¿Artrosis?: una raíz fácil de conseguir ayuda a aliviar el dolor y la inflamación de forma natural
Te contamos cómo actúa, cómo se consume y qué precauciones tener en cuenta. Es una de las plantas más estudiadas por sus efectos antiinflamatorios.
La artrosis es una enfermedad crónica que afecta las articulaciones. Se produce cuando el cartílago que recubre los extremos de los huesos se desgasta, provocando dolor, rigidez, pérdida de movilidad y, en algunos casos, inflamación. Es especialmente frecuente a partir de los 50 años y afecta con más frecuencia las rodillas, caderas, manos y columna.
Aunque no tiene cura definitiva, existen múltiples estrategias para mejorar los síntomas y frenar su avance. Además de los medicamentos indicados por el profesional de salud, algunas personas encuentran alivio en ciertos remedios naturales. Uno de los más destacados en los últimos años es la cúrcuma (Curcuma longa).
Qué es la cúrcuma y cómo actúa sobre las articulaciones

La cúrcuma es una raíz de color amarillo intenso, originaria del sudeste asiático, que se usa desde hace siglos como especia culinaria y como remedio natural en la medicina ayurvédica.
Su principal activo es la curcumina, un compuesto con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y analgésicas. Varios estudios científicos han demostrado que la curcumina puede reducir la inflamación crónica y aliviar el dolor en personas con artrosis, de forma comparable a medicamentos como el ibuprofeno, pero con menos efectos secundarios digestivos.
Además, su acción antioxidante ayuda a proteger los tejidos articulares del daño celular provocado por el estrés oxidativo, un factor que también acelera el desgaste del cartílago.
Cómo se consume la cúrcuma y qué dosis se recomienda
La cúrcuma puede consumirse de diferentes formas, pero no todas tienen el mismo efecto terapéutico. Para aliviar síntomas de artrosis, se recomienda usar extracto estandarizado de curcumina o preparar mezclas que mejoren su absorción.
Formas de consumo más efectivas:
- Suplementos en cápsulas con 500 a 1000 mg de curcumina por día, según indicación profesional.
- Cúrcuma en polvo combinada con pimienta negra y aceite, ya que la piperina y las grasas mejoran su biodisponibilidad.
- Leche dorada o golden milk, una bebida natural que combina cúrcuma, leche vegetal, pimienta, canela y aceite de coco.
Ejemplo de preparación casera:
- 1 taza de leche vegetal
- 1 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 1 pizca de pimienta negra
- ½ cucharadita de aceite de coco
- Calentar sin hervir, mezclar bien y tomar una vez al día
Precauciones y contraindicaciones
Aunque la cúrcuma es una planta segura para la mayoría de las personas, no está exenta de efectos adversos. En altas dosis puede provocar molestias digestivas (como acidez o diarrea) y no se recomienda en personas con cálculos biliares o que toman anticoagulantes, ya que puede interferir con la coagulación.
Siempre es recomendable consultar al médico antes de incorporar suplementos, especialmente si se está bajo tratamiento farmacológico o se tienen enfermedades crónicas.
También hay que tener en cuenta que los efectos no son inmediatos. La cúrcuma actúa de forma progresiva, y los resultados suelen notarse luego de varias semanas de consumo regular.
Un complemento, no un reemplazo
La cúrcuma puede ser una aliada valiosa para aliviar el dolor y mejorar la movilidad en personas con artrosis, pero no reemplaza el tratamiento médico ni los cambios de hábito recomendados: mantener un peso saludable, realizar actividad física adecuada y fortalecer los músculos que rodean la articulación son fundamentales.
Aun así, sumar esta raíz a la dieta diaria —en polvo, en infusión o en preparaciones especiales— puede ser un recurso natural, accesible y eficaz para muchas personas que conviven con esta enfermedad.
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