Cómo es «Ciudad Victoria», la nueva novela de Salman Rushdie

"Ciudad Victoria" marca el regreso a la literatura del escritor británico de origen indio, días después de mostrarse en público por primera vez desde el atentado que casi le cuesta la vida. La novela, ambientada en la India del siglo XIV, se acerca en parte el realismo mágico latinoamericano.

La aparición en público del escritor Salman Rushdie, luego del atentado que le hiciera perder la visión de su ojo, y la publicación de su nuevo libro «Ciudad Victoria» es una señal de la potencia de la literatura tanto en Occidente como en el resto del mundo, y demuestra una vez más que el autor de la novela «Los versos satánicos» sobrevive a toda censura y su obra se fortalece y multiplica en cada intento de ser silenciada.

En esta nueva novela de Rushdie hay dos regresos para informar. Uno es el de literatura, otro el de su escritor. Por un lado la nueva novela de Rushdie, publicada por Penguin Random House, relata los doscientos cuarenta y siete años de la vida de la milagrera, profetisa y poetisa ciega llamada Pampa Kampana, quien en la India del siglo XIV crea un imperio a partir de semillas mágicas. Esa misma historia es contada en un lenguaje más llano «por el presente autor» dice el narrador y agrega que él «no es ni un erudito ni un poeta sino un simple cuentacuentos que ofrece esta versión para el mero entretenimiento y posible instrucción del lector de hoy».

El universo creado por Pampa Kampana es pacífico, donde los hombres y las mujeres son iguales y todas las religiones son bienvenidas, pero la historia que cuenta Rushdie es la de una creación que no puede alcanzar los ideales propuestos al comienzo. Como si fuese su historia personal, desde el principio esos hombres «comprendieron que la creación era solo el primero de muchos actos necesarios, que incluso la poderosa magia de las semillas no podía aportar todo lo que se necesitaba», escribe el narrador.


La historia de «Ciudad Victoria», mitad realista, mitad fantástica, comienza en el siglo XIV de nuestra era, en el sur de lo que ahora llamamos la India, Bhᾱrat, Hindustán.


Ese mundo pacífico que nace de la imaginación del autor de «Los versos satánicos» – novela que se publicó en Londres en septiembre de 1988 – se alteró para siempre el sábado 14 de enero de 1989, cuando cientos de fanáticos furiosos se reunieron frente al municipio de Bradford, un pueblo cerca de York, Inglaterra, para quemar ejemplares del «libro blasfemo». Desde su publicación su novela fue considerada como un insulto al islam. Por este motivo el líder político-espiritual de la Revolución islámica, el ayatolá Ruhollah Khomeini, le impuso a Rushdie (y a todos los involucrados en la publicación del libro) la sentencia de muerte, la llamada «fatua».

El escritor nacido el 19 de junio de 1947 en Bombay había crecido en India e Inglaterra y se había educado como musulmán. Luego de la sentencia del ayatolá tuvo que esconderse con la ayuda del servicio secreto británico y cambiar su escondite cincuenta y seis veces en un año. Treinta años después, en agosto de 2022, un hombre de entonces veinticuatro años atacó a Rushdie con un cuchillo en un evento literario, hiriéndolo gravemente.

«Ciudad Victoria», la nueva novela de Salman Rushdie.

El escritor, que había celebrado su setenta y cinco cumpleaños dos meses antes, reaparece en la vida pública ciego de un ojo y con los movimientos de una mano limitados, por lo que escribe «más despacio», como contó en una entrevista reciente con The New Yorker a propósito de la publicación de esta novela. El escritor había renunciado a su fe musulmana cuando era un adulto joven y en su país de adopción, Inglaterra, publicó varias novelas exitosas. En 2007, la reina Isabel II lo nombró caballero, lo que nuevamente provocó protestas en todo el mundo musulmán.


La historia de «Ciudad Victoria», mitad realista, mitad fantástica,


«Ciudad Victoria» comienza en el siglo XIV de nuestra era, en el sur de lo que ahora llamamos la India, Bhᾱrat, Hindustán. La escritura de Rushdie no se desvía en ningún momento de su estilo característico donde fluyen entre referentes concretos históricos la fantasía, los mitos populares para construir ciudades con semillas y rociar a sus personajes con el polvo mágico de su imaginación.

Esta nueva novela de Rushdie está ambientada en un período histórico, el auge y la caída del imperio Vijayanagara en la región de Deccan. El autor deja constancia que se documentó (y mucho) para escribir la historia. Al final de la novela, en forma de agradecimiento Rushdie coloca la bibliografía que estudió durante la investigación y la redacción de la historia: «Consulté, además, muchos artículos (tanto especializados como de prensa), ensayos y páginas web, demasiado numerosos como para mencionarlos aquí», dice el escritor en esa página paratextual.

