50 años de «Angie»: sobreviviendo a los ’70

El 20 de agosto de 1973, Los Rolling Stones editaban esta balada acústica compuesta por Keith Richards, mientras se desintoxicaba en una clínica de Suiza.

«Yo estaba en la clínica y Anita estaba bastante cerca, trayendo al mundo a nuestra hija Angela. Una vez que pasó el trauma de los primeros días, una tarde agarré una guitarra y escribí «Angie» sentado en la cama. Por fin, podía volver a mover los dedos otra vez y ponerlos donde iban, sin sentir que tenía que cagarme en la cama o trepar por las paredes como un loco. Y entonces empecé a cantar ‘Angie, Angie’”’. No era sobre nadie en particular. Un nombre cualquiera. Podría haber sido ‘ooooh, Diana’. No sabía que Angela iba llamarse Angela cuando compuse ‘Angie’”’. En esa época no sabías el sexo del bebé hasta que nacía. De hecho, Anita le había puesto Dandelion. Angela era la segunda opción porque nació en un hospital católico y todos insistieron en ponerle un nombre «más apropiado». En cuanto creció un poco, Angela nos advirtió: “No volváis a llamarme Dandy nunca más”.


Así recuerda Keith Richards en “Vida”, su autobiografía, el momento en que “Angie”, el clásico de Los Rolling Stones incluido en “Goats Head Soup”, de 1973. Tanto él como su esposa Anita estaban internados en Suiza en ese momento, aunque por cuestiones muy diferentes. Anita Pallenberg, como bien recuerda el guitarrista, estaba dando a luz; él, en cambio, estaba en una clínica cercana intentando volver a ver la luz: se estaba desintoxicando acaso por enésima vez. Mientras surfeaba el consecuente síndrome de abstinencia de ocasión, le vino a la mente “Angie”.
Editada el 20 de agosto de 1973, “Angie” fue grabada entre noviembre y diciembre del año anterior en Dinamic Sound Studio de Kingston, Jamaica, donde se grabó buena parte de “Goats Head Soup”. Escrita principalmente por Keith Richards. sobresale la interpretación vocal de Mick Jagger, el piano de Nicky Hopkins y arreglo de cuerdas de Nicky Harrison. Fue el séptimo número uno de los Stones en Estados Unidos.


La grabación de “Angie” tuvo dos etapas: comenzó a finales de noviembre de 1972 con Nicky Hopkins al piano, pero sin el arreglo de cuerdas, las cuales fueron incluidas en las sesiones de mayo y junio de 1973 en el Island Studio de Londres. Esta es la versión final que se convirtió en single y se incluyó en el álbum. Para entonces, la banda, acaso sin ser conscientes del todo, estaba construyendo el canon del sonido Stone: entre diciembre de 1968 y mayo de 1972, editaron Beggar’s Banquet, Let It Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main St.. Ahí está todo. En esos cuatro discos producidos por Jimmy Miller, un stone más en todos los sentidos, está todo lo que conocemos de Los Rolling Stones. Si la banda hubiera resuelto dejar de sacar discos y que Exile… fuera el último, no habría cambiado en (casi) nada la historia de Los Rolling Stones.

La particular portada de Goats Head Soup, con el rostro de Mick Jagger envuelto por un velo de gasa fue diseñada por Ray Lawrence con fotos de David Bailey. El retrato de Jagger en la portada fue aproximadamente de tamaño natural.


Pero no fue así, hubo más música y “Angie” fue el primer paso en la nueva vida de Los Stones, una en la que Richards seguía hundido en las drogas mientras Jagger se pavoneaba en el jet set europeo matrimonio con la modelo, actriz y activista nicaragüense Bianca Pérez-Mora Macías, desde entonces conocido simplemente como Bianca Jagger.
Keith Richards la escribió en Suiza después de que el álbum Exile on Main St. hubiera sido aprobado por la compañía discográfica, pero antes de que saliera a la venta. “Angie” fue una de las primeras canciones que los Stones grabaron para Goat’s Head Soup.


Las canciones más fuertes del álbum siguen siendo, con diferencia, las baladas: “Winter”, “Coming Down Again” y, obviamente, “Angie”, la canción que se convertiría en un estándar para el grupo en el futuro. Si los cuatro discos anteriores dieron forma al canon del sonido Stone, este disco aportaría el suyo, pero para con las baladas futuras, por caso “Out of Tears”, inlcuída en Voodoo Lounge (1994).
En cambio, las canciones rockeras del álbum como “Dancing with Mr. D”, “Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)” y “Star Star”, si bien no están mal, comenzaban a sonar como un clishé del sonido Stone, una repetición de yeites que se escucharán en los siguientes… cincuenta años, con algunas genuinas excepciones, por cierto.
Goats Head Soup muestra cierto agotamiento de la banda luego de cuatros años intensos y sobrepasado de excesos, cuyo resultado fueron cuatro discos geniales, sí, pero a un altísimo costo físico y mental. Los Stones habían logrado sobrevivir a los primeros años de los haciendo su mejor música y convirtiéndose en la banda de rock más grande del mundo, ahora debían resolver qué hacer con eso.


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