Explosión de flores amarillas: la planta que resiste el frío y llena de color tu jardín todo el año

Ni las heladas más fuertes logran opacar la energía de esta planta arbustiva que ilumina patios y balcones en pleno invierno.

Si querés que tu jardín se mantenga vivo y colorido incluso en los días más fríos, esta especie es una gran aliada. Con sus flores brillantes y su resistencia a las heladas, la Euryops pectinatus, conocida como margarita amarilla, es ideal para bordes, canteros o macetas.

Este arbusto perenne puede alcanzar hasta 1,5 metros de altura y se destaca por su follaje verde grisáceo cubierto por una leve vellosidad. A lo largo de casi todo el año, despliega flores de un amarillo intenso que iluminan cualquier espacio. Aunque es una planta muy resistente, para conservar su frondosidad y evitar que adopte un aspecto leñoso, es importante realizar podas regulares.

Además de su porte elegante y prolongada floración, la margarita amarilla combina muy bien con otras variedades, como la Leucanthemum vulgare. Una buena opción es ubicar la Euryops en el fondo del cantero y las margaritas blancas al frente, generando así un contraste de colores que mantiene el jardín atractivo tanto de día como de noche.

Cómo cuidar la Euryops pectinatus

Luz: necesita estar ubicada a pleno sol para florecer en su máximo esplendor, aunque también puede adaptarse a media sombra.

Riego: moderado a bajo. Se recomienda dejar secar el sustrato entre riegos. En primavera y otoño, regar una vez por semana si está en maceta; en verano, aumentar la frecuencia según el calor y la exposición solar. En invierno, el riego debe reducirse al mínimo.

Sustrato: debe ser bien drenado y aireado. Lo ideal es una mezcla de tierra fértil, arena gruesa y turba o compost. Evitar el encharcamiento es clave para prevenir hongos y enfermedades.

Poda: después de la floración, realizar podas ligeras para fomentar nuevos brotes. A fines de primavera, conviene recortar la parte superior para mantener la forma del arbusto. Si es necesario rejuvenecer la planta, se puede hacer una poda más drástica, reduciendo hasta un 50 % su tamaño.

La Euryops pectinatus es una opción versátil y de bajo mantenimiento que, con algunos cuidados básicos, puede llenar de vida y color cualquier jardín, incluso en los inviernos más duros.