Manzanilla: el secreto natural que está conquistando a quienes buscan bienestar

Diversas investigaciones científicas confirman que el consumo regular de esta infusión puede mejorar la calidad del descanso y favorecer el bienestar emocional.

La manzanilla es una de las infusiones más tradicionales y valoradas por sus propiedades relajantes. Su uso para favorecer el sueño y reducir la ansiedad no es solo parte de la sabiduría popular: varios estudios, incluidos ensayos con adultos mayores y madres recientes, demostraron que su consumo diario ayuda a conciliar el sueño y a disminuir síntomas de insomnio y depresión. Investigadores de la Universidad de Michigan, por ejemplo, observaron que las personas que incorporaban té de manzanilla en su rutina descansaban mejor y por más tiempo.


Más que un relajante: otros beneficios comprobados


Además de su efecto sobre el descanso, la manzanilla aporta otros beneficios para la salud. Experimentos de laboratorio han revelado que sus flavonoides colaboran en la protección del hígado, incluso frente a la acción de sustancias tóxicas. También se estudia su capacidad para ayudar en la regulación de la presión arterial, aunque siempre con el acompañamiento de un profesional de la salud y sin reemplazar tratamientos indicados.

Su acción sobre el sistema inmunitario, aún en investigación, sugiere que podría favorecer la respuesta defensiva del organismo y mantener el equilibrio hormonal. A esto se suman propiedades antibacterianas y un potencial alivio del dolor en casos de molestias musculares o ginecológicas.


Cómo preparar una buena infusión de manzanilla


El té de manzanilla se prepara de manera sencilla y segura, siempre que se respeten las dosis recomendadas:

  1. Calentar agua hasta hervir.
  2. Colocar una cucharada de flores secas por taza.
  3. Verter el agua sobre las flores y dejar reposar entre cinco y diez minutos.
  4. Colar antes de beber.

Para potenciar su efecto calmante se puede endulzar con miel. El mejor momento para tomarla es después de las comidas o antes de dormir, ya que además de relajar, contribuye a una mejor digestión. En casos especiales, existen presentaciones estandarizadas disponibles en farmacias, que deben consumirse bajo indicación médica.


Una alternativa segura y efectiva


Consumida con moderación y siguiendo las recomendaciones profesionales, la manzanilla es una opción natural que combina eficacia comprobada y un bajo riesgo de efectos adversos. Incorporarla a la rutina nocturna puede ser un hábito simple y saludable para quienes buscan dormir mejor y reducir el impacto del estrés diario.


La manzanilla es una de las infusiones más tradicionales y valoradas por sus propiedades relajantes. Su uso para favorecer el sueño y reducir la ansiedad no es solo parte de la sabiduría popular: varios estudios, incluidos ensayos con adultos mayores y madres recientes, demostraron que su consumo diario ayuda a conciliar el sueño y a disminuir síntomas de insomnio y depresión. Investigadores de la Universidad de Michigan, por ejemplo, observaron que las personas que incorporaban té de manzanilla en su rutina descansaban mejor y por más tiempo.

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