Padres analógicos criando hijos digitales y otros desafíos: Pablo Picotto trae «Tiempos Modernos» al Alto Valle
El aclamado comediante llega a la región con su nuevo espectáculo para una gira de shows que comienzan este jueves en Roca y conituarán mañana en Plottier, el sábado en Neuquén y el domingo en Cipolletti. Entrevista con Diario RÍO NEGRO.
Como muchos padres de este tiempo, Pablo Picotto, cuya infancia fue (muy) en otro tiempo, enfrenta el desafío de contarle a un hijo, nativo digital pleno, como fue aquella infancia suya, tan lejana y de otro tiempo, aunque en verdad no haya pasado tanto tiempo. Pensemos que hace tan solo 15 años atrás aun no existía, por caso, WhatsApp.
Acostumbrado a plantarse ante un público a quien tiene que hacer reír y reflexionar, pero sobre todo reír, Picotto, comediante del stand up, no la tiene fácil cuando se trata de plantarse ante la infancia del siglo XXI. “Papá, ¿cómo eran los celulares cuando eras chico?”. Ok, ahí vamos…
De preguntas de este tipo está hecho “Tiempos modernos”, su más reciente espectáculo, estrenado a fines de mayo, y con el que girará por el Alto Valle desde esta misma noche, cuando lo presente en Sala II de Casa de la Cultura, de Roca. Luego seguirán funciones en Plottier, Neuquén y Cipolletti (ver aparte).
El cierre de un show cómico es siempre con la gente. Es la gente la que te devuelve, si se ríen o no, si se divierten o no».
Pablo Picotto
“Tiempos modernos” es de algún modo la continuación de aquella “Total incertidumbre”, el espectáculo que Picotto estrenó hace poco más de un año y que remitía a los tiempos pandémicos y cómo se suponía que íbamos saliendo del encierro. “Tiempos modernos trata de lo que nos encontramos después de aquella total incertidumbre de la pandemia, propone volver a la vida en otra incertidumbre: la digitalización total, la inteligencia artificial, las redes sociales a pleno, la información y los nuevos trabajos online, haters… todo ese mundo. Y, por otra parte, criar un pibito que te pregunta cómo eran los celulares cuando vos eras chicos sin entender que aquella era la edad de piedra (risas)”, adelanta el comediante durante una entrevista telefónica con Diario RÍO NEGRO.
“Un nativo digital total que se cría con pantallas alrededor todo el tiempo y nosotros criando a una generación que no sabemos a qué nivel de tecnología van a tener cuando sean más grandes”, profundiza Picotto acerca de cómo contarle el pasado de uno a un niño actual, muy actual. “Porque también explicarle cosas que tienen que ver con la infancia y que tengo que ir editando porque son como un poco brutas como por ejemplo llevar 20 pibes sueltos en la caja de atrás de una camioneta hasta un cumpleaños (risas) en nuestra infancia eran la normalidad y hoy ni siquiera pueden pensarse”.
Este y todos sus espectáculos le surgen a partir de preguntas, revela Picotto. “Lo más importante al momento de pensar u n show es qué me pregunto más que qué tengo para decir. Ahí está la búsqueda. Tengo las preguntas sobre que me pasa respecto de las cosas y esas preguntas van apareciendo combinadas con lo que voy haciendo en las redes sociales, con los personajes que tengo De ahí es que se me ocurre contar qué me pasa en el momento y cuáles son los cuestionamientos a las cosas y que funcionan como disparadores para ver hacia dónde va a ir el material. Así termino redondeado un show”.
Como en cada uno de sus espectáculos, Pablo Picotto está solo en escena, pero no tanto porque, bien visto, son cinco: cuatro personajes y él, con un perchero muy lindo según sus propias palabras donde tiene a mano todo el vestuario y las pelucas. “Hago varios personajes, aparezco yo, de repente aparece Víctor Lapudre cerrando su campaña electoral, vuelvo yo, después Gerardo el ferretero contando cómo era la infancia en su época y las que le piden sus clientes, aparezco yo otra vez, aparece Carlitos contando los mil trabajos que ha tenido en su vida y así voy cambiando entre los personajes y yo haciendo stand up hasta que al final aparece Osmar y luego yo para el final con una pequeña reflexión.
