Erik sigue sin casa ni cuidadores

El chiquito internado hace meses en el hospital de Choele.

Erik tiene poco más de dos años, pero esos escasos 800 días de vida han sido una odisea que no terminará en tanto no cuente con una casa donde vivir y cuidadores designados permanentes.

El nene vive desde hace meses en el hospital de Choele Choel porque sufre de una grave enfermedad inmunológica.

Ahora Erik fue separado de sus padres por 90 días por entender la justicia que tanto la mamá como el papá no pueden hacerse cargo. Así lo indicaron ayer a este medio fuentes hospitalarias.

En tanto, la justicia penal continúa con la investigación para determinar si hubo abandono de persona por parte del gobierno provincial. El fin de semana se supo que desde el área de “Protección Integral”, del Ministerio de Desarrollo Social rionegrino, se tomó la decisión de poner cuidadoras en turnos de 8 horas en una casa exclusiva para el niño.

En tanto, en el hospital –donde aún permanece el chiquito– cuentan que el niño sufre la ausencia de su madre.

“Esta superdecaído. Muy triste. Casi no come. Aunque la madre se acerca y está con él algunas horas siempre en presencia de cuidadoras” mencionaron. Según trascendió se le quitó a la madre y al padre la guarda del niño.

“La delicada salud del niño, además de los cuidados médicos, oxígeno y alimentación –que se le suministra por sonda–necesita principalmente una fuerte contención afectiva”, opinaron desde el hospital.

La situación de la madre del nene también es delicada ya que a su vez fue víctima de abandono por su familia durante toda su niñez y sufrió otros infortunios.

Los antecedentes

En relación al caso, cabe recordar que desde el propio hospital zonal de Choele Choel se radicó una denuncia por presunto abandono de persona, a raíz que la criatura de 2 años padece de “inmunodeficiencia combinada con deficiencia celular severa” razón por la que no puede tener contacto con otros niños ni con personas que pudieran transmitirle alguna infección o enfermedad, pues podría ser letal.

Sin embargo, y a pesar de las gestiones de personal de Salud Pública desde diciembre hasta el momento no se encuentra solución y el bebé sigue alojado en el área de pediatría.

“La delicada salud del niño, además de cuidados médicos, oxígeno y alimento, necesita a la par una fuerte contención afectiva”.

Es la opinión de personal del hospital.

Una situación por demás compleja

La realidad de Erik es doblemente triste pues el niño tiene como único vínculo familiar a su madre, quien también necesita contención. La adolescente arrastra situación de calle desde los 8 años y aún así desde diciembre hasta hace una semana permaneció cuidando a su hijo sin ayuda de familia ni allegados. En ocasiones se ha ido por uno o dos días para regresar luego junto a su hijo sin el auxilio de cuidadora alguna, pues las que tuvo no cobraron en tiempo y forma y abandonaron la tarea. La propia jovencita dijo por radio que en Buenos Aires, en la Casa de Río Negro, le indicaron que vuelva tranquila a la provincia, que aquí ya tenían una casa para ella y su hijo. Sin embargo, llegó en un vuelo sanitario directo al hospital, donde fueron alojados por no tener donde vivir. Hasta el momento, la vivienda prometida no apareció.