«Blade Runner» y «The Thing», las dos obras maestras que cumplen 40 años y fracasaron en taquilla

Este fin de semana se cumplió el aniversario de dos hitos en la historia del cine que, además de estrenarse el mismo día, tuvieron un reconocimiento tardío.

El mes de junio de 1982 es uno de lo más trascendentes en la historia del cine, con tres estrenos que marcaron su época y actualmente se consideran obras maestras, aunque algunos tardaron más que otros en recibir el reconocimiento del público y la crítica.

El 11 de junio debutó en las salas «E.T», película de Steven Spielberg que fue la más taquillera de la historia durante más de 10 años hasta ser superada por «Jurassic Park» en 1993, del mismo director.

Su rotundo éxito la convirtió en un evento masivo e ineludible para toda la familia y opacó a todos los estrenos de semanas posteriores.

El 25 de junio de 1982 se dio un hito que difícilmente se repita. No todos los días se estrenan dos películas tan icónicas y representativas como «Blade Runner» y «The Thing».

«Blade Runner»: El androide más humano

Basada en la novela de Philip K. Dick «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?», «Blade Runner» fue un fracaso de taquilla a pesar de tener a nombres pesados en sus afiches.

La historia, situada en Los Ángeles en el año 2019, se centraba en un policía especializado en cazar «replicantes», una serie de robots con forma humana que habían empezado a demostrar una inteligencia artificial avanzada.

Detras de cámaras estaba Ridley Scott, que tres años antes había sorprendido al mundo con «Alien». Aquella película rompió cifras de recaudación dentro del género de ciencia ficción/terror.

Como protagonista aparecía Harrison Ford que a esa altura ya había estado en los dos primeros episodios de «Star Wars» y en la película que abrió la saga de Indiana Jones, «Los cazadores del arca perdida».

Con la mítica música de Vangelis y una puesta en escena futurista casi sin precedentes, «Blade Runner» ganó adeptos con el correr del tiempo y su paso por los cines en 1982 fue sin pena ni gloria.

Como ocurre con las películas que se transforman en obras de culto, se elaboraron cientos de teorías sobre el origen del personaje principal a partir de las preguntas que la trama deja sin responder.

Esa lluvia que no para de caer, en una ciudad 100% creada para la ocasión en un set de filmación que funciona como una especie de barrio chino, simbolizan un futuro oscuro que presentó una atmósfera perfecta para el argumento.

El monólogo final del replicante Roy Batty, inmortalizado y en parte improvisado por el fallecido Rutger Hauer pasó a la historia y fue citado innumerables veces. Aquel final desesperanzador y conmovedor en partes iguales parece pertenecer a otra época del cine, menos preocupada por la reacción del público.

El futuro que Ridley Scott y su equipo imaginaron, con cyborgs y autos que vuelan, estaba situado en 2019 pero aún no llegó. Estuvieron adelantados a su época y también a la nuestra.

En el año 2017 llegó la tardía secuela, «Blade Runner: 2049», ubicada 30 años después de los sucesos de la primera. Tuvo un mejor rendimiento en cines pero estuvo lejos de las más vistas del año. La aceptación fue buena pero igual dividió aguas entre los fanáticos.

«The Thing», una cosa de otro mundo

Así como ocurrió con Ridley Scott, John Carpenter también había conocido las mieles del éxito años antes. El director neoyorquino, uno de los grandes maestros del cine de terror, venía de tres batacazos seguidos: «Halloween», «La Niebla» y «Escape de Nueva York».

«The Thing» parecía tener todo para triunfar y, sin embargo, fue el primer fracaso en la carrera de Carpenter. Se trató de una nueva adaptación de la novela corta de John W. Campbell que ya había sido llevada al cine en 1951 por Howard Hawks.

Fue su producción más costosa hasta el momento, con efectos visuales prácticos muy innovadores para la época a partir del gran trabajo de Rob Bottin que creó imágenes tan inolvidables como perturbadoras.

Tuvo nuevamente como protagonista Kurt Russell, al igual que en «Escape de Nueva York» y se dio el gusto de contar con música de Ennio Morricone.

La película se centra en un grupo de investigadores en la Ántartida que se encuentran con una criatura extraterrestre que puede imitar las formas de todo lo que mata.

De esta manera, el miedo ante esta presencia maléfica es doblemente grande ya que cualquiera puede estar infectado, lo que aumenta la desconfianza entre los investigadores hasta su espectacular final.

De la misma forma que pasó con «Blade Runner», apenas recuperó en la taquilla la inversión de su presupuesto y recién fue valorada con el correr del tiempo.

Hoy en día el modelo de los estrenos «para toda la familia» como «E.T» se potenció e hizo que producciones de mediana escala vayan desapareciendo o limitando su presencia en las carteleras de cine. La historia puso las cosas en su lugar y hoy, esos tres estrenos de junio de 1982, ocupan un espacio importante, como hitos en sus géneros.


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