“Es un grave error modificar la letra del himno rionegrino”

VIEDMA (AV).- Como una profanación de una obra de arte tomó la legisladora Inés Lazzarini de Ramos el proyecto destinado a impulsar cambios en la letra del Himno de Río Negro escrito por el presbítero Raúl Entraigas. “Se está cometiendo un gravísimo error”, consideró en la transición a producirlos. Entre los fundamentos para alzar la voz contraria a las modificaciones recordó que el autor falleció en 1977 y “no pudo saber ni imaginar que su poesía pudiera despertar resentimientos”. A su entender no existe connotación discriminatoria para con la etnia originaria de estas tierras, y en ese sentido puso como ejemplo una situación familiar de Entraigas, en referencia a que su abuela era Tehuelche de “pura cepa”, casada con el cacique Miguel Linares, el renombrado Mayor Linares y afincado en la zona de San Javier. “Entraigas era nieto de Tehuelches”, agregó. Luego dijo haber conocido al presbítero y por lo tanto “podemos dar fe de que tendría la respuesta acertada para aventar tamaños despropósitos”. Lazzarini de Ramos se mostró preocupada por la instalación de la “censura” bajo la excusa de “sospecha de matices discriminatorios”. En cuanto a los términos de registro de derechos de autor, la legisladora del PPR interpretó que “la propiedad intelectual es el primer derecho de los que diseñan, inventan o crean” añadiendo en ese aspectos que “el derecho existe por el hecho de la creación, lo que significa que sin formalidades, la persona dispone automáticamente de un derecho, simplemente por ser el autor”. Esta postura se conoció a poco de concretarse –la semana próxima– una nueva reunión de una comisión legislativa especial de estudio, análisis y reforma del Himno de Río Negro que ya decidió avanzar en la modificación de algunos tramos de la canción. El párrafo más cuestionado es el de la segunda estrofa que menciona “sobre el alma del tehuelche puso el sello el español”. El grupo reúne a parlamentarios y también personalidades de la cultura como el músico Edgardo Catellani y el director de teatro Javier Sala.