Sin embargo, en esta novela, como en toda su obra, los hechos históricos están abundantemente salpicados de fábulas. El tiempo se rompe en todo momento, hacia atrás y hacia adelante, escapando a toda lógica. Los personajes de diferentes siglos conviven en los mismos hechos que se narran. Y es una mujer rebelde la que sostiene el relato del auge y caída de Ciudad Victoria. Pampa Kampana, una «poeta ciega, hacedora de milagros y profetisa» que a lo largo de su extensa vida es bendecida por la diosa Parvati con el don de la vejez. Cuando la protagonista tiene nueve años tiene la fortuna única de supervisar varias generaciones de su linaje. Sobre todo, ella es la creadora y cuidadora de la ciudad que le da título a la novela, la soñó con un puñado de semillas y llenó las mentes de sus residentes con sus cuentos susurrados.

«Ciudad Victoria» es una doble restauración. Por un lado, la vuelta de un gran escritor y, por otro, la de los poderes de la ficción sobre la realidad opresora. El listado de los libros, entre los cuales se encuentran «Grimus» (1975), «Hijos de la medianoche» (1981), «Vergüenza» (1983), «Haroun y el mar de las historias» (1990), «El último suspiro del moro» (1995), «El suelo bajo sus pies» (1999), «Furia» (2001), «Shalimar, el Payaso» (2005), «La encantadora de Florencia» (2008), «Luka y el fuego de la vida» (2010) y «Dos años, ocho meses y veintiocho noches» (2015), demuestran que la maquinaria de la ficción no se detiene con ninguna amenaza.

Pero la novela de Rushdie también plantea la duda sobre la Historia, basada en la falsedad de los registros de hechos que nos quedan. No hay una Historia para recordad el pasado. Uno de los pasajes más emotivos de la novela es cuando Pampa Kampana decide susurrarles (no le cuenta les susurra) a los ciudadanos de Victoria la historia de su origen, opta por inventar su vida, su linaje, su religión, la cantidad de hermanos y hermanas que tienen, e incluso los juegos de la infancia que había jugado. Ella es la susurradora que envía mensajes para ser escuchada por quienes necesitan.


«Ciudad Victoria» y el realismo mágico


Por último, para los amantes de la literatura latinoamericana, en especial, del realismo mágico, muchos pasajes de la escritura de «Ciudad Victoria» recuerdan a la mejor escritura de Gabriel García Márquez, pero también al vuelo fantástico de las novelas del peruano Manuel Scorza. Cuando los personajes se debaten por bautizar a la ciudad «la cuestión del nombre quedó sin resolver hasta la llegada del extranjero que tartamudeaba». En este punto de la narración aflora, con el personaje del traficante de caballos portugués Domingo Nunes, los gitanos de Macondo o la «Historia de Garabombo el Invisible».

Cuenta el narrador: «El portugués llegó el domingo de Pascua. Y Domingo se llamaba – Domingo Nunes -, y era tan hermoso como la luz del día, sus ojos del verde de la hierba al amanecer, sus cabellos del rojo del sol en el ocaso, y aquel problema que tenía en el habla lo hacía aún más encantador a ojos de los habitantes de la nueva ciudad porque le impedía mostrarse arrogante como lo eran los de raza blanca con los de piel más oscura. Comerciaba con caballos, pero en realidad eso era solo un pretexto para viajar, su verdadera pasión. Había visto el mundo de Alfa a Omega, de arriba abajo, de cabo a rabo, de toma a daca, y había aprendido que dondequiera que fuese el mundo era una ilusión, y que esto de por sí era hermoso. Había estado en inundaciones, incendios y otros percances de los que escapó por los pelos; había visto desiertos, canteras, rocas y montes cuya cresta tocaba el cielo. O eso decía él».

Si los lectores de Rushdie han quedado fascinados con la enumeración de la caída del avión en el comienzo de «Los versos satánicos», esta novela trae de nuevo la magia que nos salva del mundo cruel y de todos aquellos que atentan contra la vida del escritor y de sus lectores. Por esto, cuando la protagonista de «Ciudad Victoria», como su autor ya no sean nada, subsistirá el mensaje escrito por Pampa Kampana: «Todo lo que queda es esta ciudad de palabras. Las palabras son los únicos vencedores».

 Carlos Daniel Aletto/Agencia Télam


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