La planta trepadora nativa de la Patagonia que podés plantar en otoño para llenar tu jardín de color

Plantarla en esta estación permite que se afiance para dar su mejor floración en primavera y verano.

El otoño no solo es época de poda y limpieza en el jardín: también es el momento ideal para plantar especies resistentes, que aprovechan las temperaturas suaves para desarrollar raíces fuertes.

Si buscás una trepadora de bajo mantenimiento, adaptada al clima patagónico y de belleza natural, la mutisia es una opción que vale la pena considerar. Con sus flores naranjas o rosadas de aspecto silvestre, esta planta nativa no solo embellece: también favorece la biodiversidad local.


Cómo es la mutisia

La mutisia es una planta trepadora perenne o semiperenne, dependiendo de la variedad y el clima. Existen varias especies, como Mutisia decurrens o Mutisia spinosa, muy comunes en regiones de Río Negro, Neuquén y Chubut.

Características principales:

  • Tallos flexibles que pueden apoyarse en cercos, alambrados o arbustos.
  • Hojas verdes brillantes, muchas veces con pequeñas espinas suaves.
  • Flores en forma de estrella o margarita, de color anaranjado, rosado o rojo, muy atractivas para mariposas y abejas.
  • Crecimiento moderado pero constante una vez establecida.

Por qué plantar mutisia en otoño

Plantar mutisia en otoño ofrece varias ventajas:

  • Permite que la planta se enraíce con firmeza antes de enfrentar el primer verano fuerte.
  • Aprovecha la mayor humedad ambiental típica de la estación.
  • Favorece una floración más abundante y sana en la siguiente primavera.

Además, al ser nativa de la región, tolera muy bien las bajas temperaturas, los vientos fuertes y los suelos con pocos minerales, características típicas de gran parte de la Patagonia.


Cómo y dónde plantar mutisia

Fotos gentileza.-

Para que la mutisia crezca fuerte y florezca en plenitud, es importante elegir bien su ubicación:

Requisitos básicos:

  • Exposición solar: prefiere pleno sol o media sombra ligera.
  • Soporte: necesita estructuras donde apoyarse, como cercos, pérgolas, alambrados o incluso arbustos robustos.
  • Suelo: tolera suelos pobres, pero crece mejor en terrenos bien drenados. Un aporte de compost en el hoyo de plantación favorece su primer crecimiento.
  • Riego: regular durante el primer año para ayudar al establecimiento; luego, riegos moderados según las lluvias.

Consejo extra: si plantás varias mutisias juntas, dejá al menos 1 metro de separación para permitir su expansión natural.


Cuidados básicos de la mutisia

La mutisia es una planta de muy bajo mantenimiento, ideal para quienes quieren disfrutar de un jardín colorido sin demasiadas exigencias.

Cuidados esenciales:

  • Poda suave: a fines del invierno o comienzos de primavera, para eliminar ramas secas o guiar el crecimiento.
  • Protección mínima: resiste muy bien las heladas leves, pero en inviernos muy duros puede beneficiarse de una cobertura ligera de mulch.
  • Fertilización: un pequeño refuerzo de compost orgánico una vez al año es suficiente.

Una vez adaptada, se comporta como una planta casi autosuficiente, creciendo y floreciendo con las lluvias naturales.


Un jardín patagónico lleno de vida y color

Incorporar una mutisia a tu jardín no solo aporta belleza y perfume silvestre: también revaloriza las especies nativas, fundamentales para sostener la fauna local y conservar la identidad natural de la región.

Con su rusticidad, su color vibrante y su mínimo requerimiento de cuidados, la mutisia es la trepadora ideal para quienes buscan un jardín auténtico, resistente y lleno de vida.

Plantar en otoño es preparar el terreno para que, cuando llegue la primavera, el jardín explote en flores y energía patagónica.

¿Es posible plantarla en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén?


Sí, se puede plantar mutisia en el Alto Valle, pero con algunas aclaraciones:

  • La Mutisia decurrens (una de las especies más comunes) es nativa de zonas de precordillera y valles andinos, donde los suelos son más bien pobres, los inviernos son frescos y hay menos humedad que en zonas litorales o tropicales.
  • En el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, el clima seco y las temperaturas invernales (que pueden tener heladas pero no fríos extremos de alta montaña) son adecuados para su cultivo, siempre que:
    • Esté en un lugar con mucho sol.
    • El suelo esté bien drenado (no tolera anegamiento ni suelos arcillosos pesados).
    • Reciba riego controlado si hay largos períodos secos, sobre todo en verano.

Lo que hay que tener en cuenta es que:

  • Crecen más lento en zonas muy áridas o calurosas que en la cordillera húmeda.
  • Florecen igual en primavera-verano si se adaptan bien los primeros meses tras la plantación.
  • Pueden necesitar riego extra en verano en el Alto Valle, porque ahí los veranos son mucho más secos y calurosos que en la montaña.