Cáscara de banana, vinagre y corchos: 5 trucos caseros para cuidar plantas y espantar plagas

Son fáciles, baratos y podés aplicarlos hoy mismo con cosas que ya tenés en casa. Qué sirve y qué no, según los jardineros.

Cuando se trata de cuidar las plantas del hogar, muchas veces no hace falta gastar en productos caros o recurrir a químicos agresivos. La solución está, literalmente, en la cocina. Algunos residuos comunes como cáscaras, vinagre o corchos pueden convertirse en aliados naturales para mejorar el crecimiento de las plantas y mantener alejadas a ciertas plagas.

En redes sociales abundan los tips, pero no todos tienen el respaldo de quienes realmente cultivan a diario. Por eso, en esta nota seleccionamos cinco trucos caseros que funcionan de verdad, según jardineros urbanos y aficionados que los aplican hace años.


1. Cáscara de banana: fertilizante natural de acción lenta


Fotos gentileza.-

Las cáscaras de banana son una fuente rica en potasio, fósforo y calcio, tres nutrientes esenciales para el crecimiento de muchas plantas. En lugar de tirarlas, podés cortarlas en trozos pequeños y enterrarlas cerca del tallo o triturarlas para incorporarlas al compost.

Este truco es ideal para rosales, plantas con floración intensa y frutales en maceta. El efecto es progresivo, por eso conviene repetirlo cada 10 a 15 días.


2. Vinagre blanco contra las hormigas (pero con cuidado)


El vinagre blanco es un clásico aliado en la limpieza del hogar y también puede ayudar en el jardín. Si tenés hormigas o pulgones, podés mezclar una parte de vinagre con tres de agua y rociar los caminos o las macetas afectadas.

Eso sí: no se recomienda aplicar directamente sobre las hojas o raíces, porque el ácido acético puede quemarlas. Usalo como barrera, no como riego. Y si tenés tierra ácida, mejor evitá este truco.


3. Corchos: drenaje y protección para la tierra


Los corchos de vino no solo sirven para manualidades. Cortados en rodajas finas y colocados sobre la superficie de la tierra, actúan como una capa de mulching natural, que ayuda a:

  • Conservar la humedad
  • Proteger contra cambios bruscos de temperatura
  • Evitar la proliferación de malezas

Además, colocados enteros en el fondo de una maceta también pueden mejorar el drenaje, evitando que el exceso de agua pudra las raíces.


4. Cáscara de huevo: un extra de calcio para tus plantas


Ricas en carbonato de calcio, las cáscaras de huevo secas y trituradas pueden mejorar la estructura del suelo y aportar nutrientes esenciales. Son especialmente útiles para plantas como tomates, pimientos o berenjenas, que suelen sufrir de deficiencia de calcio.

Podés mezclarlas con la tierra o espolvorearlas en la superficie como un refuerzo nutritivo. También funcionan como barrera contra babosas si se usan con bordes filosos.


5. Agua de cocción de verduras: un riego nutritivo


El agua que queda tras hervir papas, espinacas o zanahorias es rica en minerales y se puede usar como fertilizante líquido casero, siempre y cuando no contenga sal. Dejá enfriar el líquido y usalo para regar tus plantas una vez por semana.

Este truco mejora la salud de las raíces y aporta micronutrientes que muchas veces no están presentes en los sustratos comerciales.