Es hora del volver a volar Argentina
Con el título logrado en el Maracaná, la Selección tiene la posibilidad de que la postergada conquista no sea el final de algo sino el principio de todo. Hay una idea y también equipo.
Había que ir demasiado lejos para encontrar la última sonrisa albiceleste en una cancha. El orgullo de selección estaba repleto de sueños inconclusos y la cita en el Maracaná era determinante. La disyuntiva de ganar o perder está en la naturaleza del fútbol, pero el equipo nacional ya cargaba con muchos estratos gestados en derrotas dolorosas. No había lugar para una más. No la hubo.
Nadie podría imaginar qué hubiera pasado si Argentina sumaba una nueva frustración y perdía la final de la Copa América ante Brasil. Siempre hay y habrá consecuencias en la derrota.
Lo que sí puede proyectar esta Selección ahora es cómo hará para aprovechar el envión que le dio el título logrado el sábado en Río de Janeiro.
Este equipo de Lionel Scaloni inauguró una casta que esfumó los espectros que le cerraron las puertas de la gloria por 28 años. Si tanto costó volver a ponerse cara a cara con el éxito, habrá que cuidar el logro y potenciarlo para lo que vendrá.
El cambio de piel que provocó ganar esta Copa América tan especial, descubrió un potencial futbolístico lleno de nombres sobrados de actitud, versatilidad y corazón. Scaloni, en su primera experiencia como entrenador, aprendió el oficio a prueba y error junto a sus jugadores, donde algunos supieron defenderlo a capa y espada, tanto en el triunfo como en la derrota.
“Tenemos un técnico que planifica muy bien los partidos…”, resaltó Rodrigo De Paul, uno de los hijos pródigos de Scaloni, después de ganarle a Ecuador en los cuartos de final.
El emotivo abrazo entre el entrenador y el capitán Lionel Messi en el césped del Maracaná una vez consumado el título, certifica la comunión entre los principales referentes del seleccionado. El mensaje se traduce en que ganar la Copa sirvió además para terminar de construir la base donde se apoyarán los futuros desafíos. No es el fin de algo, sino el principio de todo.
Como dice la tribuna, Scaloni la tiró afuera varias veces en el aprendizaje de este curso acelerado de ser técnico de una selección que ha sido campeona del mundo, que tiene al mejor jugador del planeta y que arrastraba una sequía inaguantable sin ganar nada.
Sin embargo poco a poco este ciclo se fue afirmando, a tal punto que ya acumula una racha de 20 partidos sin derrotas (12 victorias y ocho empates), y ahora con el aura que le da el nuevo título, afrontará lo que queda de las Eliminatorias para ir luego por un nuevo objetivo: el Mundial de Qatar 2022.
¿Tiene con qué Argentina para soñar en ganar otro mundial? La respuesta quizás esté en la decisión de Scaloni de meter cinco cambios para afrontar la final con Brasil respecto a la semi ante Colombia.
La riqueza de recursos le ha dado esa posibilidad al entrenador, y eso también es parte de su trabajo. Hay arquero para rato con la aparición estelar de Emiliano Martínez y también en la zaga con el Cuti Romero.
En el medio si no juega Leandro Paredes lo puede hacer Guido Rodríguez o Gio Lo Celso. Rodrigo de Paul demostró su versatilidad para jugar, asistir y también meter si es necesario. Están Marcos Acuña, Nico Tagliafico, Exequiel Palacios o Nico González para el andarivel izquierdo. Y la apuesta a la experiencia a través de Ángel Di María y Sergio Agüero, que ahora será compañero de Messi en el Barcelona, además de Lautaro Martínez, el goleador de la era Scaloni con 14 tantos.
El abanico de nombres también le da la posibilidad al seleccionador de optar por diferentes esquemas tácticos y de sorpresas como la decisión de poner al Fideo Di María como extremo por la derecha en la final, tal como lo hace en el PSG francés. El perfil invertido es la mejor opción para el zurdo rosarino con este esquema y ese fue acierto más de Scaloni.
A la Selección le quedan aún 12 partidos camino a Qatar, que celebrará su Mundial en diciembre del año que viene. ¿Habrá una ventana para jugar ante Italia, el flamante campeón de Europa, en junio? La FIFA, que ya había cancelado la Copa de las Confederaciones por el nuevo formato del Mundial de Clubes, tiene la última palabra.
Argentina regresa al primer plano mundial, es el momento del volver a tomar altura.
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