El strand up es el tipo de humor que me tocó, mi generación se crio con el stand up y ahí aparecimos”.
Pablo Picotto
El desafío creativo de Picotto es saber dónde está lo gracioso a todo eso que se pregunta. Y la urgencia, claro. “La urgencia es lo que finalmente me empuja, cuando vienen y me dicen que en tal fecha estrenamos y ‘¡¿qué? no tengo nada!!’. Ahí empezás a correr y a cerrar cosas. Y mi rutina en general es probar todos los materiales, los personajes. A este espectáculo, por ejemplo, lo armé en un club de stand up de Buenos Aires que se llama La silla Eléctrica. Iba probaba una noche de stand up toda completa, otra noche probaba solo personajes y así se fue armando. El cierre de un show cómico es siempre con la gente. Es la gente la que te devuelve, si se ríen o no, si se divierten o no. Entonces, hay que hacer algunas funciones de prueba para saber que uno no se está tirando a una pileta sin agua. Necesito público de verdad que me venga a ver y se ría genuinamente. Mis amigos siempre me van a decir que está todo muy lindo (risas)”.
Pablo Picotto y el stand up, una cuestión geenracional
Formado en teatro, Pablo Picotto comenzó a dedicarse a la comedia en 2001 con obras cortas y monólogos de personajes en café concert, pero no fue hasta 2006 que decidió incursionar en el género stand up, género al que enriqueció con recursos teatrales. Picotto es un artista versátil en escena lo mismo que sus espectáculos. Texto en mano (y en mente), Picotto va y viene en escena. “Me doy lugar para irme del texto y al final lo que sucede es que me tengo que controlar con ponerme un freno y no divagar tanto o no ponerme a improvisar por demás porque se me estiran los espectáculos, la gente la pasa bien, pero nos vamos a dos horas y es mucho. El espectáculo tiene chistes que están establecidos, pero aparecen mejores y son reemplazado sin lugar a dudas”.
Pablo Picotto sostiene que, más allá de la fluidez y la soltura del standapero en escena, el stand up sí tiene una estructura que la ve quien lo hace y no tanto el público. “A mí me encanta el stand up y lo combino con los personajes de mi recorrido por el café concert o del varieté. Yo no soy muy purista, me meto en los terrenos que me permitan contar las cosas que quiero contar”.
Con experiencia en radio, tevé y cine, Picotto estuvo en la selección de comediantes de Comedy Central durante el 2016 y 2017, fuel docente de algunos destacados exponentes de la nueva generación de humoristas y dirigió diversos espectáculos entre ellos “Los otros”, de Magalí Tajes; “Mellera Lauriente en el Luna Park”; “Flashando Secuencia”, de Fran Gómez y Nacho Saralegui; “Quedate conmigo, Lucas”, obra escrita por Hernán Casciari e interpretada por la dupla Mellera Lauriente; y, en el año 2021, fue parte del equipo de dirección de Flavio Mendoza para uno de sus últimos espectáculos.
Como coach o colaborador trabajó en los especiales de Netflix de Radagast y Luciano Mellera, entre otros proyectos. Durante el 2019 fue parte del equipo del programa “Detrás de lo que vemos”, emitido por Crónica TV bajo la conducción de Claudio Villarruel y Bernarda Llorente, con su columna de opinión llevada a cabo por su personaje Osmar Amarilla.
Dicho todo esto (y no es todo lo que podríamos decir de Pablo Picotto): ¿por qué el stand up? No sé, creo que el humor me fue ganado. Estudié formación integral de teatro y me pasaba que hacía obras dramáticas y mis compañeros se reían. Terminaba pasando que los maestros con quienes tomaba clases me daban las comedias para las muestras. El humor parecía ser un territorio natural entonces lo seguí transitando. No es lo único que hago: acabo de filmar una película, que supongo se estrenará el año que viene, donde hago de malo, una especie de estafador de pueblo. Y el stand up es el humor que generacionalmente me tocó. Si fuera de los 70 haría café concert y en los 50 habría hecho vodevil o revista, pero mi generación se crio con el stand up y ahí aparecimos”.
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