Era una fiesta criolla, pero se lucieron los foráneos

La fiesta era para los mejores jugadores nacionales, pero apareció un tal Jamaal Thomas y se robó todos los aplausos. El extranjero que llegó a Echagüe para jugar el TNA fue la gran atracción en la XVI edición del Juego de las Estrellas, que se cumplió en Paraná.

Ante un estadio colmado, los foráneos dieron la nota porque también se quedaron con la victoria en el partido principal, frente al combinado argentino.

El resultado fue 104-97, con una gran producción del escolta de Atenas, Joshua Pittman, quien se apoderó el premio a jugador más valioso.

En el «visitante» predominó el juego colectivo y por eso marcó diferencias ante un equipo que nunca le encontró la vuelta al partido y dependió demasiado del perimetral de Boca, Paolo Quinteros (22 puntos). También rindieron Diego Prego (Quilmes) y Martín Leiva (Boca), ambos con 18 unidades.

En la especialidad de triples, Eduardo Dominé apabulló por 24-15 a Sebastián Festa y retuvo la corona desde los 6,25 metros.

Al margen de los lanzamientos y del pleito estelar, lo mejor estuvo en el concurso de volcadas, que ganó Thomas.

Se consagró con 98 puntos, seguido por Patrick Savoy (Gimnasia ), con 96 puntos y Cristian Romero (Obras), que sumó 84. De todos modos, sus mejores «enterradas» se vieron en las rondas preliminares, donde el local fue el único en lograr una marca ideal (50).

La historia de Thomas y el público de Echagüe es muy particular. Se sumó al equipo hace dos meses y la directiva intentó cortarlo porque «no juega en equipo». Sin embargo, la gente y en especial los sponsors, insistieron para que siga en el plantel. Los fanáticos dicen que «la vuelca como Jordan», los números mandan y por eso hay Thomas para rato en tierras entrerrianas. (Télam/AN)