en electricidad y genera un flujo constante que alimenta los sistemas, los instrumentos de investigación y otros equipos del vehículo.

El americio-241 es menos potente que el plutonio-238, pero es más barato y fácil de obtener. Permitirá que el rover Rosalind Franklin funcione antes de desplegar sus paneles solares, y después se abastecerá solo con energía solar. Las RHU serán una fuente de calor de reserva, ante cualquier imprevisto que pueda surgir durante el procedimiento inicial de despliegue y activación.


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