«Diciembre 2001», la serie que recomendó Cristina, se suma a las propuestas que revisan la historia reciente

El 7 de junio se estrenó en Star + “Diciembre 2001”, que cuenta aquellos días convulsionados y trágicos. Además, se está filmando la vida de Carlos Menem y pronto se verá también “Diciembre 1983”, sobre Leopoldo Galtieri.

La historia argentina, la más reciente, se vuelve serie, película. Ya no como el telón de fondo de alguna ficción, como en “El secreto de sus ojos, sino como la materia prima de lo que se cuenta. Lo hizo “Argentina 1985”, la película de Santiago Mitre que recreó el juicio a las juntas militares y que sirvió para acercar a las nuevas generaciones a un hecho trascendental tras el regreso de la democracia. Y lo hacen ahora tres series más. Una que ya está en las plataformas de streaming, y otras dos que estarán pronto.
La que ya está en pantalla, en Star+, es “Diciembre 2001”, basada en el libro del periodista Miguel Bonasso, “El palacio y la calle”.


La serie de seis capítulos breves (entre 35 y 48 minutos) , cuenta aquellos días convulsos y trágicos de la Argentina que terminaron con 39 muertos, 500 heridos, la renuncia del entonces presidente Fernando De La Rúa, el arrebato de ahorros y la caótica sucesión de cinco mandatarios en 11 días. La ficción abarca el período que va desde marzo de 2001 hasta el enero de 2002, con la elección de Eduardo Duhalde por parte de la Asamblea Legislativa.


Hace una semana, durante su discurso en Río Gallegos, la vicepresidenta Cristina Kirchner recomendó la serie. Y aunque dijo que el país ahora no está como en aquel momento, señaló: “Les recomiendo ver la serie Diciembre 2001. En ella se relata la caída de la convertibilidad del peso argentino, donde un peso dejó de tener el mismo valor que un dólar. También se muestra la decadencia de la Alianza y cómo todo un gobierno estaba a la espera de que el FMI proporcionara o no los fondos necesarios. La serie muestra lo mismo que pasa ahora con respecto al FMI, la tensión, la pistola en la cabeza que te ponen”.


Ficción y realidad



Como columna vertebral, la serie guionada por Mario Segade y dirigida por Benjamín Ávila, sigue a Javier Cach (Diego Cremonesi), un militante político que trabaja como asesor en la Jefatura de Gabinete, un personaje que no está basado en nadie en particular, pero que tiene acceso a todo, desde los despachos a las fiestas que montaba Antonio de la Rúa, el hijo del entonces presidente. Alguien con acceso al backstage político pero que a la vez parece tener un pie en la realidad que se juega en las calles.


El elenco está encabezado por Jean Pierre Noher como un sobrepasado De la Rúa, e integrado por figuras como César Troncoso en el rol del exgobernador de la provincia de Buenos Aires Eduardo Duhalde, representado como un maquiavélico líder de la oposición a la espera de los tropiezos del rival; Luis Machín como el ministro de economía Domingo Cavallo y Manuel Callau como el expresidente Raúl Alfonsín. También están el exjefe de Gabinete Chrystian Colombo; Alejandra Flechner como “Chiche” Duhalde; y Nicolás Furtado el otro personaje ficticio, Franco Musciari, que en este caso es del entorno de Duhalde.

Aunque retrata un tema que por estos días cobra mucha actualidad, sobre todo por las menciones de los políticos, hay algunos elementos que resultan anticlimáticos en la serie.

Uno de ellos es la aparente necesidad de poner en letras enormes a quién representa el actor que está en pantalla. Así, al menos durante el primer capítulo, se ven sucesivamente las indicaciones de que estamos viendo a De la Rúa, a Colombo, a Duhalde, a Chacho Álvarez, lo que parece una falta de fe de los creadores en los personajes que retratan. Aunque tengan un fin educativo, vuelve un poco engorroso el avance de la serie.

Otro elemento extraño es la decisión de utilizar, por ejemplo, a un actor para que interprete a Ricardo López Murphy, y luego, en una escena que transcurre en un bar donde se ve la conferencia de prensa del entonces ministro, utilizar imágenes de archivo de con el López Murphy real. La edición le quita el verosimil al actor que, obviamente no se parece tanto a la persona real. Es como si en la serie de Luis Miguel hubieran hecho convivir al actor que lo interpreta con imágenes del cantante.

Para demostrar que el personaje de Javier Cach no pierde el sentido de la realidad que lo circunda, está también su madre, una médica que trabaja en un hospital y que está obsesionada por saber que va a ocurrir con los dólares y la convertilidad. Ella lo llama, le consulta, y hasta va a Casa Rosada para asegurarse de que sus ahorros no se vana a evaporar. Todo mientras en una oficina de más arriba, Domingo Cavallo tiene un ataque de ira porque ve que su plan se hace pedazos.

Las alianzas, las traiciones, los manejos y desmanejos, las internas, los odios inconfensables que se confiesan con la certeza de que no serán traicionados y se vuelven un boomerang, dejan la sensación de que no había nadie a la altura de lo que estaba ocurriendo en el país de aquellos días. Mientras afuera crecen el hambre y las protestas, y puertas adentro la desesperación por los fondos que no llegan, lo que se ve es a un De La Rúa que sólo atina a decirle a Colombo que mude su oficina al lado de la suya, como un mensaje interno.

Por un lado, entonces, la serie es sumamente pedagógica detallando los nombres de los que hablan, pero por otra se vuelve liviana a la hora de darle alguna hondura lo que ocurría. Y es justamente con el corralito, la deuda externa y el FMI como uno de los disparadores del conflicto, donde la serie deja sus mayores cuentas pendientes. Hay demasiada “rosca política” y poco contexto. Es poco probable que la serie, como sí lo hizo “Argentina 1985”, genere debate o funcione como puesta al día para las nuevas generaciones, más allá de que tenga buenas actuaciones y algunos momentos para disfrutar.


Hacia el final de la serie, ya sobre los títulos finales, “Diciembre 2001” promete que regresará a las pantallas. No con una secuela o lo que ocurrió después de aquel tiempo, sino con un viaje al pasado. Lo que se ve es al teniente Leopoldo Galtieri, presidente de facto de la Argentina, recibiendo la noticia de que debía renunciar a su cargo debido a la derrota en la Guerra de Malvinas.

La leyenda que se lee al final adelanta una segunda temporada de la serie, pero esta vez enfocada en otro suceso de la historia argentina, el regreso a la democracia: “Próximamente. Diciembre 1983”. Otro capítulo de nuestra historia.


Carlos Menem poir Amazon Prime


El martes 20, feriado en el país y mientras se sucedían los incidentes en Jujuy, se vio una imagen peculiar de la Casa Rosada: “Con carisma se nace, el poder se construye. La serie del hombre que marcó a la Argentina de los 90’, Menem, inició su rodaje”, anunció Amazon Prime, la plataforma que pondrá en pantalla el año próximo la historia del ex presidente argentino.


La imagen que se reprodujo el martes era la de Leonardo Sbaraglia, impecablemente caracterizado como Menem, en el patio de las Palmeras de la Casa Rosada, donde el martes se filmaron algunas escenas.
El actor será quien protagonice la biopic, y estará acompañado por Juan Minujín, Griselda Siciliani y Jorgelina Aruzzi.
Dirigida por Ariel Winograd, hasta ahora se sabe que será un drama en clave de ficción que abordará la historia de Carlos Saúl Menem, la de su familia y su círculo íntimo, en un viaje cronológico desde sus orígenes en la provincia de La Rioja hasta su ascenso a la Rosada a fines de los ‘80.


En esa línea y según los datos de la producción, la serie creada y producida por Mariano Varela relatará las tramas de poder, con las dosis de controversia y de tragedia social que rodearon la gestión del mandatario fallecido en febrero de 2021. En los capítulos se verá también, siempre según los anuncios, el impacto de medidas como la convertibilidad económica y hasta los ataques terroristas a la sede de la Embajada de Israel y de la AMIA en Buenos Aires, ocurridos en 1992 y 1994, respectivamente.
Marco Antonio Caponi, Agustín Sullivan (Sandro de América), Cumelén Sanz (Monzón), Alberto Ajaka (El Presidente), Violeta Urtizberea (Cien días para enamorarse) y Martín “Campi” Campilongo completan el elenco de la serie, producida por Claxson y Yulgok Media.


El aporte de la ciencia hecho documental: “Maelström 2001”


A las series y películas se suma un documental que no tuvo mucha circulación: “Maelström 2001”, de Juan Pollio, producido por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet)
Lo que aborda este documental es el rol de la ciencia para identificar a los responsables de los cinco homicidios perpetrados en medio de la represión policial en la jornada del 20 de diciembre de 2001 en la Ciudad de Buenos Aires.


La película muestra cómo el investigador Rodolfo “Willy” Pregliasco reconstruye con imágenes de diversas fuentes (300 horas de videos de cámaras de seguridad de la Policía Federal, señales de televisión y documentales y más de 500 fotografías, entre otros aportes) las circunstancias en las que se produjeron los cinco asesinatos y resultaron heridas varias personas.


Inspirado en el cuento de Edgar Allan Poe “Un descenso al Maelström”, el físico Pregliasco creó el panóptico, un programa que ordena espacial y temporalmente el caos de imágenes producidas en esa jornada y dicha herramienta permitió, a lo largo del juicio, ubicar a las víctimas y testigos y relacionar las órdenes policiales transmitidas por radio para reconstruir lo acontecido.
El filme generado por Conicet Documental (productora audiovisual que en este caso hizo foco en el Programa Nacional de Ciencia y Justicia) tuvo su bautismo en el último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.


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